Maratónica declaración de Leonardo Fariña que se apegó a la figura del «arrepentido»

El empresario Lázaro Báez detenido en Ezeiza, reiteró su pedido de excarcelación, al apelar la decisión del juez Sebastián Casanello que rechazó liberarlo ante el riesgo de fuga, en la causa por lavado de activos. En tanto, en Tribunales se presentaron Fabián Rossi y Leonardo Fariña (quien declaró por más de 10 horas) , también involucrados en la causa.

 

Este último se acogió a la figura del «arrepentido» y podría lograr con esto una reducción de la pena en caso de que aporte pruebas a la causa.

 

Fuentes judiciales confirmaron a Ámbito Financiero que la defensa de Lázaro Báez apeló el fallo del juez Casanello y ahora espera que la Sala II de la Cámara Federal le conceda el beneficio de la excarcelación. También apeló la resolución, el contador Daniel Pérez Gadin.

 

Báez fue indagado y quedó detenido por presuntas maniobras de lavado de dinero a raíz de las imágenes del video de la financiera SGI donde se lo ve a su hijo y otros acusados contando millones de dólares.

 

Los defensores de Báez, Daniel Rubinovich y Rafael Sal Lari, apelaron el fallo de Casanello para que la Sala II de la Cámara Federal defina el nuevo planteo de excarcelación.

 

Los letrados aseguraron que Báez no se va a profugar, que siempre estuvo a derecho y desmintieron los supuestos lazos internacionales con los que -según Casanello- contaría el empresario para abandonar el país.

 

«No puede de ninguna manera tomarse éste como un argumento serio ni real. Nuestro defendido hizo entrega del pasaporte aún sin habérsele solicitado. No se acreditó ningún hecho real del cual pueda derivarse que estuviera en sus planes viajar o que, si eventualmente tuviera los ‘supuestos’ lazos sospechados, fuera a utilizarlos para alguna cuestión -que esta parte desconoce- que implique algún riesgo para el proceso», dice el escrito presentado.

 

En tanto, el financista y exmarido de Iliana Calabró, Fabián Rossi, acusado por lavado de dinero en la misma causa que se investiga a Lázaro Báez, se negó a declarar este viernes en Comodoro Py ante el juez Casanello. Pidió ser desvinculado de los hechos que se le imputan.

 

«Como ya dije varias veces, esta causa tiene más de tres años de trámite, y no existe ninguna prueba que pueda derribar a mi respecto el estado de inocencia del que goza todo ciudadano en un estado de derecho, circunstancia que, confío, pronto será declarada judicialmente por V.S., desvinculándome definitivamente de este proceso, lo que así expresamente solicito», dice uno de los párrafos del extenso escrito presentado.

 

En el escrito Rossi manifestó que a más de un año de su anterior declaración indagatoria, «ratifico absolutamente todo lo que dije en mi defensa en aquélla oportunidad. No sólo por la veracidad de mis dichos sino porque, además y como consecuencia lógica de ello, nada en el expediente, transcurrido más de un año a la fecha, ha logrado desvirtuar ni una sola palabra de lo que manifesté en aquélla oportunidad».

 

Rossi, según las acusaciones, sería el encargado de crear las sociedades en Panamá, donde, para aprovechar la libertad de impuestos, los empresarios habrían girado grandes sumas de dinero.

 

En su escrito, Rossi recordó cómo comenzaron sus contactos con Panamá cuando «L´Oreal de Paris me propone hacerme cargo de su comunicación gráfica en área del Caribe con sede en Panamá. Así comenzó una nueva etapa en mi vida empresaria desarrollando software de coloración de pelo, vital en el negocio de L’Oreal y otros proyectos similares que básicamente podía manejar desde Argentina».

 

«Es en ese contexto que empiezo a viajar eventualmente a Panamá (corroborado, así como mi actividad en general en dicho país, nada menos que por el ex Embajador argentino Harguindeguy) y a otros países, entre ellos Colombia por el tema de coloración de L´Oreal, y a Brasil, por las presentaciones para Avon».

 

En cuanto al rol de supuesto «armador de sociedades», indicó que «eso es directamente ridículo: Yo no armo sociedades, no es ni fue mi función ni tiene nada que ver con nada a lo que yo me haya dedicado en mi vida profesional, como ya relaté. En todo caso, está claro que SGI, o quien fuera, podía recurrir a otras personas, o estudios jurídicos o contables con experiencia en el mercado y mayor conocimiento tanto de finanzas como de cuestiones legales como para necesitar a alguien con mi perfil para hacer ese trabajo, si es que necesitaban hacerlo».

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