Las organizaciones de traficantes de estupefacientes y cigarrillos siguen activas en la provincia, aunque en los últimos meses su accionar ha sido menguado por una fuerte presión ejercida por parte de la Policía provincial. Prueba de esta presión es la cantidad de vehículos incautados por la fuerza de seguridad que, se sospecha, habían llegado a la provincia de la mano de la mafia: en algunos casos para solventar el pago de alguna carga de marihuana y en otros para ser reutilizados para transportar cargamentos de mercadería ilegal (cannabis sativa o cigarrillos).
En todos los casos, la mira siempre está puesta en la localidad de Jardín América y alrededores. Esa es la especie de “meca” a la que apuntarían los distintos eslabones de la cadena criminal.
Para entender el fenómeno hay que tener en claro que hay distintas bandas que operan en conjunto: algunas que traen la mercancía desde Paraguay y otras que las llevan a Brasil, el destino elegido por las ganancias que le dejaría a todo el engranaje de la maquinaria delictiva.
Algunos ejemplos solo del mes de marzo. En El Soberbio, puntualmente en el kilómetro 12 de la ruta costera 2, hallaron abandonada una camioneta Chevrolet S-10. Estaba sin asientos traseros y con un dominio que no le correspondía. Horas después, los uniformados pudieron establecer que el rodado había sido robado en Campo Novo, Brasil.
El miércoles último, en la misma localidad fronteriza con el Brasil, también dieron con un lujoso coche Audi A 7 3.0 V6, sin patente, pero con el siguiente dominio grabado en los cristales: LLT 043. Gracias a ese dato se estableció que era buscado por robo. Lo habían dejado oculto en un monte de la colonia Tararira.
En Aristóbulo del Valle, en tanto, la Policía secuestró una camioneta que tenía pedido de captura en Brasil. Detrás de este rodado había una historia particular.
Efectivos de la Brigada de Investigaciones de la UR XI incautaron la Volkswagen Amarok, dominio brasileño de color negro, y posteriormente establecieron que el vehículo tenía pedido de captura en el vecino país.
Los uniformados dieron con la pick up, en el marco de las investigaciones que llevaban adelante por un asalto ocurrido en una vivienda de Aristóbulo. “Personal policial habría detectado que en la región del Alto Uruguay estaría actuando una banda delictiva compuesta por ciudadanos de nacionalidad argentina y brasileña, que se movilizarían en vehículos de alta gama y camionetas tipo todo terreno”, precisaron desde la institución.
La VW Amarok fue abandonada en el barrio Gross de Salto Encantado, frente a un taller mecánico. Luego de dialogar con el mecánico éste reveló que el vehículo fue dejado allí por un ciudadano quien dijo ser oriundo de la localidad de El Soberbio, de nombre Miguel.
Posteriormente los uniformados argentinos se comunicaron con sus pares del Brasil, quienes determinaron que el vehículo tiene pedido de secuestro en el municipio de Marau, estado de Rio Grande Do Sul, que pertenecería a una empresa constructora brasileña y habría sido sustraído por al menos seis integrantes de una banda delictiva. Además, las autoridades del vecino país informaron que la camioneta había sido utilizada en varios hechos de robos violentos en Brasil.
La Brigada de Investigaciones de la UR XI trabaja en tratar de establecer quién la dejó abandonada en el lugar. Sí determinó que la misma se halla acondicionada para el traslado de mercaderías ilegales, cigarrillos y/o estupefacientes ya que a dicho rodado le faltan los asientos y paneles traseros, y Policía Científica se encargó del levantamiento de huellas y rastros del rodado.
Otro vehículo que apareció abandonado fue auto Citroën C 4, al que le habían colocado la chapa OlM 383, correspondiente a un Fiat sustraído en Buenos Aires. Al auto le habían sacado los asientos traseros, lo que indica que también lo estaban preparando para en transporte de mercancía ilegal.
El 17 de marzo, pasadas las 14.30, en un camino de picada Maipú, efectivos policiales hallaron un automóvil Fiat, el cual tenía una de sus ruedas reventada y se presume que sus ocupante/s lo abandonaron tras evadir control de Gendarmería, en el acceso a Alem.
Al ser requisado el rodado, los uniformados constataron que había en su interior 1.300 gruesas de cigarrillos de marca extranjera.
El 1 de marzo, en el barrio Arroyito de Jardín América, la Policía decomisó una camioneta Nissan Frontier y un auto Fiat Uno, en la misma redada en la que secuestró una carga de 40 cajas de cigarrillos contrabandeados. Una semana después, se determinó que la pick up tenía pedido de secuestro emitido desde Brasil. La camioneta, al momento de ser secuestrada, llevaba colocado dominio perteneciente a otro rodado registrado en Capital Federal.
También se confirmó que sobre el Fiat Uno Fire pesaba una orden de secuestro desde Buenos Aires. En ambos casos, los requerimientos son en causas de “Robo”.
¿Por qué las miradas se posan en Jardín América? Porque por sus colonias ingresarían la marihuana y los cigarrillos que luego abastecen a mercados negros de ciudades argentinas y últimamente a las urbes brasileñas. Y, como ha sucedido desde principios de año, cuando atacaron a balazos a un grupo de policías que quiso identificar una camioneta, vuelve a sonar los nombres de una familia de la zona que se sospecha comanda el cruce de la mercadería desde suelo paraguayo. Precisamente, tres de sus integrantes tienen pedido de captura y están prófugos (son hermanos, dos hombres y una mujer).
Último dato: a las 17.15 del viernes, la Policía fue alertada de que sobre un camino terrado vecinal de en cercanías a Colonia Oasis se estaba incendiando un vehículo. Al llegar al lugar junto con personal de bomberos voluntarios, se halló totalmente incinerada una camioneta Mitsubishi doble cabina. Tras las consultas correspondientes se constató que el vehículo está radicado en la Provincia de Santa Fe. Se realizaron los trabajos periciales de rigor y hasta el momento no se efectuó reclamo por el siniestro.
Siempre Jardín y alrededores. No es casualidad.
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EP
