Aseguran que el año que viene estará disponible una vacuna contra el dengue

La científica argentina Andrea Gamarnik, jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir (FIL) e investigadora principal del Conicet, premiada en París por sus descubrimientos sobre el virus del dengue, afirmó que «la gran epidemia nos encontró sin armas» y anunció que «habrá vacuna para combatir el virus el año próximo».
«La gran epidemia de dengue que afecta a nuestro país y a América latina nos encontró sin armas para combatir al virus, solo pudimos enfrentar el mosquito y en eso se centran las campañas», señaló Gamarnik a pocas horas de recibir un premio internacional por sus aportes a la «replicación genética» del virus.
Pero el año próximo «tendremos vacuna para enfrentar al dengue», dijo Gamarnik en declaraciones a FM Delta y se declaró optimista en ese sentido porque además hay «otras vacunas en proceso de desarrollo».
Según evaluó la científica, que fue premiada anoche por el programa L’Oréal-Unesco, «para Argentina la ciencia es importante y eso es el fruto del apoyo que hubo a la investigación los últimos 10 años.
Ahora la comunidad científica está muy preocupada porque no sabe si los proyectos iniciados van a tener continuidad».
«A tres meses de haber empezado este gobierno, los subsidios para investigación se han reducido ya que los insumos que necesitamos son en dólares y los presupuestos en pesos. No sabemos que va a pasar», dijo Gamarnik.
En un acto que tuvo lugar en la universidad parisina de La Sorbona, Gamarnik recibió el premio L’Oréal-Unesco «Por las Mujeres en la Ciencia» gracias a «sus importantes descubrimientos sobre los mecanismos de multiplicación del virus del dengue».
Sus aportes contribuyen a limitar la propagación del dengue tras el descubrimiento del mecanismo de replicación del material genético del virus, informó un comunicado conjunto de L’Oreal y Unesco.
Pese a que el virus del dengue causa en humanos la enfermedad viral más importante a nivel mundial trasmitida por mosquitos -más de 390 millones de personas son infectadas cada año-, aún no existen antivirales ni vacunas aprobadas para controlarla.
En el año 2001, Andrea Gamarnik, investigadora principal del Consejo, luego de trabajar siete años en EE.UU estudiando el virus de la poliometitis, decidió regresar a la Argentina para incorporarse al Instituto Leloir, donde fundó el Laboratorio de Virología Molecular, en el que desde hace catorce años estudia los mecanismos moleculares del virus del dengue.

Además, desde el 2014, Gamarnik fue incorporada a la Academia Americana de Microbiología, siendo la única mujer argentina que pertenece a dicha Academia.

“Cuando decidí volver a la Argentina tuve que elegir un tema de trabajo y en ese momento consideré que el dengue era muy importante en Latinoamérica, en el país todavía no se hablaba mucho pero en Brasil y otros países era un tema alarmante. Pensé en elegir un sistema biológico que realmente sea relevante para la región y en ese momento no había muchos laboratorios trabajando en ello. Hace 14 años armé un laboratorio abocado a entender cómo funciona el virus. Nuestro objetivo gira entorno a aportar este conocimiento para buscar soluciones”, explica la investigadora.

Transmitido por mosquitos del género Aedes, el virus del dengue causa en humanos la enfermedad viral más importante a nivel mundial trasmitida por mosquitos. En la actualidad infecta a más de 390 millones de personas por año y aún no existe ningún tratamiento específico contra el dengue. Gamarnik, estudia los mecanismos moleculares de este virus con el fin último de encontrar métodos de controlar las infecciones, ya sea por vacunas o por un antiviral.

En este sentido, la investigadora advierte que los mosquitos y los humanos tienen un sistema inmune diferente. El virus del dengue se tiene que escapar del sistema inmune del hombre y después cuando entra a un mosquito se tiene que escapar del suyo. En un trabajo recientemente publicado, Gamarnik y su equipo descubrieron que para que el virus pueda multiplicarse y sea eficiente en células humanas y de mosquitos tiene que reprogramar su material genético para poder adaptarse a los ambientes. Los virus no son todos iguales, son una población de individuos parecidos pero no iguales y eso es lo que les permite adaptarse a distintos ambientes en forma rápida y así adquirir, por ejemplo, resistencia a drogas antivirales.

 

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