Insólito: el actual presidente de Télam le hizo juicio a la agencia cuando era funcionario de la Alianza

«A río revuelto, ganancia del pescador», dice el dicho. Lo cierto es que en el 2006 la Cámara Nacional del Trabajo modificó parcialmente la sentencia de primera instancia y condenó a TELAM Sociedad del Estado y al Sistema Nacional de Medios Públicos Sociedad del Estado al pago de 229.476,04 pesos, por el despido del entonces coordinador ejecutivo periodístico, Rodolfo Pousá, quien trabajó entre enero de 2000 y marzo o abril de 2002. En aquella época así se denominaba al presidente de TELAM.

Es que los jueces Elsa Porta y Roberto Eiras, integrantes de la Sala III de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, en los juicios caratulados “Pousa Rodolfo Ernesto c/Sistema Nacional de Medios Públicos S.E. y otro s/Ley 12.908”, entendieron que el artículo 43 inciso “d” de la Ley 12.908 es alcanzada por los agravamientos indemnizatorios, y que además el periodista se desempeñó para ambas demandadas, por lo que incrementaron la suma de la condena contra ambas accionadas solidariamente.

A Posuá no le tembló la mano, luego de dejar sus funciones con rango ministeriales, en hacerle juicio al Estado. Inició acciones legales a fin de obtener la indemnización laboral correspondiente por la no renovación de sus servicios.

A raíz de una serie de contradicciones del magistrado de primera instancia entre lo sentenciado y lo resuelto, ambas partes interpusieron recurso de apelación. Las instituciones demandadas se agraviaron que debieran abonar indemnización alguna, que tampoco corresponde diferencia salarial alguna en razón de los decretos 896/2001, 1060/2001 y 957/2001.

TELAM había afirmado que el contrato laboral del actor se celebró y terminó dentro de la órbita del Canal 7 del Sistema Nacional de Medios Públicos S.E. Esta última, por el contrario, consideraba que le correspondía a TELAM hacerse cargo del litigio en razón del Decreto 2507/2002 que transfería a TELAM todos los juicios en trámite en los que haya participado el Sistema Nacional de Medios Públicos.

Por su parte, Pousá criticó que no haya considerado el magistrado de primera instancia al preaviso –artículo 43 inciso “d” de la Ley 12.908- como parte del agravamiento indemnizatorio previsto en el artículo 16 de la Ley 25.561.

Así, la Cámara recordó que es criterio del Alto Tribunal de la Nación si se produce una contradicción entre los fundamentos y el resolutorio, debe primar lo establecido en el resolutorio, por lo que confirmó la aplicación del S.A.C. en el cálculo de la antigüedad.

Además la Cámara entendió que ”no asiste razón a las quejosas pues el accionante actuó como coordinador ejecutivo periodístico de Sistema Nacional de Medios Públicos S.E. no sólo en una unidad Télam, sino también en Radio Nacional y Canal 7, entre noviembre de 2001 y marzo o abril de 2002… y la notificación del despido fue emitida por Sistema Nacional de Medios Públicos S.E.”, debiendo responder ambas más allá de las acciones entre estas. De esta manera los magistrados hicieron lugar a la queja del agravamiento del preaviso, por lo que elevaron la condena a $229.476,04.

Por ello, la Cámara Nacional del Trabajo, modificó parcialmente la sentencia de primera instancia, ordenando a TELAM y al Sistema Nacional de Medios Públicos S.E. la suma de $229.476,04 más los intereses moratorios fijados en el fallo de grado.

Cabe recordar que Pousá fue uno de los periodistas que firmó el petitorio y participó del reclamo de un grupo de comunicadores que llevó el nombre de “Queremos Preguntar”, una consigna creada por Jorge Lanata para cuestionar la política comunicacional del gobierno de Cristina Kirchner.

Además Posuá trabajó en la televisión en claro vínculo con Rafael Pascual, quien fuera presidente de la Cámara de Diputados durante el mandato de De la Rúa. En los últimos años estuvo retirado en una quinta en Los Cardales, alejado del día a día de las noticias.

La agencia que estará a cargo de Pousá estuvo copada por La Cámpora en los últimos años y se convirtió en una de las principales herramientas de difusión del “relato” kirchnerista, con muy poco espacio para los actos y declaraciones de la oposición.

La incidencia de La Cámpora en Télam no se extinguió con el cambio de gobierno: por estas horas se producen duras pujas internas entre la plantilla de periodistas profesionales y los militantes camporistas que se resisten al cambio de la línea editorial.

Para timonear esta situación compleja, Lombardi llegó a un acuerdo con Luis Omar “Lucho” Giménez, que desde hace años es el poder entre las sombras en la agencia estatal. Giménez fue promotor en la Argentina del boxeador panameño Roberto “Mano de Piedra” Durán, que peleó en el país en 1997 contra Jorge “Locomotora” Castro.

Lucho es además un eterno sindicalista amigo de Hugo Moyano que, de todos modos, perdió parte de su poder con la irrupción de “la orga” en la agencia de noticias que tiene más de mil empleados.

 

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