Suba de las tasas de interés dispara costos financieros del agro y dificulta la cosecha de yerba

Desde las industrias yerbateras y tealeras indicaron que hacerse de dinero para levantar la cosecha les cuesta cada vez más caro. Destacan que en ambas actividades, la inversión que se debe hacer para comprar la materia prima se puede recuperar recién después de varios meses o años. Los productores denuncian que los industriales están descargando sobre el sector primario los costos financieros, al pagarles a plazos cada vez más largos.

Las últimas intervenciones del Banco Central dejaron en claro que mantener altas las tasas de interés será la principal arma del Gobierno nacional para contener al dólar. Durante la semana que pasó, la entidad a cargo de Federico Sturzenegger convalidó tasas de corte de hasta 38 por ciento en las licitaciones de las Lebacs en pesos a 35 días, dicha tasa es tomada como referencia para el resto. Como resultado la divisa estadounidense, que en algún momento había superado la barrera de los 16 pesos, bajó a valores en torno a los 15,50 pesos, pero al precio de un fuerte impacto en la economía real al encarecer el costo de los créditos.

El cuadro perjudica particularmente a actividades como la tealera y la yerbatera, por los tiempos que demandan la elaboración de estos productos, cuyos procesos industriales incluyen etapas de secado y estacionamiento, que demoran varios meses. Para el caso puntual de la yerba mate, solamente el estacionamiento demora entre 6 y 24 meses, dependiendo del tipo de producto que se elabore.

El problema fue planteado en la mesa del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) durante la última concertación de precios. En ese ámbito los representantes de la industria argumentaron que para hacerse de dinero para levantar la cosecha deben pagar una tasa de interés mensual de alrededor de 5 por ciento y que ello les impediría otorgar un incremento en los precios de la hoja verde que estuviera en línea con los niveles actuales de inflación.

Consultado al respecto, el presidente del INYM, Luis Prietto, estimó que para financiar la cosecha yerbatera de invierno harían falta unos cinco mil millones de pesos, dinero que excede por mucho la capacidad del instituto de ofrecer préstamos. Con el Banco Central ofreciendo a los bancos privados Lebacs a tasas cercanas al 40 por ciento anual, el financiamiento privado tampoco abunda o es muy caro.

Ante ese panorama, desde la industria argumentan que en el contexto económico actual, poner dinero para comprar algo que recién van a poder vender dentro de ocho meses o dos años resulta un negocio poco atractivo, por los altísimos costos financieros que involucra.

Por su parte, representantes del sector primario aseguraron que los principales perjudicados por la suba del costo de los créditos son los productores, ya que –según denuncian- los industriales estarían descargando en ellos los costos financieros al pagarles con cheques a plazos cada vez más largos.

“Dicen que pagan costos financieros muy altos, pero a nosotros nos pagan con cheques en hasta 210 días”, indicó Cristian Klingbeil, de la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones (Apam).

El dirigente consideró que el colono misionero es “el mejor banco del mundo”, porque financia a tasa cero y a plazos larguísimos. “Hoy el mejor negocio del mundo es venir a las chacras misioneras a comprar materia prima de cualquier producción y estirarles los plazos lejísimos”, dijo.

JRC EP

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