Un vecino de la localidad de Itatí contó lo que muchos saben, pero pocos se animan a decir. La localidad que lleva el nombre de la Virgen Morena es el principal paso de la droga que ingresa al país y la mayor parte del pueblo lo sabe, lo ve y no lo denuncia. En principio remarcó que quienes se dedican al narcotráfico están bien organizados y manejan tecnología de punta. «Los chajá nuevos son los drones, con eso se maneja todo», manifestó. En cuanto a los controles que se llevan adelante en los pasos fronterizos aseguró «algunas veces son burlados y otras veces las autoridades hacen la vista gorda, se compran voluntades”. «La sociedad tiene que dejar de ser un espectador», dijo y recalcó «el efectivo corre por todos lados y con ello se compran voluntades».
Un pescador de Itatí –que por su seguridad decidimos no dar el nombre- dialogó en exclusivo con Radio Sudamericana y reveló cómo entra, cómo sale la droga en aquella localidad, y cómo operan los narcotraficantes a plena luz del día y bajo la mirada de todo un pueblo.
El testimonio señaló que en Itatí hay organizaciones familiares que se dedican a trasladar la droga y allí comienza una logística bien estudiada por los narcos. «Hay gente bien organizada, con tecnología de punta para proveer a los compradores de este lado”.
«Es muy fácil pasar la droga de un país a otro atravesando el Río Paraná», dijo el estrevistado. «Desde Paraguay a la Argentina hay 5 minutos, todo depende de la organización y de la potencia de la embarcación”. «De Igual manera los encargados de estas tareas conocen perfectamente los horarios y movimientos de las autoridades que realizan los controles. Están muy bien organizados con todos los elementos para hacer el contrabando”.
Según el entrevistado, no hay un horario preciso para realizar el «operativo». “Un día de pesca normal puede convertirse en el día perfecto porque se camuflan como pescadores, ellos manejan los horarios de acuerdo al movimiento que hay del otro lado”. Desmintió el mito de que “la droga se pasa por la noche” y agregó «a veces, con la luz del día, se produce la mayor cantidad de traslados”, explicó.
Pero los encargados de hacer estos “trabajos” nos son desconocidos para los habitantes del pueblo, “todo el mundo los conoce, por lo menos los que vivimos en la zona, el que quiere ver lo ve”, aseguró.
Las cantidades que se transportan varían, “van de pequeñas a más de cien kilos en un abrir y cerrar de ojos”.
Arribo y distribución
“Una vez que llega a la costa Argentina hay varios procedimientos, lo más común es que de este lado ya estén esperando la droga. Hay una coordinación desde el momento del embarque desde el otro lado”, relató el pescador. “Una vez que llega se produce el traslado vía terrestre”.
“El manejo de la información y de la tecnología es de ellos”, indicó el testigo. En cuanto a los controles fronterizos por parte de las fuerzas de seguridad dijo “a veces son burlados y otras veces las autoridades hacen la vista gorda, se compran voluntades”.
“Yo vi que hay gente que se sacrifica para combatir el narcotráfico y pasa días sin dormir, pero lamentablemente parece que la justicia no actúa o no se anima a actuar”, expresó.
El testigo reconoció que las bandas captan a chicos, los «chajás», para alertarlos por si viene la policía pero también señaló que actualmente los drones son los nuevos chajás. “Ellos (los narcotraficantes) mueven muchos recursos, es impresionante”, dijo. “No sé si los prefectos o gendarmes tienen drones, pero de que hay drones circulando, hay”, añadió.
También comentó que “hace un tiempo se había asentado gente del ejército en la zona, pero ahora ya no están más”, igualmente “las tareas no dieron resultados positivos porque no es lo mismo combatir con una onda o con un fal modelo segunda guerra mundial, la sociedad tienen que entender que los medios están del otro lado”.
Un pueblo que mira en silencio
El pescador denunció que todo esto ocurre frente a un pueblo que se mantiene como espectador. “Hay cosas que son Vox populi, que lo sabe los vecinos y otras cosas uno sabe por andar por el rio o por comentarios de amigos”. También subrayó que “hay mucho efectivo que corre por todos lados y se compran voluntades”.
Finalmente manifestó: “Yo deje de ser espectador en estos momentos que estoy declarando esto y creo que la sociedad tienen que dejar de ser espectadora y tomar partido de una vez por toda”.
