Un paraguayo de 61 años fue condenado a once años de prisión acusado de haber violado a su sobrino. Con tal de evitar una pena más dura, el pervertido se declaró culpable y fue a un juicio abreviado en el Tribunal Penal Uno de Posadas.
Patricio, tal el nombre del abusador, ultrajó a su pariente durante cuatro años. El chico recién se animó a contar el calvario al resto de la familia en agosto de 2010. Desde entonces, el denunciado está preso.
El caso sucedió en las afueras de Posadas. La víctima es hijo de la hermana del condenado. Él aprovechaba la ausencia de la mujer y de su pareja, que se iban a trabajar, para acosar y ultrajar al niño.
Según contó la propia víctima a su padre, primero fueron manoseos y después violaciones continuas.
El 23 de agosto de 2010, el papá del chico hizo la denuncia en la Comisaría de la Mujer del barrio Fátima (Garupá). Los médicos que revisaron a la víctima confirmaron que presentaba lesiones. Más tarde, el nene detalló todo el horror en Cámara Gesell. Allí repitió las amenazas que le hacía el violador: lastimar a otro familiar si él hablaba.
La defensa de Patricio acordó la pena con la fiscal Liliana Picazo. Luego el acuerdo fue homologado por el tribunal compuesto por Martín Errecaborde, Eduardo D’Orsaneo y Ángel Dejesús Cardozo.
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EP
