La expectativa era inmensa y Topa no defraudó a sus miles de fans. Niños de menos de un año hasta chicos de una docena, padres y abuelos, disfrutaron del show del Capitán que vino acompañado por sus mejores laderos y Arnoldo, el gran Cocinero, que hizo las delicias de todos con su marcado acento italiano. Sin embargo, el show no fue completo por fallas en la organización –a cargo de la productora 24yMedia- y la seguridad que pusieron en riesgo la integridad de más de un centenar de chicos que se quedaron, junto a sus padres, sin poder entrar porque el salón polideportivo del Colegio Santa María se vio desbordado.
El escenario fue utilizado por el pronóstico de mal clima que había para este domingo a la tarde. Los meteorólogos acertaron casi en pleno, ya que apenas empezado el show, una lluvia tenue se deslizó sobre la capital misionera. Por eso no fue utilizado el anfiteatro Manuel Antonio Ramírez, de mucha mayor capacidad y fluidez en los ingresos.
En el polideportivo del Santa María no hay ingresos adecuados para tanta gente. Pasadas las 18, los primeros acordes de las canciones de Topa comenzaron a sonar y la impaciencia llegó a un límite. Había decenas de familias afuera. La organización responsabiliza a los inspectores municipales de haber dado la orden de cerrar los portones.
Con entrada en mano, incluso quienes pagaron las más caras, se encontraron de pronto con un portón de ingreso cerrado en la cara y no hubo mejor idea que empezar a correr con los niños a cuesta para poder entrar por un portón lateral que fue abierto a empujones después de un efecto embudo con los más enardecidos.
La Policía que debería custodiar la seguridad de todos, se preocupó más por cumplir las órdenes de la organización que por los niños llorando. Los efectivos bloquearon la única entrada disponible, lo que enfureció a los que todavía quedaban afuera. Hubo golpes de puño con los custodios y algunos niños golpeados y envueltos en llanto.
Para colmo, en la entrada, les decían a los que se quedaron afuera que a las 20 iba a haber una segunda función. Algunos se fueron y cuando volvieron se encontraron con que no quedaban ni los plomos.
Adentro el concierto se desarrollaba con normalidad, aunque alguien debería haberle avisado al ilustre visitante que afuera había corridas y atropellos. Los que entraron temprano no tuvieron ningún problema, pero haber pagado por plateas o sectores VIP fue inútil. Con suerte se encontró una silla, sino, a acomodarse en cualquier lugar.
Pese al calor, Topa se brindó al máximo y volvió a hipnotizar en vivo y en directo a sus fanáticos que cada día lo ven en televisión.
Los temas más famosos de Topa y los Rulos hicieron bailar a los chicos y grandes. Canciones como Verduras, Verano, Arnoldo y Me Muevo Para Aquí le pusieron ritmo a una noche que no empezó como debía, con errores que no deben volver a repetirse.
Con los chicos no: de la alegría al filo del peligro
