Chueco será indagado hoy por el juez Casanello en la causa por lavado

Jorge Chueco, abogado y apoderado del empresario Lázaro Báez, llegó a Buenos Aires luego de ser capturado en Paraguay -a donde aseguró, ingresó de manera legal-, tras permanecer varios días desaparecido. El juez Sebastián Casanello ordenó exámenes médicos y lo interrogará en las próximas horas.

El abogado partió a Buenos Aires este mediodía en un avión turbohélice de la Prefectura Naval que decoló del aeropuerto de Posadas General San Martín a las 11.20.

Un rato antes, el abogado requerido por la Justicia Federal argentina llegó fuertemente custodiado a la zona del aeropuerto viejo de Posadas, del otro lado de la pista donde se ubica la actual terminal.

Chueco pasó la noche sin sobresaltos en una celda del Escuadrón 50 de la Gendarmería Nacional en Posadas. Hubo movimiento inusual en la sede de la GN, en Félix de Azara y Alvear, hasta la medianoche. Hasta el jefe de la Policía de Misiones, comisario general Manuel Mártires Céspedes, pasó por allí para interiorizarse de la situación y poner a disposición a sus hombres. También hubo contactos de distintos funcionarios judiciales, interesados en corroborar lo que en ese momento era noticia nacional.

El hombre más buscado de la Argentina cenó allí y durmió un poco. Se lo notaba más cansado que angustiado. Trascendió que mencionó que desea ver a sus hijos. Estando en Encarnación, donde lo terminaron atrapando, se habría contactado con ellos.

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Hoy temprano le informaron que previo paso por el Juzgado Federal de la capital misionera iba a ser llevado a la Ciudad de Buenos Aires. Una vez allí, ante el juez Federal Sebastián Casanello decidirá si cuenta todo lo que sabe en la causa por el presunto lavado de dinero denominada “La ruta del dinero K”. También tiene la posibilidad de abstenerse o de pedir comparecer como testigo protegido.
Por la madrugada llegó al aeropuerto de Posadas desde el aeródromo de San Fernando un avión de la Prefectura Naval Argentina. Es la máquina que lo llevará a la Capital Federal.
Después de dejar Puerto Iguazú en colectivo, Chueco estuvo en Foz de Iguazú, donde aseguró que lo asaltaron. Por eso estaba un poco golpeado, aseguró ante los policías paraguayos que hablaron con él.
Desde Foz pasó en mototaxi hacia Ciudad del Este. No exhibió DNI alguno. El abogado se defendió diciendo que entró a Paraguay «como lo hace todo el mundo».
¿Qué hizo desde entonces hasta que apareció en Encarnación? Solo lo sabe él. ¿Pensaba matarse realmente? Hay dudas. A los investigadores les dio la sensación de que su ánimo oscilaba entre la idea de quitarse la vida y seguir huyendo, pero que siempre prevalecía lo segundo. Sin embargo, creen que no tenía un plan determinado y que por momentos deseaba que lo encontraran. «Hasta acá llegué, ayúdenme», imploró al personal del hotel encarnaceno Le Club, que lo retuvo ante las sospechas de que podía saltar al vacío.
Después de dejar el calabozo de la Gendarmería, Chueo fue llevado al Juzgado Federal de Posadas, sobre la avenida Mitre. Allí le notificaron que iba a ser llevado a Buenos Aires. La aeronave de la PNA ya está en la pista del aeropuerto posadeño, listo para partir.
En la resolución en la que el juez Casanello dictó la prisión preventiva del empresario santacruceño Lázaro Báez, mencionó las sospechas que salpican a Chueco con los siguientes párrafos:
“En efecto, existen sospechas concretas de que entre el 14/12/12 y el 08/04/13, a través de una posible maniobra de auto-venta o autocompra de títulos de deuda pública por parte de Helvetic Services Group SA, se reingresó al país una suma aproximada de 33 millones de dólares que habrían sido insertados en el mercado local a partir de su depósito en una cuenta bancaria de Austral Construcciones S.A. en el Banco de la Nación Argentina, a través de nueve cheques por un total de $208.840.876, endosados por Jorge Chueco –como apoderado de Helvetic- y depositados por Eduardo Larrea y Claudio Bustos en nombre de Austral. Las operatorias consistían en transferencias de dinero procedente de fuentes ilícitas desde SGI Argentina SA a Helvetic Services Group SA; a su vez esta firma, que registraba una cuenta comitente en la sociedad de bolsa ‘Financial Net Sociedad de Bolsa’, adquiriría bonos de deuda soberana, luego esos títulos se transferían en dólares a través de un sistema de compensación y liquidación en Suiza y finalmente reingresarían al país para ingresar al patrimonio de Austral Construcciones SA. Según fue informado por la mencionada sociedad de bolsa, la solicitud de apertura de registro de la cuenta comitente fue presentada el día 10/12/12 por Néstor Marcelo Ramos y Jorge Chueco, como titulares o representantes legales de Helvetic. A esta altura, en virtud de haberse recolectado elementos probatorios que permiten sospechar fundadamente que nos encontramos ante un supuesto de lavado de activos, en las cuales de -acuerdo a las circunstancias relatadas- habrían intervenido los representantes y autoridades de Austral Construcciones SA y Helvetic Group SA, habré de convocar a declaración indagatoria (art. 294 C.P.P.) y ampliación (art. 303), en su caso, a Lázaro Antonio Báez, Martín Antonio Báez, Julio Enrique Mendoza, Claudio Bustos, Eduardo C. Larrea, Jorge Chueco y Néstor Marcelo Ramos. La reciente noticia acerca del paradero de Jorge Chueco me lleva a librar a su respecto inmediata orden de captura nacional e internacional.
Por otro lado, en consonancia con lo dispuesto, habré de adoptar un temperamento cautelar que permita asegurar los bienes que presumiblemente, y de conformidad con los parámetros legales propios de esta instancia, habrían formado parte de las conductas ilícitas imputadas (arts. 23 y 305 del C.P.). Así, encontrándose presentes los requisitos que habilitan el resguardo anticipado –fumus boni iuris y el periculum in mora-, tornándose procedente y razonable el dictado de la medida cautelar respecto del patrimonio de los imputados por lavado de dinero, es que corresponde DECRETAR LA INHIBICIÓN GENERAL DE BIENES de Julio Enrique Mendoza, Claudio Bustos, Eduardo C. Larrea, Jorge Chueco y Néstor Marcelo Ramos, cuyas demás condiciones personales obran en autos, y de la firma Helvetic Services Group SA, de conformidad con lo normado por el artículo 23 y art. 305 del Código Penal y el artículo 518 del Código Procesal Penal de la Nación”.
Chueco puede callar o contar si todo esto es cierto.

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