Caso D’Amico: siguen presos los 8 sospechosos y esta semana definen qué juez seguirá al frente de la causa

Fuentes judiciales confirmaron que no hay dudas: los ocho detenidos por el crimen del preventista bonaerense Nicolás D’Amico (34) tuvieron participación en el hecho, con distintos roles. Por eso, siguen presos a la espera de que se resuelva su situación procesal. Allí se sabrá si todos continuarán entre rejas o alguno podrá recibir la excarcelación.
Los informantes añadieron que hay muchos indicios de que a D’Amico lo atacaron a golpes de fierro en la carnicería de la avenida Las Américas de Oberá la noche del 30 de octubre pasado y que luego incendiaron el coche de la víctima, con el preventista en el baúl, para borrar las pruebas.
Dónde murió es clave. Pudo haber sido en el comercio. O bien los homicidas lo atacaron brutalmente allí para terminar luego el “trabajo” en otro sitio.
El VW Bora quemado de D’Amico, con los restos calcinados del hombre, apareció en el paraje El Chatón, en las afueras de Alem.
El escenario de la muerte es fundamental, porque la jueza de la causa, Selva Raquel Zuetta, titular del Instrucción Cinco de Alem, analiza por estas horas si ella debe seguir entendiendo en el expediente o el magistrado Horacio Alarcón de Oberá, ciudad en la que pudieron haber asesinado a la víctima.
El expediente es voluminoso. Tiene cuatro cuerpos y la jueza lo está analizando a fondo. Trascendió que esta semana se expediría sobre la competencia. Y si decide seguir, se abocaría a resolver la situación de los sospechosos.
Diego Ramón Benegas (33), Gustavo Germán Benegas (29), Guillermo Andrés Burkiewicz (28), Jhonatan Emanuel Gutiérrez (23), Ramón García, Vanesa (ex mujer de Diego), el aspirante de la PNA Diego Orlando Gutiérrez y un cabo de la Policía, que prestaba servicios en la División Montada de la Unidad Regional Dos de Oberá, son los detenidos.
El más comprometido es Diego Benegas, dueño de la carnicería y que tenía una abultada deuda con D’Amico. Otros dos detenidos, un empleado y un ex trabajador suyo, lo apuntaron como la persona que atacó al preventista con una barreta en la oficina administrativa del comercio.
Para deshacerse del cadáver, creen que el carnicero fue ayudado por un empleado y por el aspirante de la PNA. El resto habría estado al tanto de lo que sucedió y calló de manera cómplice.

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