En defensa de Lula y Dilma

Brasil está pasando uno de los momentos más difíciles de su historia. Denuncias de corrupción afectan a todo el espectro político y empresario de las cuales no se salvan casi ninguno. 47 Senadores y Diputados Federales, varios ex presidentes de la nación, Líderes de los principales partidos políticos. Presidentes de las Cámaras de Senadores y Diputados, la élite del empresariado brasileño, gobernadores estaduales, prefeitos, etc. como efecto de las investigaciones del fiscal Moro de Curitiba,
Las acusaciones se fundamentaban en que el Sector de Empresas brasileñas, tenían un convenio previo para arreglar las licitaciones y que en connivencia con funcionarios del gobierno, las mismas eran adjudicadas a un valor mayor de lo que se obtendría de una licitación abierta y competitiva.
Analicemos a las principales empresas afectadas:
Grupo Odebrecht – 181.000 empleados- O T C Engenharía 7.500 empleados.- OAS, 100.000 empleados, – Queiroz Galvao 40.000, – Camargo Correa, 52.000 – Galvao Engeharía 5.000, que totalizan 384.500 empleados a los que sumándoles esposas e hijos tendríamos 1.900.500 personas afectadas.
Podemos sumar a las personas beneficiadas por el programa Hambre Cero que al 2004 sumaban 44 millones de personas y que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) exhortó copiarlo para combatir el hambre en el mundo.
Planteémonos en forma de interrogantes los siguientes escenarios:
Si todas estas millones de personas salieran un día a la calle a protestar en defensa de su líder benefactor, y exigieran una rectificación de la justicia ¿qué fuerzas de seguridad podrían impedirlo?
Evidentemente que el poder corrompe y Lula no fue ajeno a su influencia. Pero Lula es un líder mundial excepcional. Construyó una estructura política propia, el Partido de los Trabajadores que supo gobernar en varias ciudades importantes con eficiencia y honestidad. Como presidente del país, supo gobernar con equidad dando el lugar a los empresarios del comercio, la industria y los servicios en los planes de desarrollo.
El Juez Federal de Curitiba, Sergio Moro, que es admirado por una parte de los brasileños, dice querer extirpar el cáncer de la corrupción, pero como un cáncer maligno, se ramificó a todo el cuadro político de la sociedad brasileña. ¿O es que algunos de los políticos relevantes está libre de culpa?. ¿ No está dimensionando que su actuación tiende a destruir la estructura industrial de Brasil, cuyas acciones bordean peligrosamente el abismo?.La presión que ejerce sobre algunos empresarios, se pueden calificar de casi extorsivas.
El señor Paulo Skaf, presidente de la poderosa Federación Empresarial de San Pablo (FIESP), en una actitud francamente golpista, pide la renuncia- de Dilma Rousseff y apoyó las manifestaciones contra el gobierno y que la llegada de Lula al Ministerio de la Presidencia es un golpe contra la nación brasileña. Este señor, ¿Obtendría 5% de votos si se presentara como candidato a presidente? ¿Acaso dimensionó que los también involucrados son empresarios afiliados a su organización?
¿Cuántos millones votos en total obtuvieron los Senadores y Diputados involucrados, en las últimas elecciones?
¿O es que los fiscales y jueces de fueros inferiores no confían en su propia Corte Suprema de Justica al tratar de impedir que Lula asumiera como Ministro?
Ante este complicado entramado, un artículo que publicáramos anteriormente con el nombre de PETROBÁS, PETROLAO –BORRÓN Y CUENTA NUEVA, propugnábamos como solución en un contexto de ¿Qué dirigente político brasileño tiene las “manos limpias”? es que “Las empresas involucradas y sus directivos serán amnistiados del proceso penal de detención, pero deberán devolver al fisco el dinero que recibieron como dádivas, coimas o como quiera llamársele por ser beneficiados por los contratos del gobierno y, quienes lo hayan otorgado, ¿tendrán el mismo beneficio o deberán someterse a lo que establece la ley? Todos los participantes en este entramado deberán tener en cuenta que esta fue la última oportunidad que han tenido de salir indemnes penalmente de la situación por estar involucrados intereses superiores de la Nación, y que de producirse nuevamente hechos de corrupción, la justicia será implacable en sus sanciones”
Sé que muchos de mis amigos empresarios brasileños no compartirán estas opiniones, pero el derecho a expresarse en lo que uno cree, es inalienable a la condición de la libertad, más aun, cuando el que lo expresa es un extranjero.
Terminamos el escrito con una cita que personas idealistas repiten en defensa de Lula “Nunca pensé que poner un plato de comida en la mesa de un pobre generaría tanto odio de una elite que se harta de tirar comida a la basura todos los días”.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas