La constante devaluación del real y los altos índices de inflación de Argentina dificultan cada vez más la actividad económica en zonas de frontera con Brasil. El caso más emblemático es Puerto Iguazú, uno de los principales puntos turísticos del país que hoy no consigue competir en igualdad de condiciones con su vecina Foz do Iguaçu, o al menos eso afirman desde la Cámara de Comercio de Puerto Iguazú, cuyo vicepresidente Jorge Florentín, señaló que las ventas cayeron de manera pronunciada en casi todos los rubros.
El representante del sector empresarial indicó que los costos en Argentina aumentaron mucho en los últimos meses, al punto que los precios en Foz, son más bajos tanto de productos como de servicios, lo que provocó una caída en las ventas del lado argentino. Explicó que primero dejaron de venir los brasileños a comprar a Iguazú y luego los misioneros pasaron a abastecerse de casi todo a la ciudad brasileña.
Las asimetrías también golpearon al sector turístico. «Vemos que el turista nacional está eligiendo Foz por una cuestión de precios y nosotros no podemos competir», dijo.
Indicó que los trabajadores fueron los primeros en sentir la crisis: se cortaron las horas extra, se toman muy pocos empleos temporales, nadie está incorporando nuevo personal e incluso ya se registraron despidos.
Para revertir la situación, desde la Cámara de Comercio están realizando reuniones con diversas cámaras empresariales y consejos profesionales. La principal propuesta que surgió de esas reuniones fue una propuesta de reducción de impuestos para limar las asimetrías. Concretamente pedirán tasa cero de Ingresos Brutos para el turismo y supermercados u otras medidas que den alivio a estos sectores. Florentín anticipó que en los próximos días se reunirán con representantes del concejo y del municipio de la cuidad de las Cataratas. «Buscamos ser más competitivos para que el turista vuelva a Iguazú y que el vecino de esta localidad vuelva a comprarle al comerciante local», dijo
JRC EP
