Conducía un auto de alta gama a gran velocidad: arrolló y mató a un motociclista

Conducía un auto de alta gama a gran velocidad. Un juez le dictó la prisión preventiva por 30 días. Podría ser imputado por homicidio simple o culposo. Sucedió en la ciudad de Rosario, Santa Fe.

Llegó en silencio, permaneció así durante los exactos 51 minutos que duró la audiencia con el juez, las fiscales y sus abogados, y se fue encerrado en el mismo mutismo. Ni siquiera rompió el silencio cuando formalmente lo invitaron a declarar como imputado por la muerte del motociclista al que había arrollado 17 horas antes, cuando manejaba a una velocidad alocada un auto de alta gama.

«Mi defendido se abstiene de declarar», expresó por él uno de sus defensores para ratificar que no hablaría. Cuando abandonó la sala de audiencias de los tribunales provinciales, Juan Carlos Schmitt ya sabía que permanecerá detenido al menos los próximos 30 días. Sin embargo, recién al cabo de ese plazo le harán una imputación precisa, que para las fiscales debería ser homicidio simple y para la defensa homicidio culposo. La diferencia entre ambas es sustancial, ya que la primera contempla una condena mínima de ocho años de prisión y la segunda una máxima de cinco.

Schmitt, un mecánico de autos de 46 años, es quien manejaba el Audi TT que embistió a una moto en la esquina de Río Negro y Campbell, en la zona oeste de la ciudad de Rosario el jueves a la noche.

El episodio ocurrió a las 20.30 de ese día y en ese mismo instante se convirtió en una tragedia: Carlos Damián Orgaz, el joven que conducía la moto y trabajaba como cadete, sufrió la amputación de sus brazos y una pierna. Lo trasladaron al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca), pero murió a poco de ingresar. Tenía 26 años.

El conductor del auto quedó detenido allí mismo. Para eso fueron decisivas las declaraciones iniciales de testigos que aseguraron que iba a gran velocidad.

Algunos incluso dijeron que Schmitt se encontraba probando el Audi TT y aseguraron que el mecánico acostumbra a circular muy rápido con vehículos de ese tipo por el barrio. El estado en el que quedó el coche y las gravísimas heridas sufridas por la víctima también permitieron inferir que al momento del impacto circulaba a una velocidad desbocada.

El jueves a la noche las fiscales Valeria Piazza Iglesias y Verónica López trabajaron durante horas en el lugar del hecho para colectar pruebas sobre el episodio y sobre la responsabilidad de Schmitt. Para ellas parecía claro con las primeras evidencias que el choque no había sido producto de la imprudencia o la negligencia, sino algo peor: decidieron acusarlo de homicidio simple con dolo eventual.

Significa que si bien el conductor no se propuso matar, al manejar a tan alta velocidad debió saber que podía hacerlo. Y eso se equipara jurídicamente a la conducta de quien tiene intención de matar.

Con esa calificación preliminar llegó el mecánico ayer a la audiencia imputativa. Mientras él permanecía en silencio, los abogados defensores José Luis Abichain Zuain y Fernando Mellado comunicaron al juez que haría uso de su derecho de abstenerse a declarar.

También pidieron la recalificación del hecho: para ellos se trató de un homicidio culposo, es decir sin intención, un delito que rara vez se sanciona con penas de prisión efectiva y que contempla una pena máxima de cinco años de cárcel, mucho menor que la del homicidio simple.

Luego de un debate entre fiscales y defensores, y del pedido de estos para que Schmitt fuera excarcelado o en su defecto recibiera el beneficio de la prisión domiciliaria, solicitudes que le fueron negadas, el juez Donnola decidió dictarle la prisión preventiva por 30 días. Eso sí: no definió la imputación de manera explícita, es decir que no lo calificó ni como homicidio simple con dolo eventual ni como homicidio culposo.

La decisión de Donnola no implica que el imputado vaya a quedar libre en 30 días. «Dependerá de las pruebas que reúnan tanto las fiscales como los defensores, y de la calificación del delito que se le impute tras el análisis de esa evidencia», dijo a La Capital un vocero judicial. Si llegara a ser homicidio simple, difícilmente consiga que lo liberen.

Las pruebas técnicas todavía están por hacerse. Las sospechas sobre la velocidad a la que conducía Schmitt, por caso, son por ahora producto de deducciones a partir de los daños que acusa el Audi TT, la distancia a la que fue a parar el cuerpo de Orgaz tras el impacto y las heridas que sufrió el muchacho. «Todas esas inferencias deberán ser probadas por las pericias», agregó la fuente.

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