No descartan que Chueco haya cruzado a Paraguay o Brasil por pasos clandestinos

El misterio crece. No hay señales del abogado Jorge Chueco, intensamente buscado desde el jueves, cuando su ex esposa, Patricia Marcela Tendler, denunció su desaparición después de un llamado desde Puerto Iguazú. El abogado vinculado a Lázaro Báez y presuntamente involucrado en el escándalo de lavado de dinero fue visto por última vez en la tarde del jueves en uno de los hoteles donde pagó una habitación. Después, se esfumó.
Sin embargo, los investigadores de fuerzas federales y provinciales tienen la firme sospecha de que el abogado cruzó la frontera para refugiarse en Brasil. De hecho, la declaración de un colectivero que hace el trayecto de Iguazú a Foz, declaró ayer ante la Policía que cree haberlo llevado el jueves al otro lado del río. Sin embargo, no hay certezas.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich se comunicó con el Gobierno provincial para poner todas las fuerzas a disposición para colaborar con la investigación. Por estas horas, más de cien efectivos bajo el comando de Prefectura, encabezan la búsqueda del abogado a quien se vio por última vez en la tarde de ayer en un hotel en Iguazú, donde dejó una carta suicida y otro que ya está en manos del juez federal Sebastián Casanello, donde daría detalles de la causa de lavado.
Ayer la Policía confirmó lo que había anticipado este diario: Chueco llegó a Misiones en auto y dejó su vehículo en el estacionamiento del hipermercado Libertad a escasos metros de un cajero electrónico. Desde allí, Salvador Miceli (63) (contador y amigo de Chueco) llevó el vehículo a Iguazú a pedido de su ex mujer. El vehículo fue retenido por la Policía y se secuestró ropa y un celular, que sería el del propio Chueco, activado por última vez el miércoles a las 10.59.

 Personal de la Brigada de Investigaciones del Comando Regional pudo confirmar con la Aduana de Brasil los movimientos migratorios del abogado desaparecido.
Asó se pudo establecer que registra movimientos migratorios a través del aeropuerto desde el año 2007 en adelante.
El 17 de noviembre del año pasado, el 5 de febrero y el 18 del mismo mes, partió del aeropuerto de la ciudad de las Cataratas como turista con destino al aeropuerto internacional Antonio Carlos Jobin de Rio de Janeiro.

Chueco arribó a Iguazú en un colectivo de media distancia. Llegó a terminal el martes entre las 11 y 12 aproximadamente, conforme se observan en las cámaras de seguridad.
Posteriormente a las 13 se alojó en el hotel Los Helechos. Después hizo reservaciones y se alojó en el Hotel Saint George.

Ebrio y con pastillas
El miércoles protagonizó un incidente en Cataratas, donde se pensó que pretendía suicidarse. Fue encontrado tirado en una pasarela cerca a la Garganta del Diablo. Los médicos policiales confirmaron que mezcló whisky con Rivotril y apenas se podía tener en pie.
Esa hipótesis se fortaleció después cuando el juez Osvaldo Lunge ordenó un allanamiento en el hotel donde se alojaba y encontró una nota en la que le decía a su ex esposa: “No me ahorqué por que me vino tu imagen”. A su ex mujer le dejó en cambio 43.750 dólares y varios miles de pesos. También dejó otra “jugosa” carta que ya está en manos del juez Sebastián Casanello, quien investiga a Lázaro Báez por supuesto lavado de dinero.
De acuerdo con la reconstrucción que hicieron los investigadores, la búsqueda comenzó apenas tres horas después de la última vez que fue visto por uno de los testigos en la zona.
Hasta anoche no había novedades del abogado. En medio de un fuerte operativo policial, continuaba la búsqueda de Chueco en la ciudad de las Cataratas.
En la tarde del sábado desde la policía provincial sumaron la colaboración de fuerzas de los Brasil y Paraguay.
“Sabemos que el hombre conocía la zona, porque tenemos registros de que había venido varias veces a Iguazú, inclusive este año, y cruzó a Brasil” detallaron.
“De todas maneras se lo busca por tierra, agua y aire en toda la región, no solo en países vecinos. Porque asi como no descartamos que haya cruzado a otro país, tampoco descartamos que pueda estar aún escondido por la zona” indicaron.

kjhgdskjhgfdasp

Los efectivos están desconcertados. La desaparición del abogado se ha vuelto una obsesión. Pero la falta de resultados es lo que más les preocupa. Ya no es el prestigio de la Policía Provincial lo que está en juego, desde que llegó orden del Ministerio de Seguridad para sumar a las fuerzas federales.
Esta obsesión los ha llevado a escrutar cada centímetro cuadrado de la ciudad, que hasta ayer parecía sitiada por los numerosos retenes dispuestos en lugares estratégicos.
En estricto off the récord los uniformados comienzan a abonar la teoría de que Chueco «saltó el charco».
Fuentes que participan de la búsqueda confiaron a MOL que «Chueco cruzó en colectivo de línea a Brasil y después pasó a Paraguay caminando».
La hipótesis no sería descabellada: pudo haberlo hecho durante el tiempo que tuvo desde la última vez que se lo vio en Iguazú hasta que comenzó la intensa búsqueda, después de que su esposa radicara la denuncia por su desaparición.
Ya no son muchos los lugares que quedan por revisar. Algunos vecinos de barrios como el de Villa 14, cercano al centro, se sorprendieron ayer por la tarde al comprobar frente a sus casas la presencia de efectivos de seguridad.
La esposa de Chueco ya volvió a Buenos Aires y en Iguazú solo quedan sus hijas que todavía abrigan la tibia esperanza de saber que pasó con su padre.

Chueco es “representante legal” de Helvetic, una misteriosa firma suiza manejada por argentinos, pero cuyos verdaderos todavía se desconocen. Además, fue asesor del empresario patagónico Lázaro Báez, acusado de lavado de dinero.
Helvetic es la firma que adquirió la financiera SGI, más conocida como “La Rosadita”, donde Martín Báez y Gadín contaban millones de dólares y pesos, de acuerdo con las filmaciones de las cámaras de seguridad que se dieron a conocer en las últimas semanas y derivaron en la detención de Lázaro y su contador, Daniel Pérez Gadín.
Con 64 años, el abogado fue puesto en la mira de la justicia en 2013 cuando el magistrado José María Campagnoli lo investigó por la compra de la financiera SGI a manos de Helvetic, la empresa de la que Chueco era apoderado.
Por aquellos días, Federico Elaskar denunció que se había tenido que desprender de su empresa tras haber sufrido extorsiones y que no había cobrado el precio de la venta, dando así los primeros indicios en la causa que hoy investiga a los Báez por presunto lavado de dinero.
El desaparecido abogado Jorge Chueco estaba imputado en la causa por lavado de activos en la que está detenido Lázaro Baez y tenía pedida la declaración indagatoria por parte del fiscal federal Guillermo Marijuán desde el 18 de junio del año pasado.
Según la imputación de la fiscalía, Chueco figuraba como socio en la
empresa «Sernorte Holding SA», a la que se habrían transferido primero
acciones de la financiera SGI y tenía «vínculo» con el ahora detenido
contador Daniel Perez Gadin.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas