Eliminación y escándalo de Huracán en Colombia

En el Atanasio Girardot, el Globo perdió 4-2 con Atlético Nacional de Medellín por los goles de Ibarbo, Guerra -2- y Copete (Espinoza había nivelado y’Wanchope’ descontó con una exquisitez). El ‘Quemero’ se quedó sin hazaña luego de un polémico arbitraje del venezolano Argote, quien expulsó injustamente a Mancinelli y cambió el partido. Por eso, el final fue un escándalo.

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Bastante desvirtuado quedó el apasionante encuentro entre Atlético Nacional y Huracán luego del escandaloso final en el que hubo reproches al árbitro, denuncias, empujones, golpes y hasta patadas. Sin embargo, antes de toda la escaramuza se pudo vivir una intensa Revancha de Octavos de Final de la Copa Libertadores.

La ambición de ambos protagonistas hizo que las emociones no demoraran en llegar. Tal es así que apenas a los nueve minutos le sacudieron el ‘kioskito’ a Marcos Díaz con un violento remate al travesaño. Pero poco a poco el partido se fue picando como consecuencia de las polémicas decisiones que tomaba el árbitro venezolano José Argote, quien friccionaba mucho el juego y se iba convirtiendo en un principal –y lamentable protagonista- principal.

 

Hasta que llegó el primer revés apenas cumplidos los 20 minutos de juego. El Globo pagó demasiado caro una infantilidad de Mauro Bogado, quien le tiró una patadita por lo bajo a Alejandro Guerra dentro del área y el juez no dudó en marcar penal: Víctor Ibarbo lo cambió por gol. Pero lejos estuvo el conjunto argentino de resignarse y ahogarse en lamentos. Por el contrario, apenas dos minutos más tarde respondió nivelando el marcador por intermedio de Cristian Espinoza para así marcarle el primer tanto a los colombianos en lo que va de la competencia y poner un pie en Cuartos de Final (el empate parcial con goles lo clasificaba por el grito de visitante, ya que la Ida fue igualdad sin goles.

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Pero apenas iniciado el complemento todo cambiaría por completo a raíz de una desafortunada injerencia del árbitro. Es que a los seis minutos lo expulsó a Federico Mancinelli por un imperceptible contacto con Moreno y todo cambió por completo para el Quemero. Tanto fue así que enseguida llegaría el festejo de Guerra, quien le devolvía la ventaja al local y el boleto a la siguiente fase. Y poco después el propio Guerra volvió a anotar para estirar la diferencia y terminar prácticamente de hundir a Huracán.

Sin embargo, cuando todo parecía ya perdido, los de Parque Patricios amagaron con volver a hacer uso de otro milagro. Es que apenas cumplida la media hora de juego, Wanchope Ábila se despachó con una impotente tijera para descontar y dejar a los suyos a tan sólo un grito de la hazaña.

Demasiado tarde sería ya para batallar contra tantas injusticias. Aunque nunca se entregó y murió de pie, terminó de recibir el golpe de nocaut en el tiempo de descuento cuando Jonathan Copete decretó el 4-2 que dejó sin ilusión al Globo

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