El padre de su amiga la violó en la fiesta de egresados: «mi violador está disfrutando de su libertad, mientras yo vivo encerrada por miedo»

Candela es una chica argentina de 18 años, que vive en Buenos Aires. El 8 de diciembre de 2015 fue abusada sexualmente a la salida de su fiesta de egresados.

Ella está viviendo algo que lamentablemente es una realidad para muchas personas

«A eso de las 3:00am me empecé a sentir mal, se lo comente a una amiga y me dijo que su papá me podía llevar a mi casa, le dije que sí y ahí empezó todo.» – contó

Candela estaba en su fiesta de egresados la madrugada del 8 de diciembre de 2015, pero comenzó a sentirse mal y una amiga le dijo que para que no se fuera sola, su papá podía llevarla a su casa, Candela ya lo conocía, o al menos eso creía, y entendió que estaba a salvo, que era una buena idea.

Cuando éste hombre llegó a buscarla le dijo que caminaran algunas cuadras hasta llegar al auto, fue entonces que se alejaron de la fiesta y de la gente, llegaron a una calle tranquila, «no fue un lugar turbio ni nada por el estilo, era una de esas calles que tienen una garita de seguridad en la esquina», dice Candela, y en ese lugar, éste señor, el señor que era el padre de su amiga, un señor que ella creía conocer, la violó.

Candela no se acuerda exactamente como empezó todo, ella explica que a partir de ese trauma sufre de disociación, pero que en todo momento pensaba «me violó, me violó».

Cuando todo terminó, ella explica que no se animó a salir corriendo porque tenía mucho miedo de cómo fuera a reaccionar él si lo hacía. Ella se quedó en el auto con el hombre y le pidió que la llevase a la casa de su novio.

En el viaje a casa del novio de Candela solo hubo silencio, como si no hubiera pasado nada.

Candela le contó a su pareja todo sin filtro alguno, llorando, y solo puede pensar en bañarse, él solo intentaba calmarla, «triste porque no pudo hacer nada para evitarlo».

Entre su novio y una amiga la convencieron de contárselo a sus padres, y pese a que Candela llamó a una psicóloga para preguntarle cómo contarles una cosa así, llegado el momento no pudo hacerlo y terminó siendo su hermana quién les diera la trágica noticia.

Fue el 14 de diciembre de 2015 el día que Candela decidió finalmente hacer la denuncia, porque no quería sentir miedo y quería evitar que este señor le hiciera lo mismo a otra persona.

Pero una policía no se la quiso tomar, le dijo que ella había accedido a irse con él así que no había nada que denunciar, tuvo que ir otra persona que acompañaba a Candela a explicar nuevamente la situación y finalmente le aceptaron la denuncia. Candela pidió una orden de restricción contra su violador. El pedido lo hizo porque al día siguiente del hecho, ella se encontró con él en la calle.

«Fue justo en un semáforo, a la vuelta de mi escuela, estaba en rojo así que cruce, él estaba en la primera fila de los autos, me toco bocina, me di vuelta, y lo vi, me sonreía, yo me fui corriendo a mi escuela. Ahí empezaron mis ataques de pánico.»

Candela fue a tribunales y quedaron en llamarla, esto fue en diciembre del año 2015, todavía no la llamó nadie.

«Mi violador está disfrutando de su libertad, mientras yo vivo encerrada por miedo.»

 

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