En Brasil crece el cobro de las tasas ecoturísticas en sitios exclusivos o donde la demanda es muy alta

Desde que el Municipio de Puerto Iguazú comenzó a cobrar la tasa ecoturística de 20 pesos por persona que ingresa a la ciudad, se generó un debate entre la conveniencia o no de utilizar este tipo de gravámenes.

Hay quiénes dicen que se penaliza al turista y se genera una situación desagradable para el visitante que puede repercutir negativamente en el destino.

Un sondeo de Misiones Online permitió determinar que en Brasil también empieza a crecer esta tendencia del cobro de la tasa ecoturística.

A diferencia de Puerto Iguazú tiene una particularidad. Se trata de un gravamen que se cobra en destinos super exclusivos, donde incluso buscan regular el número de visitantes. En general, islas que son pequeños paraísos donde la invasión de visitantes genera una repercusión negativa en el medio ambiente, sobre todo en la generación de basura.

O bien, en destinos muy masivos y visitados por turistas extranjeros, también de altísima demanda en temporada alta, como el caso de Bombas y Bombinhas, donde se comenzó a cobrar la tasa ecoturística el verano pasado con éxito y ratificó la práctica este verano.

En Bombas y Bombinhas la «Tasa de Preservación Ambiental» se cobra solo en temporada alta, entre el 15 de noviembre y el 15 de abril. Se cobra a cada auto y es de R$24 (R$120 para el ómnibus). La municipalidad tiene una casilla a la entrada, pero también se puede pagar en varios puntos de la ciudad para evitar las largas colas que se generaron este año. El control se realiza por la lectura electrónica de la patente, al ingreso a la ciudad.

Cuatro paraísos que cobran su Tasa Eco-Turística, a saber:

Noronha

El que comenzó con esta práctica es Fernando de Noronha, una isla paradisíaca a la que se accede solo por barco, en el Nordeste brasileño. Desde 1989 Noronha, que regula la cantidad de visitantes que pueden ingresar a la isla, establece una tasa, la más cara que se cobra en Brasil.

Hoy el turista paga R$51 por día, por turista para permanecer en ese pequeño lugar rodeado por la naturaleza y las aguas cristalinas.

Morro de San Pablo (Salvador, Bahía)

Otra isla que comenzó a cobrar el impuesto es Morro de San Pablo, ubicada a 2 horas y media en barco de Salvador de Bahía. Hace tres años comenzó a cobrar esta tasa que es de R$15 por persona, en cualquier momento del año.

Ilhabela, frente a San Pablo

Otra isla que cobra la tasa eco-turística es Ilhabela, frente a San Pablo. Se cobran R$6,50 a cada auto, a la salida de la ciudad, durante cualquier período del año. El cobro arrancó en 2007.

Se suma Ilha de Itamaracá

En el estado de Pernambuco, la Ilha de Itamaracá también planea empezar a cobrar R$10 a cada turista en la entrada a partir del verano que viene, la ordenanza todavía se está debatiendo en el Consejo Deliberante de esa localidad.

Bombas y Bombinhas

En el caso de Bombas y Bombinhas, a diferencia de los anteriores destinos, esta playa del Sur de brasil no es un lugar súper exclusivo, sino muy masivo, que es invadido por los turistas argentinos cada verano. De todas formas, se cumple con la misma premisa que en los casos anteriores, la demanda es muy alta en relación a los servicios que provee la Prefetura (el Municipio). Bombas comenzó a cobrar el verano pasado y continuó con éxito este verano. La tasa ecoturística llegó para quedarse.

Las diferencias con Iguazú y Wanda

Una comparación entre el cobro que realizan esos sitios de playa de Brasil y el caso de Iguazú o Wanda permite establecer algunas diferencias.

En primer lugar, son sitios super exclusivos o de altísima demanda, como el caso de Bombas y Bombinhas. Este no es el caso de Wanda, donde en general, las minas son un atractivo que está apuntalado como excursión suplementaria al vistante de las Cataratas.

Además, en el caso de las playas brasileñas, son lugares donde los turistas generan mucha basura y desperdicios y los servicios sanitarios colapsan. El turista que visita Wanda no genera prácticamente ningún tipo de desperdicios que le impliquen al Municipio un gasto significativo extra.

Por otra parte, las Cataratas del Iguazú son un sitio de altísima demanda, pero muy estacionalizada. En temporada baja, también se cobrará la tasa turística, y ahí radica la otra diferencia con los sitios brasileños.

MB

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