El Tribunal Federal de Posadas encontró culpable a Julio Olivera (33) en el delito de tráfico de estupefacientes en grado de tentativa. El caso ocurrió en 2014 cuando en un automóvil con doble fondo pretendía pasar casi 27 kilos de cocaína desde Encarnación a través del puente Internacional con destino primero en Posadas y luego Buenos Aires.
Ayer concluyó el breve debate iniciado a un carpintero obereño que en octubre del 2014 fue detectado con una importante cantidad de cocaína en un doble fondo de un Chevrolet Corsa. El control fue ejercido por agentes aduaneros que notaron nerviosismo en el hombre que venía desde Paraguay.
Esa cuestión llevó a revisar el rodado que además de un doble fondo tenía una llamativa cubierta de auxilio que no correspondía a ese tipo de autos. La droga estaba dividida en varias bandejas cubiertas con una goma y al ser examinadas por profesionales se detectó que era cocaína.
Los jueces del tribunal, Manuel Jesús Moreira, Norma Lampugnani y Mario Hachiro Doi, entendieron que había pruebas suficientes para condenar al hombre. Además las declaraciones de los únicos cuatro testigos, todos aduaneros, habían sido contundentes.
Para la fiscal Vivian Barbosa, el hoy condenado llevaba “veneno puro” en la carga porque además de cocaína en su estado de máxima pureza, tenía mezclas con medicamentos prohibidos desde hace más de 20 años en Europa por las consecuencias que pueden generar, inclusive la muerte.
La condena se conoció cerca del mediodía y denota unos cinco años y medio de prisión para Olivera y un año de prohibición para ejercer el comercio aduanero. Los fundamentos de la resolución de los magistrados se conocerán el miércoles que viene a las 18 en el tribunal Penal Federal de Posadas, por calle Félix de Azara, donde se realizó el debate.
