Darío Sztajnszrajber: “No hay peor enemigo para la democracia que los absolutos”

El filósofo y ensayista, que admira a Tomás Abraham y brega por sacar a la filosofía del claustro llegó a Misiones para dar una charla abierta auspiciada por OSDE. En la previa habló sobre la importancia de hacerse preguntas sobre lo obvio y evitar los absolutismos.

Es, tal vez, el filósofo con la agenda más complicada del mundo. Obra de teatro, programa de televisión, columna en radio Metro, giras por el Interior, libro, clases universitarias y clases abiertas en el Centro Cultural Konex en las que se anotan hasta 500 personas. Darío Sztajnszrajber, apellido tan difícil de escribir como de pronunciar (shtain-shraiber), fanático de Estudiantes de la Plata, no para. Esta noche podes angustiarte con su visión de la filosofía en el auditórium del Montoya de Posadas.

 

“Es la primera vez que llego a Misiones para una charla y estoy contento con esto, porque se venía dilatando y gracias a la fundación OSDE se pudo dar” dijo el mediático filósofo. Esta noche desde las 20 horas dará una charla abierta sobre ¿Para qué sirve la filosofía?

Darío Sztajnszrajber, filósofo y ensayista. (fragmento de la entrevista). MisionesOnline

Planteó que en la actualidad no hay una “gran pregunta filosófica de la humanidad”.Para él en la actualidad no hay un problema filosófico de la sociedad contemporánea, consideró que existe una idea de que “la gente está vaciada de sentido, es como que no hay un sentido para la vida”.

 

Para él lo complejo de la sociedad actual es que al parecer “todo está demasiado claro, o sea todo viene con su manual de instrucciones, con sus recetas de procesamiento rápido. Lo que nos está faltando en estos momentos no es certezas, sino incertidumbre”.

 

Afirmó que “no nos está faltando encontrar el sentido de la vida, nos está faltando perderlo. Porque tu papá te dice de chico que vas a ser en la vida; en la carrera te dicen a que te vas a dedicar; los medios te dicen a quien vas a votar. Todo está pre-visto, pre-armado. Si vos encajas en esos moldes vas a ser feliz, porque la felicidad se transforma en un producto”.

 

“Evidentemente eso hace ruido, para mí el ruido está en esa sobre-estimación del sentido. En esa sobre valuación, que hay que hacer. Hay que volver sobre esos lugares más originarios que tienen que ver con la incertidumbre, que nos obligue a seguir preguntándonos. En ese sentido la angustia existencial es creativa” explicó el filósofo.

 

Planteó que en la vida cotidiana deben plantearse preguntas filosóficas, que pongan en cuestión la inutilidad del mercantilismo en que vivimos y poder “salir de la gran cajita feliz de lo que debe ser una persona”. Explicó que existe un “gran combo de serialización de lo que debe ser una persona para alcanzar la felicidad” y debemos re-preguntarnos sobre esto.

 

Para él la filosofía es un ejercicio de deconstrucción permanente. Es salir a cuestionar a todos los que hablan en nombre de la verdad. Por ello se muestra en contra de “los absolutismos” y en contra de la mercantilización de todas las cosas.

 

El pretende analizar temas existenciales y despertar el pensamiento crítico. Consideró que «no todo tiene que ser productivo en este mundo, incluso la amistad. Hemos perdido muchos valores, por ejemplo lo gratuito”.

 

Ejemplificó diciendo que a veces más allá  de su trabajo hace actividades gratuitas y su entorno le plantea que “seguro obtenés un beneficio”. Esa gratuidad “termina siendo revolucionaria, porque desencajas un sentido común. Obviamente que el sentido común te va a correr, pero esa es la pelea. La pelea muchas veces no tiene que ver con las grandes causas, sino con pequeñas cosas. Como puede plantearse y subvertir lo hegemónico del sistema”.

 

“Yo creo que la cajita feliz (el sistema social) es un dispositivo que se viene desarrollando a lo largo de la historia y con diferentes formatos. El formato actual es diferente por su epocalidad a otros. Le desconfío de los absolutos y la filosofía es el arte de profanar estos absolutos” dijo concluyente.

 

Para terminar recupero una frase de Friedrich Wilhelm Nietzsche “no hay hechos absolutos, sino interpretaciones”. Para él “en la diversidad de las interpretaciones que todos nosotros hagamos de un hecho ahí habita la democracia. No hay peor enemigo para la democracia que los absolutos. Porque si hay alguien está convencido que está en poder del absoluto y vos pensás diferente no hay democracia y vos te vas al psiquiátrico, en cana o te vas y ahí no hay democracia”.

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