El chileno Juan José Soto Vargas, que viene denunciando que su hijo fue torturado y sometido a apremios en la Unidad Regional V, en los penales de Eldorado, Oberá y Loreto. Actualmente el joven cumple una condena por haber estado involucrado en un robo a una vinoteca de Puerto Iguazú en el 2013 y su padre busca que se habilite una reasignación carcelaria y sea trasladado a un penal chileno.
“Hay tortura en la cárcel de Loreto”, asegura el ciudadano chileno Juan José Soto Vargas reiteró su denuncia por torturas en perjuicio de su hijo Juan José Barrientos Soto. En el 2014 logró un allanamiento en el Penal de Eldorado por el mismo delito y ahora su acusación apunta a la cárcel de Loreto.
El médico cirujano Juan José Soto Vargas, de origen chileno, pero con domicilio en Chubut, quiere que su hijo Juan José Barrientos Soto sea trasladado a Chile y para eso acudió a distintos estamentos de la Justicia misionera, a la Cancillería y a las Naciones Unidas.
El joven está preso en la cárcel de Loreto y su padre explicó que ahora el Ministerio de Justicia de Chile pidió su traslado a ese país. La Corte Suprema chilena acepto el pedido de reasignación carcelaria y curso la habilitación al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos Argentino, el cual debe habilitar que la Policía Federal (división INTERPOL) haga el traslado de los dos detenidos de los penales de Eldorado y Loreto a Chile.
“Mi hijo fue golpeado en el penal de Oberá y le aplicaron una sanción de 15 días siguiendo cinco días más castigado en una celda, de allí lo trasladaron a Loreto y lo pusieron en una celda de confinamiento”, dijo Soto Vargas. “También hay tortura en la cárcel de Loreto”, enfatizó.
Efectivos de la Policía Federal Argentina allanaron en el 2014 la Unidad Penitenciaria Tres de Eldorado y secuestraron elementos presuntamente relacionados con la denuncia por torturas en perjuicio de Juan José Barrientos Soto, hecha por su padre.
La requisa se centró en la denominada “celda de castigo”, donde el muchacho habría sido víctima de brutales golpizas a manos de los guardias, según señaló el denunciante.
Los efectivos federales se llevaron en aquella oportunidad del lugar las prendas ensangrentadas que pertenecen al detenido y además, muestras de sangre coagulada desparramada en el piso y en las paredes, que serían pruebas suficientes para confirmar las sesiones de torturas a la que eran sometidos los detenidos.
MCE 3
EP
Condenaron a los chilenos por los asaltos ocurridos en Puerto Iguazú
