En una entrevista con Misiones Online y radio Libertad, Macarena Ruíz contó las sensaciones de alegría por haber ganado recientemente la liga Nacional de Voley con Villa Dora de Santa Fe. “La verdad que fue muy difícil irme de Posadas pero estar en un equipo que gana el campeonato y enfrentar a rivales como River, Gimnasia y Vélez entre otros es mucho para mí, como algo soñado”.
Respecto a sus inicios, comentó que “arranqué a los 9 años en San Vicente y después nos mudamos a Posadas. Jugaba al tenis pero en 2012 recién comencé a jugar en Brujas y después llegó la posibilidad de ir a Santa Fe.
En este sentido agregó que “pasó todo muy rápido, tuve la posibilidad de jugar el sudamericano con el equipo el año pasado y no tanto la liga. Este año fue distinto y me tocó jugar más y ganar el campeonato es algo muy lindo”.
Por otra parte manifestó que la diferencia de cuando estaba en Posadas respecto a su actualidad en Santa FE. » Generalmente se entrena en triple turno en algunos momentos del año y se enfoca más en la técnica además de trabajar sobre las virtudes o defectos que tengan los rivales».
En relación a lo que pretende como deportista, Macarena aseguró que «mis aspiraciones son llegar a la selección y si se da en algún momento la posibilidad de jugar en Europa o afuera mucho mejor. Se que todavía me falta para eso», reconoció.
Una familia deportista
Macarena a la hora de hablar de su familia, reconoció que todos son deportistas. «Mi madre y hermana siempre jugaron al voley y yo lo fui jugando en la escuela. Surgió la posibilidad una vez que estaba mirando un partido de mi madre y como no completaban me llamaron a jugar», contó.
En este sentido dijo que «no imaginaba pasar lo que me está pasando porque en 2014 había cerrado una etapa con Brujas (Posadas) ganando un torneo y después el equipo se iba a desintegrar porque casi todas se iban a estudiar a otras partes. No pensaba volver a jugar. Después me tocó la posibilidad de hacer la prueba en Santa Fe y quedar en este club».
Justamente a como se acomodó a una competencia de mucho prestigio como la liga Nacional, indicó que «me toca jugar con equipos muy importantes que tienen jugadoras en la selección además de las que están en mi equipo. Es algo muy lindo. Una de mis compañeras es Maira Westergaard que está actualmente en España y una referente para mí».
Macarena se mostró muy contenta por integrar un lindo grupo y manifestó que realmente la trataron muy bien desde el primer momento. «Desde que llegué al equipo me recibieron muy bien. Generalmente son pocas las chicas que son de allá, la mayoría son del interior. Es un grupo grande y siempre nos juntamos a comer o salir juntas. Un grupo humano muy bueno», destacó.
A la hora de hablar de su familia, dijo que «se extraña, pero por suerte algunas veces pueden ir a verme y eso es muy importante. Somos cuatro hermanos y mis viejos que tratan de estar siempre. Todos dedicados al deporte», concluyó.
Casi 20 años de una supremacía de Buenos Aires
La Liga Femenina moderna lleva 20 ediciones con la particularidad que en las 19 anteriores siempre se había consagrado campeón un equipo perteneciente a la Federación Metropolitana. Villa Dora, con su título 2016, abrió el abanico del selecto grupo de campeones nacionales.
Antes de que comience la Liga 2016 y aunque ya se jugaron 19 ediciones, sólo siete clubes habían podido quedarse con el título. River y Boca asomaban como los ganadores de más campeonatos con cuatro cada uno, Banco Nación, GEBA y Gimnasia de La Plata la ganaron en tres oportunidades, y Vélez y la UBA también se anotaron entre los campeones con un título.
Sin embargo, todos ellos tienen algo en común: son clubes de Buenos Aires. En los últimos años, Bell de Córdoba (finalista en la Liga 10/11), Estudiantes de Paraná (subcampeón en la 11/12) y el propio Villa Dora (finalista 2015) fueron los que más cerca estuvieron de romper con esa racha. Es que, además, en las Ligas restantes los finalistas también fueron de la Capital como fue el caso de Vélez, Boca, Banco Nación, Gimnasia y Hacoaj.
Así fue como la Liga Femenina debió esperar hasta su edición número 20 para contar con un campeón diferente. Villa Dora, un club que viene creciendo año a año en esta competencia, se consagró en la Liga 2016 en una campaña brillante.
Dominó la fase regular sin mayores problemas, como así también la fase de cuadrangulares. En los triangulares asomó el primer escollo difícil frente a San Lorenzo, pero el equipo santafesino ganó ese partido por 3-1 para llegar a las semifinales con un andar perfecto. Se vino Vélez y, tal vez, en el primer duelo en Liniers, Villa Dora afrontó su partido más difícil cuando llegó a estar abajo 2-0 y 22-17. Aunque no fue el mejor día, terminó ganando 3-2. Luego repitió la victoria 3-0 y clasificó a la final donde lo esperaba Boca, su gran karma en la Liga Femenina.
Mismos finalistas 2015 y mismo estadio para la definición: el Gorki Grana de Morón. En una finalísima cambiante, Villa Dora terminó ganando en tie break para ser campeón, invicto y el primero que logró que un club no porteño finalice en lo más alto.
MAG
EP
