Mató a su amigo de 11 puñaladas por abusar de su hija y lo detuvieron tras el rastreo de una tarjeta SUBE

El cuerpo apareció en febrero en una cancha de paddle abandonada de Olivos con más de 11 puñaladas. Tras un investigación, descubrieron que el asesino conocía a la víctima y que la asesinó porque manoseó a su hija de 14 años.

El 26 de febrero pasado, el Comando de Prevención Comunitaria (CPC) de Olivos descubrió a un hombre muerto en un complejo de canchas de paddle abandonado, ubicado en la avenida del Libertador al 3400. El cuerpo estaba cubierto con un cartel publicitario, en estado de putrefacción y con una gran cantidad de puñaladas.

Hasta ese momento todo era un misterio. Se desconocía la identidad del muerto y las pistas brillaban por su ausencia. Lo único que se sabía era que la víctima había sido asesinada de 11 heridas de arma blanca, la mayoría perpetradas en la cabeza del hombre. Sin embargo, hubo un hallazgo que cambió el rumbo de la investigación y que permitió que, casi tres semanas después, la policía haya detuviera al asesino.
En la escena del crimen se encontró una tarjeta del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE). Al hacer las primeras averiguaciones, descubrieron que no tenía titular porque no estaba registrada. Fue por eso que los investigadores resolvieron analizar los movimientos de la tarjeta y descubrieron que se la había utilizado, por última vez, el 14 de febrero para realizar un viaje en colectivo que se iniciaba en la esquina de Almirante Brown y Centenario, a pocos metros de la estación de trenes de San Isidro y finalizaba en Olivos, localidad en la que fue hallado el cadáver.
Con estos datos la Policía solicitó las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de San Isidro y descubrió que ese día dos hombres subieron a un ómnibus en esa esquina. Al indagar con los comerciantes del lugar, los investigadores supieron que esos dos individuos vivían en un estacionamiento subterráneo abandonado.
Identificado el lugar, los policías apresaron al asesino, de 36 años, de quien se supo después que era amigo de Ruiz, aunque había jurado vengarse de él, porque afirmaba que había manoseado a su hija, de 14 años.
La Policía cree que el acusado logró engañar a la víctima y la trasladó hasta Olivos, donde la atacó a puñaladas. Al detenido le incautaron tres cuchillos, uno de los tenía manchas de sangre. Intervino en la causa, que fue caratulada «Homicidio», Martín Gómez, de la Unidad Funcional de Vicente López Este, que depende del departamento judicial de San Isidro.

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