Prestamistas retienen tarjetas a cambio de “créditos personales”

La crisis comienza a mostrar sus distintas facetas y la necesidad de dinero circulante hace florecer a las financieras que viven un “veranito” a contramano de otras actividades. Incluso, en Posadas alquilan locales más grandes, cómodos y céntricos, para atender la demanda en aumento.
Por lo general, en las financieras ubicadas en el microcentro de la ciudad no se aprueban créditos para aquellas personas que solamente cobran algún beneficio social, sea la asignación universal por hijo, jubilaciones o pensiones.
No obstante, ante la caída de la economía y la necesidad de hacer «negocio» existen personas, que se autodenominan prestamistas que tienen una modalidad bastante particular para entregar «créditos» a los beneficiarios de planes sociales. En Villa Cabello ya se hicieron conocidos. La modalidad, consiste en entregar el monto deseado que no supera los 5 mil pesos, llegando a pagarse inclusive más del doble del dinero obtenido dependiendo de la cantidad de cuotas en las que se realice la transacción.

 

 

Para garantizarse el cobro, el prestamista retiene la tarjeta del beneficio social, accediendo a la contraseña, cobra el monto de la cuota y lo restante le entrega al beneficiario llegando al punto de manejar el bolsillo el deudor.
No se manejan por mensajes de texto, solamente van directamente al domicilio, generalmente en motos y se cierra el monto entregado y la cantidad de cuotas a pagar. Como muestra de fidelidad, el deudor debe entregar la tarjeta del beneficio obtenido y la contraseña para retirar el dinero del beneficio de los cajeros automáticos.

Las tasas varían desde el 48 por ciento hasta más del cien por ciento, de acuerdo a los plazos

Tasas sin techo

Los pedidos de un préstamo son permanentes y a diferencia de los bancos tradicionales, las financieras tienen requisitos más laxos, accesibles a un trabajador con salario medio o un cuentapropista que necesita mejorar sus herramientas de trabajo. Sin embargo, las tasas son proporcionalmente más altas que en los bancos. En una financiera el costo financiero total por un crédito de diez mil pesos a un año, llega al 113,62 por ciento, arrancando desde 48 por ciento, cuando la tasa de referencia para los bancos es del 38 por ciento. En más del 70 por ciento son pedidos por jubilados y empleados públicos.
De todos modos, la demanda es siempre alta, señalan desde las financieras. La posibilidad de acceder con requisitos mínimos y en lo inmediato, se transforman en los principales atractivos.
Desde recibo de sueldo con tres meses de antigüedad a solamente la fotocopia de documento, las expectativas van bajando a la hora de sacar un crédito, y la cantidad de dinero entregado también.
Existe una relación directamente proporcional entre los requisitos solicitados y la cantidad de dinero entregado. Mientras menor sean los requisitos que se solicitan en la financiera, menor será el monto entregado.
De hecho, las financieras han avanzado hasta el punto de entregar créditos de hasta 1000 pesos de manera inmediata, ofreciendo así un rescate financiero al que quizás deba pagar con urgencia algún servicio como luz, agua o cable.
“En la mayoría de los casos, la gente viene pregunta y duda muchas veces porque también tiene miedo y calcula mil veces para ver si puede cumplir con el pago de las cuotas, pero después accede”, explica de forma didáctica una ejectiva de ventas de la financiera Azteca.
Mientras que en otras financieras como Credil, al ser consultados por el pago de las cuotas señalan que “el cliente paga y cumple por lo general las primeras seis cuotas y después comienzan a atrasarse sea por enfermedad o porque se ven más ajustados con las cuentas y entonces cuando eso pasa empezamos a ofrecerles alternativas de pago, en cuotas mas largas pero también suman los intereses”.
La tasa de interés en Credil supera el doble de los solicitado, es decir el 100 por ciento y el máximo de financiación es hasta 12 cuotas. Por solicitar un préstamo personal de 1.500 pesos, se llega a devolver por estos días 3.132 pesos en un plazo de 12 meses. O sea, un 108,8% más. Hasta hace 90 días, previo a la devaluación, la tasa de interés era alta pero en este caso se ubicaba algunos puntos menos, en orden al 99,2% para un préstamo de este monto. En rigor, las financieras subieron en este tiempo entre 3 y 9 puntos las tasas, a la vez que achicaron la cantidad de cuotas; por ejemplo de 18 las bajaron a 12, o de 8 a 6 y, en algunos casos, acotaron los montos.
Los denominados créditos de consumo, es decir aquellos que inmediatamente se vuelcan a gastos corrientes como por ejemplo comprar útiles en el inicio escolar o para adquirir una moto, son líneas que se gestionan por fuera de las entidades bancarias y son de fácil renovación, inclusive mucho antes que se salde el crédito original. Las oficinas financieras al igual que las promociones y ofertas en cuotas y diversas tasas abundan en el Centro posadeño, al igual que las colas de esperas que se extienden sobre todo a fin de mes para pedir un pesito de más.

Servicio a domicilio

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas