Los accidentes domésticos ocurren, son parte de la vida cotidiana y no siempre pueden evitarse.
A veces, es un golpe en el pie descalzo, un paso en falso o un resbalón. Todos tropiezos aparatosos y dolorosos, pero por regla general, con daños leves y pasajeros. Sin embargo, de tanto en cuanto ocurre un accidente doméstico fatal. Un suceso fortuito e inesperado que puede cambiarnos la vida.
Dirimir la culpa no sirve de nada, pues no hay mala fe y lo único que podemos hacer es aprender de ellos. De esta forma, otras personas podrán tomar las precauciones necesarias para que tan triste accidente jamás vuelva a producirse.
La triste historia de Charlie’s House y su labor para evitar que se repita
Era el 1 de noviembre de 2007 cuando el pequeño Charlie, de 2 años de edad, veía la televisión en el salón de casa. Su madre lo vigilaba y, aparentemente, no había ningún peligro en la sala.
Sin embargo, Charlie se encaramó al mueble de la televisión atraído por los dibujos. Usando el primer cajón como una escalera, el niño consiguió subir para tocar la pantalla.
Fue cuestión de segundos, pero el mueble volcó aplastando con su peso al pequeño Charlie. Ante el estruendo, su madre acudió rauda para descubrir tan fatal desenlace, pero era demasiado tarde. Las heridas provocadas por el impacto en el cuerpo del pequeño terminaron con su vida en el acto.
Tras asumir tan duro golpe y desolados por lo ocurrido, los padres de Charlie decidieron informar de este accidente y trabajar activamente para que jamás vuelva a repetirse.
En honor a Charlie fundaron Charlie’s House, una asociación dedicada a divulgar la información necesaria para adaptar nuestro hogares e impedir que este tipo de accidentes ocurran.
Lanzaron videos nformativos donde nos enseñan la peligrosidad de este accidente y cómo evitarlo gracias a la instalación de unas cintas de seguridad.
