Reflexión del pastor Decena: Viviendo una vida santa

Algunos piensan que la santidad sólo puede ser para algunos privilegiados, que vivieron en otras épocas y que por gracia de Dios fueron elegidos para ser Santos. Pero la acción de santificarse es voluntaria, solo hay que empezar por apartarse del pecado. La santidad es muy importante para la Biblia y debería serlo para nosotros también como hijos de Dios.

 

1° Tesalonicenses 5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

El significado básico de la santidad es “separación”, esto se refiere a algo separado de lo común y dedicado al uso sagrado. La santidad viene de Dios y se comunica a cosas, lugares, tiempos y personas dedicadas a su servicio.

Algunos piensan que la santidad sólo puede ser para algunos privilegiados, que vivieron en otras épocas y que por gracia de Dios fueron elegidos para ser Santos. La Santificación es lo que nos lleva a ser santos. Pero ¿Qué es santificar? Es acción voluntaria de santificarse, o sea apartarse del pecado para el uso sagrado, es un instrumento especial que se distingue de lo ordinario.

La santidad es muy importante para la Biblia y debería serlo para nosotros como hijos de Dios.

1). PARA NUESTRA SANTIDAD MURIÓ CRISTO.

Hebreos 13:12  “Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta”
Él no murió solamente para que podamos ser perdonados de nuestros pecados, sino que murió de modo que podamos ser libres de toda esclavitud de cualquier pecado. Él sufrió para poder santificar a Su todo su pueblo, a su Iglesia.

Si rechazamos la santidad que El nos ofrece, repudiamos lo que El realizó con su muerte sobre la cruz. La santidad es importante porque Cristo murió por ella.

1° Tesalonicenses  4:3 “pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación”.

  1. LA SANTIDAD ES EL RESULTADO DE LA GRACIA DE DIOS.

Romanos 7:20-24 En el 20 Pablo escribió en este párrafo su batalla por cumplir con toda la ley del Antiguo Testamento. Aunque él reconoció la naturaleza de pecado en su corazón y luchó contra ella para tratar de vencerla, pero nunca pudo, pues luchó con su fuerza.

Muchos cristianos de hoy en día se quedan “estancados” como en el capítulo 7 de Romanos, como luchando con sus propias fuerzas. Pablo combatió en contra de la naturaleza de pecado que lo llevaba a hacer cosas que él no quiso hacer, declarando que mientras el pecado estuviera reinando en su corazón, él no podía triunfar espiritualmente.

Romanos 8:1-8. Pero en el capítulo 8 dice que el pecado ya no nos tiene que dominar más, porque Cristo nos ha liberado. Debemos ser libres en nuestros corazones de aquella naturaleza de pecado. Los que están en Cristo ya no viven bajo la ley del pecado, sino bajo el Espíritu Santo, es decir el cambio que Dios hace en la persona es “de adentro hacia fuera”, transformando la misma naturaleza del hombre.

Esto jamás lo podía hacer la ley, solamente cuando el Espíritu Santo tiene el acceso directo a los pecados íntimos y secretos del creyente es cuando se produce una verdadera transformación interior.

La santidad es muy importante, debemos desearla de todo corazón,  nuestra naturaleza carnal debe ser quitada porque sino nos acarreará al fracaso  espiritual, y jamás creceremos como cristianos. La santidad es importante porque quita la esclavitud  del pecado de nuestro corazón.
3) LA SANTIDAD ES UN MANDAMIENTO DE DIOS.

1ª Pedro 1:15- 17.

15- “sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;

16- porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

17- Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación”.

No es una cuestión opcional, es la manera de comportarnos y conducirnos en la vida cristiana, porque la vida cristiana no es religión, es relación. Y como con quien tenemos que relacionarnos es santo, es imposible que podamos relacionarnos con Él si amamos lo que Él aborrece: el pecado. Dios nunca vendrá a visitarnos si no estamos de acuerdo con Él y menos si hacemos todo lo que a Él le desagrada, ni lo soñemos!

Que nuestro Padre Celestial nos ayude a poder santificar nuestras vidas para ser mejores hijos de Dios cada día y tener su bendición en cada paso que demos.

Que Dios te bendiga y tengas una hermosa semana de victoria!

Pastor Guillermo Decena, Centro Familiar Cristiano Eldorado.

Prédicas en vivo los miércoles y domingos 20 horas, a través de http://cfceldorado.org/

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