El caso de la estudiante víctima de violación en Posadas sigue sin tener sospechosos

Casi un mes y medio después, los investigadores afectados a la búsqueda del delincuente que violó y casi mató a una estudiante universitaria en Posadas siguen con las manos vacías. Se tomaron declaraciones testimoniales, se pidió un informe de las cámaras de seguridad de la zona y se enviaron al laboratorio muestras genéticas tomadas en el departamento de Tucumán y Sáenz Peña. Sin embargo, ni siquiera hay un sospechoso en la mira.
El escenario no deja de preocupar a los detectives, más aún teniendo en cuenta de que en enero se había producido un hecho similar y esa pesquisa también se encuentra con más preguntas que respuestas.
El último en ver a la estudiante eldoradense de 20 años antes de que sucediera el abuso fue un amigo, que estuvo con ella en el departamento hasta pasadas las 23 del 9 de marzo. Él declaró que no notó nada raro al marcharse. Sin embargo, hay sospechas de que el violador estaba alerta y actuó cuando se percató de que no había nadie más en el departamento.
Fuentes judiciales añadieron que la declaración de la víctima tampoco aportó mucho, porque no alcanzó a ver las facciones del abusador.
El depravado habría trepado hasta la ventana abierta del departamento de la joven para atacarla mientras dormía. Tenía el rostro cubierto y estaba armado con un cuchillo. Después de ahogarla con un cordón y atarle las manos, abusó sexualmente de la universitaria, de acuerdo con lo que relató la estudiante.
Ni la llegada ni la fuga del pervertido fueron captadas por alguna cámara de seguridad.
Los investigadores buscaron puntos de contacto entre el hecho de marzo y el que sucedió en enero, que tuvo como víctima a otra estudiante eldoradense en un albergue por calle San Luis entre Catamarca y Entre Ríos. Esa joven de 19 años, que estudia portugués en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Misiones, fue sorprendida por el pervertido, que con un golpe en la cabeza empleando un ladrillo, casi la desmaya. Después abusó de ella.
Hay similitudes, sin dudas, pero hasta que no se cotejen los ADN de ambos violadores no se sabrá si son o no la misma persona. Del caso de principios de año, el patrón genético ya está listo. El de marzo aún está en proceso en un laboratorio de Buenos Aires.
Una línea que se siguió en su momento es el de una persona que conoce a ambas chicas. Pero terminó en nada.
Al menos por el momento, todo favorece al violador para que siga disfrutando de la impunidad.

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