La causa por el crimen del vendedor de carne Nicolás D’Amico (34) tiene ocho detenidos, tres de los cuales son los que más comprometidos se encuentran: el dueño de la carnicería donde se le perdió el rastro a la víctima; uno de sus empleados y un amigo del comerciante, que es aspirante de la Prefectura. Los dos primeros están apuntados como autores materiales del asesinato y el restante como la persona que colaboró para borrar las pruebas prendiéndole fuego al cadáver.
Si ya la jueza de Instrucción de Alem, Selva Raquel Zuetta, tenía un panorama claro de lo que había pasado, en base al trabajo investigativo hecho por la Dirección de Homicidios de la Policía y la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas del Poder Judicial (SAIC), fue la declaración de uno de los imputados el que aportó más detalles: es un ex encargado del sector embutidos de la empresa cárnica. Pero hay que tener en cuenta que los sospechosos hasta pueden mentir en la indagatoria para defenderse. El imputado precisó como fue la secuencia de hechos que derivaron en el homicidio.
Lo que cree es que Diego Benegas (uno de los arrestados), quien estaba al frente de la canicería de la avenida Las Américas de Oberá, y uno de sus empleados golpearon con un barreta a D’Amico la noche del 30 de octubre de 2015. Al parecer, el carnicero optó por esa decisión para no pagarle una deuda de unos 350 mil pesos que tenía con el vendedor.
Con la ayuda del aspirante de la PNA arrestado el viernes en San Javier, habrían llevado el cuerpo hasta el paraje El Chatón, en las afueras de Leandro N. Alem, donde apareció calcinado dentro del VW Bora en el que se movía el vendedor. En el coche del joven estudiante marinero, los homicidas habrían vuelto a Oberá.
El viernes una pericia de Luminol encontró vestigios de sangre en la oficina administrativa de la carnicería y en el auto Peugeot del estudiante de la PNA. Ahora los peritos deberán determinar si es sangre de la víctima.
Los otros detenidos habrían tenido distintos grados de participación para encubrir el homicidio, como el cabo de Policía Guillermo Sebastián R. (27), quien habría aportado un arma a los presuntos homicidas. Ese revólver se sospecha que utilizaron los asesinos para «rematar» a la víctima.
Hasta ahora, declararon el ex encargado de embutidos de la carnicería (el que incriminó a los demás) y una ex pareja de Diego Benegas. El hermano mayor de este se abstuvo. Y en los próximos días seguirán las indagatorias.
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EP
