Se trata de Agrodema, nueva unidad de negocios de la productora de plantas ornamentales Iván Cheroki, una de las empresas con más historia en ese ramo en la provincia. El proyecto fue desarrollado en el marco del programa de apoyo a emprendedores Naves, impulsado por el Banco Macro y la Universidad Austral.
La empresa comenzó a desarrollar invernáculos con prestaciones especiales, como control de temperatura y riego automatizados, para satisfacer sus propias necesidades en la producción de plantas ornamentales, pero al ver otras empresas tenían necesidades parecidas y que no había un oferente en la región, surgió la idea de comenzar a fabricar invernaderos para terceros.
“Tenemos una empresa familiar, hace 50 años nos dedicamos a la venta mayorista de plantas ornamentales a todo el país, teníamos proyectado comenzar a fabricar invernaderos de alta tecnología, pero no teníamos mucho tiempo para hacerlo. Todo cambió cuando recibimos una invitación del Banco Macro para participar de Naves, no estábamos muy informados, pero decidimos hacerlo. Las primeras clases significaron un empujón de energía, nos entusiasmamos mucho, recibimos mucha información y conocimientos. A mí, que estoy a mediana edad, me dio la perspectiva de seguir arrancando, me di cuenta que emprender no es cosa exclusiva de jóvenes”, dijo Iván Cheroki, uno de los propietarios de la empresa.
Explicó que por las características de la producción de plantas ornamentales, que son muy susceptibles a las condiciones externas y a las inclemencias del clima misionero, se vieron obligados a desarrollar invernáculos con características especiales y dotados de alta tecnología. “Misiones tiene inviernos fríos y veranos muy cálidos, eso complica la producción, fuimos estudiando, trayendo tecnología de afuera. La floricultura es una de las áreas más tecnificadas dentro de la agricultura y de las más exigentes”, dijo.
“Empezamos a traer elementos de afuera, estructuras de acero galvanizado, con calefacción y refrigeración, se trajo tecnología a la provincia, eso lo usábamos para nosotros y me di cuenta que había un montón de gente que también necesitaba eso. Teníamos la tecnología, pero nos faltaba un paquete de conocimiento: cómo movernos, cómo conectarnos, asesorarnos legalmente, todo eso lo recibimos a través del IAE y eso fue lo que completó la unidad de negocios”, relató.
Destacó que una vez que comenzaron a desarrollar el proyecto en el marco del programa Naves, hace poco más de un año, se dieron cuenta que tenía un potencial comercial importante, avanzaron y pudieron concretarlo. “Hoy estamos con cuatro obras y tenemos prevista una reunión en pocos días en Paraguay con una multinacional que está interesada en comprar nuestro producto. No damos abasto con la cantidad de pedidos que tenemos.”, afirmó.
Explicó que sus clientes potenciales son los viveros orientados a cualquier producción, como yerba mate, té, forestación.
