Sin saber qué fue de su hijo, se murió el padre de Mario Golemba

Antonio Golemba se murió sin saber qué fue de su hijo Mario (27), quien luego de hacerse un estudio médico en Oberá, desapareció sin dejar rastros el 27 de marzo de 2008. El hombre, quien dejó de existir este domingo a las 7.15, en el hospital Ramón Madariaga, nunca dejó de pedir justicia y el dolor enorme que lo cruzaba no fue impedimento para su constante lucha.
Los Golemba residen en Picada Indumar, Dos de Mayo. Desde allí hicieron escuchar su voz ante la ausencia del muchacho cuyo paradero ocho años después continúa siendo un enigma.
“No sé qué me duele más, el dolor de que Mario se fue de casa y no volvió más, o el accionar de la justicia”, le dijo Antonio a la prensa posadeña en una de sus últimas entrevistas.
Para el padre, “no era una aguja en un pajar, era un ser viviente, una persona con vida que fue a Oberá y no volvió a su casa”.
“Son muchos los casos que no se investigaron, no somos todos iguales ante la ley. Ya no creo en la Justicia. Pero Tiempo al tiempo, cuando la justicia es divina llega para todos”, fue otra de sus duras frases.
Antonio tenía en claro su hipótesis sobre el destino de Mario: “Creo que a Mario lo confundieron con otra persona y por eso terminaron con él. Mario era inocente, sólo sabía trabajar, ir a la iglesia y ser un buen hijo, no había malicia en su vida”.
La salud de Antonio se deterioró en los últimos tiempos. El viernes, habría sufrido una trombosis, por lo que lo llevaron de urgencia al Samic de Oberá. Luego lo derivaron al hospital Madariaga, donde se produjo el deceso este domingo.
El 27 de marzo de 2008, Mario salió de Picada Indumar en dirección a Oberá. Subió a un colectivo de media distancia a las 7.10 y llegó a destino sin problemas. A través de distintos mensajes de texto, que sus padres guardan bajo siete llaves, porque configuran el último contacto que tuvieron con el muchacho, se pudieron reconstruir sus últimos pasos:
– A las 10.12, avisó a sus familiares que no había tenido problemas para encontrar el consultorio de la profesional a la que había ido a ver.
– A las 12.10 confirmó a sus padres que ya lo habían atendido.
– A las 12.48 precisó que iba a quedarse más tiempo porque le iban a practicar unos análisis.
– A las 13.05 dijo que iba a volver en el micro de la tarde.
Mario nunca volvió. Sus parientes, alarmados, hicieron la denuncia y empezaron un derrotero que los llevó a entrevistarse con autoridades provinciales y nacionales y a participar de marchas para pedir el esclarecimiento del caso.
Hace unos días, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que siempre acompañó a los Golemba, recordó el cumplimiento de un nuevo aniversario de la desaparición y reiteró: “Según testigos que se entrevistaron por separado con los padres de Mario, el joven estuvo en calidad de detenido esa misma noche del 27 de marzo de 2008 en la comisaría de Dos de Mayo. Aseguran además, haber visto como a Mario lo golpeaban efectivos policiales”.
En cuanto a esta hipótesis incluso hubo excavaciones en un destacamento policial donde supuestamente estaban los restos del joven. No hallaron absolutamente nada.

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