El juez de Instrucción Dos de Oberá, Horacio Alarcón, recibió ayer al mediodía los seis cuerpos del expediente abierto por el crimen del preventista de carne Nicolás D’Amico (34), ocurrido el 30 de octubre del año pasado. En las próximas horas se expedirá acerca de si acepta o no la competencia del caso. Todo apunta a que lo hará, porque está acreditado que el asesinato se produjo en una carnicería ubicada en la avenida Las Américas de la Capital del Monte.
Ahora bien, para resolver la situación de los ocho sospechosos detenidos, analizará a fondo lo actuado hasta el momento. Y si considera necesario dispondrá antes más medidas de prueba.
Hasta la semana pasada, el expediente lo tramitó la jueza Selva Raquel Zuetta de Alem, pero luego de las indagatorias, pericias y demás indicios recolectados, se declaró incompetente.
Siete de los sospechosos ya fueron trasladados a Oberá. No se descarta que alguno amplíe su indagatoria. La octava es una mujer, alojada desde inicios de abril en la Alcaidía de Mujeres de Villa Lanús.
Los más comprometidos por el hecho son el carnicero Diego Benegas, quien tenía una deuda con D’Amico y habría sido quien lo mató a golpes con una barreta; su empleado Jhonatan Emanuel Gutiérrez y Diego, hermano de este último. Los hermanos habrían colaborado para limpiar la escena del crimen y luego deshacerse del cuerpo.
El cadáver calcinado de D’Amico apareció en el baúl de su VW Bora el 30 de octubre, en el paraje El Chatón, en las afueras de Alem. Ese día fue a hacer una cobranza a la carnicería de Benegas. Fue el último lugar donde lo vieron vivo.
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EP
