A 40 años del golpe, reeditan La Historia Oficial

«La historia oficial» cuenta la historia de una profesora de colegio, casada con un empresario, que adoptaron una niña en los tiempos de la represión, que un día recibe la visita de una Madre de Plaza de Mayo que despierta la sospecha acerca del origen de su «hija del corazón», situación que despierta el costado más oscuro de su esposo y su propia desesperación al conocer la verdad.

El guión, escrito por el director junto con la inolvidable Aida Bortnik, pone en la mira, por primera vez en el cine nacional y sin medias tintas, la participación civil en una trama difícil todavía de plantear en la vuelta a la democracia y con todas las libertades que esta supone y con la apertura que Raúl Alfonsín impulsó, incluso promoviendo la primera revisión de lo ocurrido en tiempos oscuros.

Para lograr empatía con el público, Puenzo se valió de un elenco irrepetible, encabezado por Norma Aleandro y Héctor Alterio, secundados por Chunchuna Villafañe, Hugo Arana, Guillermo Battaglia, Chela Ruiz, Patricio Contreras, María Luisa Robledo, Jorge Petraglia, Augusto Larreta, Leal Rey y la niña Analía Castro.

«Uno no ve la película como algo del pasado y puede decir ‘¡Qué vigencia tiene esto!’, pero no, es la continuidad, y lo que dijimos en su momento lo estamos diciendo de nuevo, incluso hay personajes que son los mismos, y esta parábola de Camus, que yo había leído antes de hacer ‘La historia…’ y retomé cuando hice ‘La peste’, vuelve una y otra vez, y esa es la real vigencia de la película», dice.

Puenzo recordó que «con Aida fuimos muy inocentes cuando pensábamos que para hacer esta historia teníamos que observar en perspectiva, pararnos 15 años por delante, cuando suponíamos iba a estar todo reflexionado, masticado y superado, porque vivíamos el entusiasmo de la democracia con (Raúl) Alfonsín, sin darnos cuenta de que era algo ingenuo pensar así».

«Amigos míos muy peronistas me dijeron ahora que ahora valoran mi película como en su momento no lo hicieron, porque en su tiempo la vieron como una visión muy radical, muy alfonsinista, por ahí porque se hizo en aquellos tiempos, como si fuese un poco indulgente. No quiero ser arrogante, pero ninguna película puso en primer plano a los civiles y eso ahora es valorado», asegura.

«Reponer la película ahora con una forma de exhibición totalmente diferente a la que tuvo en su estreno es todo un desafío porque ahora los cines son como supermercados y tu película está en una góndola al lado de ‘Kung Fu Panda 3’ o ‘X Men’, porque competir con películas que son naturales al supermercadismo es complicado. ¿Se vende cine político en un supermercado? Es difícil», concluyó.

Pasaron 31 años de el estreno de La historia oficial, la película de 1985 que ganó un Oscar y que relató el horror vivido en la última dictadura militar. En una fecha muy especial, a 40 años del golpe, el próximo 24 de marzo -día en que se celebra el día de la memoria- se reestrenará el film histórico al que según admitió el director Luis Puenzo «no le cambiaría ni una coma».
Sobre la película hablaron el cineasta y una de sus protagonistas, Norma Aleandro en el Cinemark 10 donde se hizo la presentación del film.
«Lo triste de esta historia es que sea tan verdadera, tan real. No fue fácil filmar, porque teníamos mucho miedo. La primera vez que Luis me contó lo que quería hacer, no podía parar de llorar. Pero rechacé hacerla varias veces, hasta que me convenció. Me alegro que me haya convencido, yo me equivoco mucho. Fue difícil filmar porque no era relajado. Hubo actores amenazados, y se decidió dar por cancelada la filmación para la prensa, pero se siguió filmando», contó Aleandro a la agencia DPA,
La historia oficial cuenta la historia de Alicia (Aleandro), una mujer que comienza a sospechar sobre el origen de la adopción de su hija de cinco años, ya que percibe que su marido le oculta cosas. La niña resulta ser en realidad la hija biológica de un matrimonio de desaparecidos. Entonces, se contacta con las abuelas de Plaza de Mayo para comprobar si su esposo fue cómplice del terrible acto.

Puenzo contó que para la reedición no se tocó ni un fotograma para la restauración pero que se mejoró la imagen. «Fue difícil resistir la tentación pero era una tontería cambiar algo, estoy muy orgulloso de cada escena y cada palabra que se dice en la película. El baño de la tecnología hace que veamos bien lo que la película intenta contar», dijo ante la prensa.
La película empezó a filmarse en 1983, recién se habían recuperado 3 de los 119 hijos de desaparecidos. Todavía no se sabía, como ahora, cómo había sido el procedimiento de apropiación de bebés.

La tarea de reciclaje digital 4K según los negativos originales de la producción estrenada el 3 de abril de 1985 y premiada con el Oscar el 24 de marzo de 1986, es decir hace 30 años, implicó un trabajo en equipo en el que colaboraron técnicos que participaron en el proyecto original. Pero también fue responsabilidad de muchos más que trabajaron intensamente en los laboratorios Cinecolor para llegar a la copia que en 2015 se vio en el Festival de Cannes.

Puenzo, adelantó que viene trabajando hace tres años en un nuevo proyecto acerca del sangriento bombardeo a Plaza de Mayo de junio de 1955 que inció la asonada golpista que terminó con el gobierno democrático de Juan Domingo Peron -que dejó un saldo de 305 muertos- se muestra entusiasmado con la idea de poner nuevamente en pantallas de cines la obra que le dio reconocimiento internacional.

En el libro publicado recientemente por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), acerca del film, Puenzo recuerda que la idea nació tras la Guerra de Malvinas: «Empecé a escribir una historia, un cuentito, como siempre empiezan los guiones. La abuela era el personaje principal. Con la entereza y los limitados recursos de una abuela empezaba averiguaba lo ocurrido con su nieta nacida en cautiverio y descubría lo que pasó en el país».

El director, que debutó con «Luces de mis zapatos», una propuesta para chicos con Pipo Pescador, el episodio «Cinco años de vida», de «Las sorpresas», luego filmó «Gringo viejo», con Jane Fonda y Gregory Peck, pero no se tentó con la propuesta de quedarse en los Estados Unidos, más tarde estrenó La peste», y finalmente «La puta y la ballena» en 2004, repasa su filme premiado al que define como «muy actual».

«No estoy seguro de decir que hoy haríamos la película igual porque en ese momento estábamos con mucha presión y muchas ganas de hacerla, y creo que una cosa que ha pasado que es incómoda es que como los ciclos se repiten y que cuando uno cree que hace pie en otro lado y lo que creía ya debería estar superado no lo está», dice Puenzo con un tono poco más que reflexivo.

«No la veo como una película que pasó en aquel momento sino es claramente un continuo, el tema con la parábola de ‘La peste’, de Albert Camus, esta cosa de los bacilos que nunca se van del todo, que quedan dormidos en algún pañuelo, y luego despiertan y vuelven a salir, y esto es, de alguna forma, agotador porque hay que volver a pelearla una y otra vez», asegura.

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