Diego Benegas, el dueño de la carnicería obereña donde habrían atacado al preventista Nicolás D’Amico (34), que luego apareció calcinado en el baúl de su auto, se abstuvo de declarar. Así terminó la ronda de indagatorias por parte de la jueza de Instrucción Cinco de Alem, Selva Raquel Zuetta.
Esta semana es clave para la causa, porque la magistrada podría resolver la situación de los sospechosos que aparecen como menos comprometidos: un hermano de Benegas, su ex mujer, dos empleados y un cabo de la Policía provincial.
Al igual que Benegas, otros dos imputados tienen un panorama un poco más complejo. Se trata de un empleado, sindicado como coautor del asesinato, y un aspirante de la Prefectura Naval Argentina, que habría colaborado con los autores en el traslado del cuerpo de la víctima desde Oberá hasta las afueras de Alem.
Hasta el momento, dos de los acusados fueron los que aportaron detalles sobre el homicidio. Claro, en ambos casos, ellos mismos se desligaron del crimen. Uno es un ex empleado, que al momento del episodio estaba a cargo del sector embutidos de la carnicería de la avenida Las Américas. Este dijo que el propio de Benegas le admitió que con un empleado atacaron a barretazos a D’Amico y que luego se deshicieron del cadáver.
Otro trabajador, sindicado como quien ayudó a Benegas, dijo que cuando él entró a la oficina administrativa del abasto, el carnicero estaba atacando al preventista, con el que tenía una deuda superior a los 350 mil pesos.
El aspirante de la PNA habría acompañado a quienes llevaron el cuerpo de D’Amico desde la carnicería hasta el descampado donde prendieron fuego su coche VW Bora, con él cadáver en el baúl.
Luego, el joven que quería ser marinero habría llevado a Benegas y a su supuesto cómplice de regreso a Oberá.
Los investigadores decomisaron la barreta apuntada como el arma homicida y detectó muestras de sangre en la oficina administrativa de la carnicería y en el auto del aspirante de la Prefectura.
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EP
