Productores bajaron sus pretensiones de aumento de 35 a 31 por ciento, pero los industriales se plantaron en 28 por ciento. Argumentan que no pueden ofrecer más que lo acordado en Salta y Jujuy. Desde los gremios aseguran que no permitirán que se inicie el acopio sin precio. Afirmaron que se perdió mucho tabaco en los galpones por las intensas lluvias. La diferencia entre lo que ofrecen las empresas y lo que pretende el sector primario es menor a un peso por kilo.
“No hubo acuerdo, se aferran al 28 por ciento y nosotros pretendemos como mínimo un 31 por ciento. No vamos a permitir que se haga el acopio sin un acta de precios, no importa lo que haya que esperar”. De ese modo el presidente de la Cámara de Tabaco de Misiones (Catam) Eduardo Rebak, resumió lo discutido durante más de seis horas en la reunión de concertación de precios del burley que se realizó ayer en Posadas. Se trató del cuarto encuentro entre productores e industriales con el objetivo de ponerle precio al tabaco misionero y determinar una fecha de inicio para el acopio.
Tal como había ocurrido en las reuniones anteriores, los productores cedieron algunos puntos en sus pretensiones, pero esta vez las empresas no se movieron del número que habían propuesto en el encuentro anterior. Desde los gremios que representan al sector productivo, afirman que estarían dispuestos a cerrar un acuerdo si las empresas ofrecieran un incremento de 31, o al menos de 30 por ciento en relación a los valores del año pasado y destacan que iniciaron la ronda de negociación pidiendo una suba de 45 por ciento. “Nos parece que nosotros ya cedimos suficiente como para llegar a un acuerdo”, consideró Rebak.
Desde la producción consideran que un incremento de 30 por ciento es lo mínimo que deberían pagar las empresas, teniendo en cuenta que el dólar aumentó más de 60 por ciento en el último año y que además se levantaron las retenciones a las exportaciones que tenían una alícuota de 10 por ciento y que ambas medidas beneficiaron directamente a las compañías que compran tabaco misionero.
Rebak aseguró además que los productores no pueden cobrar un incremento de precios inferior al 30 por ciento porque los rindes este año fueron muy bajos por cuestiones relacionadas al clima. “Cuando plantamos pensamos que íbamos a levantar más de 30 millones de kilos, pero por culpa de las lluvias y exceso de humedad se perdió mucho en los galpones. Este año tenemos un tabaco liviano, con poco cuerpo y de no muy buena calidad”, admitió.
Del lado de las empresas, argumentan que los precios internacionales y la fuerte competencia de otras plazas que tienen costos de producción más bajos que los argentinos, les impedirían pagar un incremento mayor al que proponen. Además plantean que no pueden pagan en Misiones una suba en porcentaje mayor a la que otorgaron a productores de Salta y Jujuy, con quienes acordaron un incremento de 28 por ciento.
Con todo, la diferencia entre lo que piden los productores y lo que ofrecen los industriales es de apenas centavos por kilo. La suba de 28 por ciento que proponen las empresas llevaría a casi 25 pesos el precio promedio, mientras que la variación que exigen los productores llevaría al kilo de burley misionero a un valor apenas por encima de los 25 pesos. “Es insólito que no podamos llegar a un acuerdo por una diferencia tan chica, pero nosotros no podemos ceder un centavo más porque son unos 200 o 300 pesos que para el colono es mucha plata y tampoco aceptamos que las empresas nos digan que no se pueden mover del 28 por ciento por miedo a que se enojen los salteños y jujeños. Si la cosa es así el año que viene vamos todos a concertar precios a Salta”, remató Rebak.
JRC EP
