Al empresario arenero lo balearon porque se resistió y los ladrones huyeron sin llevarse un peso

A Juan Carlos Scholz (53) lo asesinaron porque se resistió al asalto. Y no le robaron el dinero que se cree tenía en su casa de la zona del Teyú Cuaré, en San Ignacio. La Policía descartó que los ladrones se hayan alzado con 500 mil pesos. Fuentes judiciales confirmaron que los malvivientes se llevaron un arma de fuego (de las muchas que tenía la víctima en la residencia) y la camioneta Toyota Hilux del fallecido, que luego apareció en un barrio de Gobernador Roca.
El empresario arenero, oriundo de Corpus, muy conocido en la zona porque distribuía su mercancía a distintos negocios en una mini flota de camiones, lo asesinaron el domingo por la noche. Lucho hasta el último suspiro, porque gravemente herido manejó cuatro kilómetros, hasta que se desvaneció y murió.
Juan Carlos Scholz1
En más de una ocasión Scholz habría dicho que si lo asaltaban, a los ladrones les convenía matarlo, porque herido y todo él iría por ellos. El día del robo, tuvo que intervenir más de un ladrón para reducirlo, porque el hombre nunca se entregó. Toda esta secuencia fue captada por las cámaras de seguridad que el arenero había instalado en su residencia particular, ubicada en una zona alejada del casco urbano de San Ignacio y donde es mala la señal de telefonía.
Los tres ladrones que entraron en la propiedad estaban escondidos en un sector arbolado, esperando que llegara el empresario. La cámara exterior del inmueble captó la llegada del grupo, que hizo 100 metros caminando y se guareció en la parte trasera para no ser visto. Fue el único momento en el que los malvivientes actuaron encapuchados. Una vez dentro de la construcción se sacaron las capuchas. No sabían que había más cámaras que los captaban. Esas lentes registraron toda la secuencia mortal: Scholtz se seguía resistiendo y entonces uno de los malvivientes le descerrajó un balazo en el estómago.

ARMAS

Fuentes judiciales indicaron que la banda llegó a San Ignacio con el dato de la presencia de una fuerte suma de dinero en la casa del arenero. Pero se fue con las manos vacías, con una muerte en la mochila y al mando de una camioneta robada, que era una brasa caliente para los ladrones, ya que los delataba irremediablemente. Por eso decidieron abandonarla.
Los mismos rostros que se ven en las imágenes captadas por las cámaras de la víctima se ven luego pasando el peaje de Santa Ana a bordo de un VW Gol. Siguiendo el derrotero de ese coche, los investigadores de la Dirección Homicidios y de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas del Poder Judicial (SAIC) dieron con los sospechosos: Rodolfo “Quimbi” C. (20), Alberto “Beto” M. (28), Orlando “Murdok” G. (32) y Miguel S. (34). Todos fueron detenidos en el barrio de viviendas Virgen de Fátima de Garupá. Los tres primeros son los captados por las cámaras. Beto sería quien le disparó a Scholz. En su poder decomisaron un revólver calibre 38. Sería el arma homicida.
Además del revólver calibre 38, los detectives decomisaron tres pistolas calibre nueve milímetros.
Quimbi saltó muros y techos pero igual lo arrestaron. Beto se atrincheró en su casa, armado. Rodeado, recién salió cuando su madre le convenció que se entregara. Murdok y Miguel no opusieron resistencia. Este último es el dueño del VW Gol en el que se movilizaron los asaltantes. Lo acusan de cómplice.
El sábado, los cuatro serán llevados ante el juez de Instrucción Uno de Posadas, Marcelo Cardozo, para la indagatoria.
Ahora los investigadores trabajan para determinar cómo el grupo consiguió el dato de que podía haber dinero en la casa del empresario. Suena la figura de un entregador.

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