Tips sobre «Cómo cuidar los pies en invierno»

Llega el frío, guardamos las sandalias…y también los pies! El invierno es la estación en la que menos solemos cuidar nuestros pies, escondiéndolos bajo medias gruesas, botas, borcegos y zapatillas. Sin embargo, el uso de zapatos cerrados y las bajas temperaturas favorecen la aparición de asperezas, durezas y bacterias que atentan contra su salud. Para evitarlo y llegar al verano con los pies impecables, Corina Kirby, Category Manager en Amopé, brinda 5 tips clave.

 

  1. Dime qué calzas…y te diré qué pies tienes! Pasamos la mayor parte del día con los zapatos puestos, por lo que elegir el calzado adecuado es clave. Lo más importante es que se adapten a la forma del pie, en largo y ancho, de manera que sea posible mover los dedos pero que el tobillo y la planta están correctamente sujetados. Además, es recomendable que tengan una base sólida y buen apoyo para garantizar una pisada firme y segura. Respecto al material, es recomendable elegir fibras naturales que disminuyen rozaduras y permiten que el pie respire.

 

  1. Ni muy muy, ni tan tan. Mantener una temperatura balanceada en los pies y no exponerlos a cambios bruscos es sumamente importante ya que son la base de nuestro cuerpo y nos permiten estar en equilibrio. “Lo ideal es evitar las fuentes de calor directas como estufas o bolsas de agua caliente que generan un cambio abrupto y optar por mantas o medias gruesas que permiten adquirir temperatura poco a poco”, aconsejó Kirby.

 

  1. Chau asperezas! Limar durezas y asperezas es fundamental para que no se hagan callos y grietas en la piel. Se recomienda exfoliar el talón una vez por semana, de manera de eliminar las células muertas acumuladas y devolver la suavidad. “Las limas electrónicas con forma ergonómica permiten quitar de manera suave y progresiva las callosidades, gracias a sus partículas microabrasivas”, sustuvo la especialista y agregó “exfoliar de manera períodica permite que la piel no se endurezca y sea más fácil mantener los resultados realizando un menor esfuerzo. Como dice el dicho, siempre es mejor prevenir que curar”.

 

  1. Suaves e hidratados. Humectar e hidratar los pies es un hábito clave que debe realizarse todos los días. “No es necesario esperar a sentir los pies secos para cuidarlos, lo mejor es usar crema especializada para pies cada día, luego de bañarse o antes de ir a dormir, como rutina”, aconsejó Kirby. Para una hidratación más profunda una buena opción es aplicar la crema, ponerse medias de algodón e ir a dormir así; a la mañana siguiente la piel se verá más fina y brillante. Importante: no hidratar en exceso el área entre los dedos porque si se mantiene muy húmedo podrían salir hongos.
  2. Relax, take it easy. Los pies son una de las partes del cuerpo más exigidas ya que soportan nuestro peso todo el día, por lo que es importante relajarlos luego de largas jornadas fuera de casa. El primer paso es realizar un baño de aproximadamente quince minutos en agua tibia con sal gruesa, para aflojar dolores. Luego, se recomienda masajear la planta de los pies haciendo círculos con los pulgares, para soltar los músculos tensos tras estar mucho tiempo parados y finalmente estirar los dedos para aliviar la presión de los zapatos.

Seguir estas recomendaciones permite tener pies lindos, relajados y saludables, listos para lucir en cualquier oportunidad. Sentirse cómoda con el aspecto de los pies impacta tanto en la apariencia como en la autoestima de las mujeres, por eso en Amopé trabajamos para acercar soluciones rápidas y prácticas, aplicables todos los días”,finalizó la especialista.

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