La Cámara de Diputados de Brasil aprobó el juicio político a Dilma Rousseff

La Cámara de Diputados de Brasil aprobó este domingo dar continuidad y elevar al Senado el proceso de juicio político a la presidenta Dilma Rousseff, quien está acusada de «crimen de responsabilidad» por haber realizado supuestamente maniobras ilegales con los presupuestos de 2014 y 2015.
La iniciativa alcanzó los 342 votos necesarios, equivalentes a dos tercios de los 513 integrantes de la cámara baja, a las 23.10 (misma hora en la Argentina), cuando se llevaban más de cinco horas de una votación en la que cada diputado disponía de 30 segundos para emitir su voto y argumentarlo.
Mientras tanto, se registraban 127 votos contra el juicio político, seis abstenciones y dos diputados ausentes, y faltaban votar 36 legisladores.
Si el Senado ratifica esa decisión a principios de mayo, Rousseff será sometida a un juicio político que implica su separación transitoria del cargo.
En ese caso, la sustituiría su vicepresidente Michel Temer, quien podría gobernar hasta fines de 2018, cuando finaliza el mandato, si los propios senadores declaran a la jefe de Estado culpable en un plazo de 180 días.
La presidente es acusada de ocultar la situación real financiera del país, lo que en palabras del abogado brasileño Miguel Reale Jr. -quien junto a los letrados Hélio Bicudo y Janaina Paschoa iniciaron el proceso de impeachment-, constituye un «crimen de responsabilidad».
La lucha política que paraliza a la principal economía latinoamericana tendrá otro epicentro en las calles de las principales ciudades del país, donde ambos bandos preparan concentraciones masivas, con pantallas gigantes, para asistir en directo a una ceremonia de rituales meticulosos.
El sábado, durante la segunda jornada de debates, y a pocas horas de la votación final en Diputados, Rousseff acusó a los impulsores de su proceso de destitución en el Congreso de querer llegar al poder para sustraerse a las acusaciones de corrupción que pesan sobre ellos mismos.
«Quieren condenar a una inocente y salvan a corruptos», afirmó.
«¿Será que quienes lideran el golpe permitirán que el combate a la corrupción continúe? ¿Cuál es su legitimidad?», se preguntó Rousseff, que en los últimos días acusó a su vicepresidente, Michel Temer, y al jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, de ser «el jefe y el subjefe» de una conspiración en su contra.
«Vivimos días decisivos para la joven democracia brasileña. (…) Vivimos sobre una amenaza de golpe de Estado. Un golpe sin armas, pero que usa artificios más destructivos como el fraude y la mentira, en una tentativa de destruir un gobierno legítimamente electo», subrayó la jefa de Estado.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas