El juez de Instrucción Tres de Posadas, Fernando Verón, elevó a juicio la causa por el asesinato a puñaladas del joven Alejandro “Tolo” Acosta (22), ocurrido sobre la avenida Corrientes de la capital provincial la mañana del 26 de septiembre de 2014.
Acosta recibió 17 puñaladas y ni el ruego de clemencia hacia su atacante sirvió para frenar la barbarie. Su cuerpo bañado en sangre quedó tirado a la altura del cruce con continuación La Rioja. Una imagen de esa mañana se viralizó por las redes sociales y circuló vía Whatsapp: un amigo de la víctima llorando desconsoladamente al lado del cadáver.
Ese amigo precisamente fue quien aportó datos relevadores acerca del atacante, que cayó rápidamente y ahora va camino al banquillo de los acusados.
Guillermo Andrés Barboza (25) está preso por el homicidio, ocurrido alrededor de las 6.40. Lo imputaron del delito de “homicidio simple”, castigado con entre 8 y 25 años de prisión. Hay abrumadoras pruebas en su contra, por lo que no se descarta que vaya a un juicio abreviado.
El expediente pasó más de medio año en la Fiscalía de Instrucción de Adriana Herbociani, quien finalmente se pronunció a favor de que Barboza vaya a juicio y que el otro sospechoso que tiene la causa fuera sobreseído. Se trata de Héctor Ramón De Oliveira, apodado “Brasilero”, a quien apuntaban como cómplice del homicida. En su momento, dijeron que retuvo al amigo de Acosta para que no lo asistiera y que Barboza pudiera atacarlo con el cuchillo a su gusto.
El arma homicida, precisamente, se lo facilitó De Oliveira a Barboza. Y una vez cometido el crimen, el joven se lo devolvió a su dueño: apareció tirado en el patio de la casa de Brasilero.
Barboza está alojado en el Instituto de Encausados y Procesados de Miguel Lanús, dependiente del Servicio Penitenciario Provincial (SPP).
Tragos y muerte
Entre la noche del jueves 25 de septiembre de 2014 y la madrugada del viernes 26, Acosta, Barboza y un amigo decidieron salir a disfrutar la noche casi veraniega compartiendo bebidas de todo tipo. Empezaron el raid en un pub ubicado en San Lorenzo entre Santa Fe y Sarmiento. Y luego fueron a otro, situado sobre San Lorenzo casi La Rioja.
Ya bastante pasados de copas, después de las 6, los tres empezaron a caminar hacia la avenida Corrientes. Se cree que se dirigían a la casa de la abuela de uno los jóvenes, al parecer porque desde ese lugar (Centenario y Bermúdez) iban a tomar un taxi porque sabían el costo desde ese lugar en base a la plata que disponían.
Sin embargo, a la altura de continuación La Rioja, se desató una discusión. Al parecer, Barboza había tenido una relación sentimental con la hermana de Acosta y se lo manifestó, cosa que desató la pelea.
Con abundante alcohol encima, lo que arrancó como un entredicho cruzó los límites al poco tiempo. Acosta y Barboza se pelearon prácticamente desde la avenida Centenario hasta la calle Marcelo T. de Alvear y allí, “Guille” corrió hasta la casa de De Olivera, a quien le pidió un cuchillo, o lo tomó por su propia cuenta.
Barboza no tardó mucho tiempo en volver a tener cara a cara a Acosta. Pero esta vez la violencia llegó a un nivel extremo: le asestó 17 cuchillazos a Acosta, quien cayó al suelo y murió en la vereda. No tuvo la mínima chance de defenderse ni de sobrevivir a semejante ataque. Sufrió el grueso de las heridas (algunas profundas y otras superficiales) en el tórax.
Esteban Alonso, el joven que compartió los tragos con víctima y victimario, contó en la reconstrucción del hecho, que se hizo el 1 de julio de 2015, que vio todo y no pudo hacer nada por su amigo.
Recordó que cuando llegó la Policía estaba llorando al lado del cadáver, tirado en el suelo. Él aportó el nombre del autor.
En ese trámite judicial se sumó el testimonio de un transeúnte que pasaba por el lugar y también vio el ataque. “Es el muchacho que trabaja en la verdulería”, apuntó esta persona. Era Barboza. Cayó al poco tiempo.
MAS
EP
