Secuestraron el arma con la que habrían asesinado al vendedor de carne

Los detectives que trabajan en el caso del asesinato de Nicolás D’Amico (34), el vendedor de carne al que encontraron calcinado en el baúl de su auto en las afueras de Alem en octubre del año pasado, secuestraron el arma con la que habrían reducido y posiblemente ultimado a la víctima: se trata de una barreta.
La barra de metal era utilizada para hacer funcionar una maquinaria de la carnicería allanada el jueves pasado en Oberá. Llegaron hasta ella por los datos que aportó el sospechoso que interrogado horas después de la redada y que incriminó a otros tres imputados.
La barreta será sometida ahora a una serie de estudios de mayor complejidad para que se determine si detenta huellas genéticas que ayuden a esclarecer el caso.
A D’Amico lo asesinaron el 30 de octubre de 2015, luego de que fuera a Oberá a cobrarle una deuda al comerciante Diego Benegas, quien estaba al frente de una carnicería de la avenida Las Américas de la Capital del Monte.
A las 19.44 le perdieron el rastro al bonaerense que vivía en Alem, pero representaba a una firma cárnica de Lobos, provincia de Buenos Aires. Benegas tenía una deuda de alrededor de 350 mil pesos con él, según los indicios que manejan los investigadores.
Esa deuda habría sido el motivo del crimen. El imputado que declaró, que era encargado del sector embutidos de la carnicería, dijo que fue su entonces patrón y otro de los empleados los que ese día llevaron bajo engaños a D’Amico hasta la oficina administrativa del negocio y allí lo atacaron con la barreta.
Los forenses que hicieron la autopsia determinaron que el preventista ya estaba muerto cuando lo colocaron en el baúl. En la zona, los peritos levantaron unos plomos, por lo que se cree que pudieron haberle disparado a la víctima para rematarla.
El ex empleado dijo ante la jueza Selva Raquel Zuetta que Benegas y uno de los empleados llevó el cuerpo de D’Amico en el propio coche de la víctima al paraje El Chatón. Y añadió que el aspirante de la Prefectura también arrestado en el marco de la causa, los siguió con su coche y después trajo de vuelta a los presuntos autores materiales del crimen.
De los otros sospechosos, se cree que sabían lo que pasó y no contaron nada. Ahora tienen la posibilidad de hacerlo.
Las fuentes indicaron que será complejo corroborar todos los dichos del arrepentido, porque el fuego que redujo el cuerpo de D’Amico hizo imposible que se determine el motivo del deceso. De todos modos, la Justicia cuenta con otros elementos, como testimonios y pericias para ubicar a cada actor en su lugar.
De momento, trascendió, no se prevén más detenciones.

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