Pasaron 7 años de la muerte de Javier Pauluk y desde hace cinco no hay avances en la causa

Toda una familia no entiende como no hubo demasiados avances de la causa en siete años. Un homicidio en pleno centro de Posadas, un joven ingeniero informático asesinado a balazos y justo un viernes Santo. Cosas que duelen en el corazón de una familia que clama justicia. Mirian Pauluk, hermana del joven, expresó sus sentimientos en una conmovedora carta.

Ayer 10 de abril se cumplieron 7 años de aquel viernes Santo cuando en las calles Catamarca y Buenos Aires, encontraron sin vida a Javier Pauluk, ingeniero informático que trabajaba para un organismo del estado y apareció con varios balazos dentro del auto de su hermana.

Mirian, su hermana ha sido una luchadora permanente y hasta el día de hoy no baja los brazos aunque haya perdido esa confianza en la justicia. Es que en estos años, se manejaron distintas hipótesis, primero que fue un crimen pasional por el cual estuvo detenido un tiempo una supuesta ex pareja de la víctima, hasta tres jóvenes de la zona sur de Posadas que luego se supo que nada tenían que ver.

Nunca hubo una linea investigativa firme. Hay una familia que hasta el día de hoy no tiene explicación del ¿porqué o quién lo hizo?. En definitiva son interrogantes que se plantean desde aquella triste mañana del 10 de abril del 2009.

El juez Marcelo Cardozo es quien ha sido el último elemento de la justicia que había ordenado medidas para este caso. Fue a fines del 2010 cuando se produjo la detención de tres jóvenes en el barrio A-3-2 de Posadas.

ultimos detenidos

En esa oportunidad, Luis Alberto Rodas alias “Piojo”, Jonathan Miranda «Ketón» y Matías Rivero mas conocido como Matute, fueron capturados y puestos como sospechosos del crimen.

Quien primero recuperó la libertad fue Rodas tras que el juez le aplicara “la falta de méritos”. Es que había estado preso por una causa federal en la provincia de Chaco, según confirmó el juez Marcelo Cardozo al momento del homicidio del ingeniero informático  en 2009.

Luego se le tomaron las muestras de ADN a los otros dos sospechosos, Jonatan Miranda “Keton” y Facundo Matías Rivero a que en la indagatoria se abstuvieron de declarar. Posteriormente se supo que esa hipótesis fue cayendo y los resultados negativos en las muestras de ADN de los sospechosos y la sangre encontrada en el auto de Pauluk, terminaron por resolver que el juez los dejara en libertad.

Una carta conmovedora

No es la justicia, es el tiempo …

En estos días y casi sin darme cuenta, se van a cumplir 7 años de aquel viernes santo en el que la historia de vida familiar ha cambiado para siempre. Aquel día en que el más perverso de los seres humanos terminó con la vida de mi hermano Javier.

Fue el viernes santo en el que sentimos el dolor de María a los pies de la cruz, en el que sentimos que nuestras vidas ya no serían las mismas.

La muerte es parte de la vida, sin embargo, cuando esa muerte es violenta y nos toca tan de cerca, esa muerte nunca nos parece natural. Fue desgarrador, verte tendido en el auto sin vida, fue desgarrador tener que explicar a mis padres que su hijo ya no volvería.

Ese día fue como si se detuviera el tiempo, abriéndose un abismo que tragó el pasado y también el futuro, que llenó de interrogantes nuestras vidas, fue una bofeteada que dolió por años. Un vacío que no se podía llenar con nada ni nadie, un sufrimiento inigualable.

Ese día empezó una nueva historia. Conocí una realidad hasta ese momento desconocida. Golpeé puertas clamando por justicia y encontré profesionales y funcionarios inescrupulosos, incapaces de cumplir con sus obligaciones, tal vez no por ignorancia e ineptitud, sino porque se arrastraban a los pies de sus “jefes políticos”, de quienes daban órdenes y pagaban a cambio.

Ese día supe lo que era estar en el lugar Juan “Ticha” Bárbaro, Antonio Golemba, Julio Ehinger (f) y cuantos más familiares de víctimas de la injusticia misionera. Porque sí, ya no son solo víctimas de sus asesinos sino también de la policía misionera y los funcionarios judiciales.

En estos 7 años conocí en primera persona la corrupción del gobierno e instituciones de Misiones, esa corrupción que no da libertad para cumplir con la ley, que no da libertad a los jueces y autoridades policiales para asumir responsablemente su tarea, esa corrupción que es la gangrena del pueblo misionero.

En este tiempo, además de Javier se fueron muchos más, también se fue mi padre, con la duda del rostro asesino pero con la convicción del hijo criado, se fueron los seudo amigos, se fueron los llantos inconsolables, se fueron 7 años.

En este tiempo se fue la confianza incondicional en la justicia. Donde los funcionarios terminan siendo cómplices de los asesinos.

Lo que permanece es el amor, ese amor fraternal que mamamos de una familia bien constituida, en donde los principios, la moral y las buenas costumbres fueron nuestro norte rector.

Hoy sé que no es la justicia sino el tiempo el que me llevará frente a frente con tu asesino, ese día va a llegar. Porque así como este tiempo te lloré y extrañé, caí y me levanté, con la fuerte que me dieron los recuerdos. Este tiempo “tu asesino” “el asesino” no tuvo un día de paz, aunque con los bolsillos llenos, no pudo mirar a su hijo a los ojos sin olvidar los tuyos. Y finalmente el dinero terminará pero su conciencia no lo dejará en libertad.

No es la justicia, es el tiempo ….

Mucho tiempo lloré tu ausencia y no volviste. Hoy son tus recuerdos los que me acompañan.

Eternamente juntos …. Mirian

MAG

EP

 

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