Pico prefiere el paso a paso, pero avisa: «El que gana dos partidos seguidos se pone arriba y pelea la punta»

Miguel «Pico» Salinas aprobó otro duro exámen ayer en su corta gestión en el Colectivero, donde lleva 8 partidos jugados con 3 triunfos, 2 empates y 3 derrotas.

Miguel «Pico» Salinas. 

La contundente victoria 3 a 1 a Santamarina de Tandil, uno de los equipos de vanguardia del certamen y, sobre todo, la forma en la que se obtuvo el triunfo le dan más relevancia a este nuevo hito en la carrera de quien hasta hace dos meses se preparaba para ocupar otro año más el puesto de entrenador de arqueros en este plantel, pero que ante la inesperada renuncia de Sebastián Rambert se hizo cargo del equipo.

«Intentamos jugar siempre, no tiramos pelotazos», dijo Salinas en la previa al encuentro ante el conjunto de las sierras. Pero esa frase muchas veces es un enunciado vacío en el fútbol argentino. En cambio el Crucero de Pico Salinas realmente busca el juego asociado y echa mano muy de tanto en tanto del recurso del pelotazo, que en una cancha grande como la del Andrés Guacurarí siempre es una tentación. Esa vocación por atacar está en el ADN que le imprimió Rambert al equipo, pero que Pacualito no pudo plasmar porque se fue antes del comienzo del certamen.

En cambio Pico, quizás con menos ambición tacticista y con un discurso más simple y menos detallista, logró calar en los jugadores. El resto lo hacen los resultados porque a los jugadores de Crucero se los ve cada vez más seguros en el trato de la pelota, incluso a los menos dúctiles, como Juan Gáspari (verdadero «perro de presa» jugando de 5) que ayer distribuyó muy bien y se complementó en gran forma con el elegante Fabio Vázquez, el otro doble «5» Colectivero.

En la zona mixta a la salida del vestuario, Pico enfrentó a los periodistas sin euforia a pesar del gran triunfo y buscando siempre ir paso a paso y ver «qué pasa» cuando el torneo avance hasta el tramo final.

«Lo positivo es que se sacaron los tres puntos, en el primer tiempo fuimos ampliamente superiores y tuvimos que haber salido con otra diferencia de gol, en el segundo otra vez tuvimos un déficit, nos dormimos y otra vez nos empataron. Ahí volvieron los fantasmas de los goles que nos hacen, pero después supimos dar vuelta el resultado, manejamos la pelota y pudimos llegar al gol otra vez», sintetizó el ex arquero de Quilmes y Vélez, en una síntesis perfecta del desarrollo del partido.

«Puede ser el mejor partido de Crucero, el primer tiempo -de local-, contra un candidato, por algo será que está arriba (Santamarina), le movimos la pelota, le entramos por el medio, por los costados, no sabían como hacer y pudimos abrir el marcador con un golazo y después manejamos el partido», señaló.

A la hora de remarcar las virtudes de su equipo, Salinas volvió a reiterar: «Todos los partidos Crucero intenta jugar, abre la cancha, triangula, y la jugada termina en centro o entrando por el medio, ojalá que se afiance (el funcionamiento) para poder lograr mejores resultados».

A la hora de hablar de objetivos, Pico repite como un mantra que hay que avanzar hasta la mitad del torneo y ver dónde están parados. Faltan tres fechas para eso. «Esto es un campeonato duro, casi nadie se saca ventaja, son partidos duros y el que gana dos partidos seguidos se pone allá arriba peleando la punta», aventuró.

-Mandaste a la cancha a Leandro Páez y convirtió…

-Si, Mauro había recibido una paralítica, pidió el cambio aposté a que Paez entre por afuera y ahí pudimos concretar.

-¿Qué significa la vuelta de Robinho después de estar ausente en el comienzo del campeonato?

-Tuvimos la suerte de recuperarlo, está viniendo despacito y ojalá que entre en ritmo es importante por su función dentro de la cancha.

Miguel «Pico» Salinas, DT de Crucero del Norte

MB

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