Detuvieron en Posadas a uno de los presuntos autores materiales del doble homicidio y al supuesto ideólogo de la matanza

La causa por el asesinato a balazos de Sebastián Vega (27) y Rodrigo Ibarra (37) sumó cinco nuevos detenidos, entre ellos el presunto autor material y el supuesto instigador.

El presunto sicario es un hombre de 44 años que estaba alojado en un hotel ubicado a pasos de la rotonda de acceso a Posadas. En cuanto al sindicado como autor intelectual, fue atrapado en Villa Sarita y lo identificaron como Martín Vedoya (35). Le secuestraron documentaciones de vehículos y celulares.
El viernes, cayeron tres personas sospechadas de haber ayudado en la planificación del hecho y la posterior fuga de los sicarios. Se trata de un joven de 25 años y un hombre de 49 y una mujer de 40 años, todos cayeron en un operativo conjunto que hicieron los policías de la Dirección Homicidios y los detectives de la Secretaría de Investigaciones Complejas del Poder Judicial en el barrio Yacyretá de Posadas.
Homicidios y la SAIC vienen haciendo un trabajo paciente, detallista y minucioso desde que fue descubierta la ejecución de las dos víctimas.
Y este sábado al mediodía dio más resultados con la captura de uno de los presuntos ejecutores de Vega e Ibarra. Cuando lo atraparon no estaba armado ni opuso resistencia.

CAPTURA

Más tarde, en otra redada que se hizo en Villa Sarita, los policías y funcionarios judiciales capturaron a Vedoya.
Es el mismo barrio donde atraparon al primer arrestado, un hombre de 27 años llamado Ricardo Vázquez. Este es apuntando como el “entregador” de las víctimas. Habría sido quien los citó para una reunión y que luego los dejó en manos de los asesinos.

Vázquez fue indagado el viernes por la mañana por el juez de Instrucción Tres, Fernando Verón. Rechazó haber tenido relación con el doble homicidio. Sin embargo, su coartada dejó muchas dudas. Estuvo en la sede judicial entre las 7 y las 13.30 y luego volvió a su lugar de detención.
Ese día, por la tarde, pasadas las 17, los investigadores hicieron allanamientos en la chacra 111, calle 64. Allí arrestaron a otras personas buscadas, que ya tenían orden de arresto, antes de que Vázquez comenzara a declarar. Además de capturar a los sospechosos, el personal de Homicidios y de la SAIC, secuestraron dos coches: un Peugeot 408 y un Fiat Punto OKM.

408

El trío será indagado el lunes por el juez Verón. Sospechan que se trata del grupo que ayudó en la planificación de las ejecuciones y luego asistió a los autores materiales para que se fugaran.
El mismo día o tal vez el martes, interrogarían al presunto sicario y a Vedoya.
Las fuentes precisaron que testimonios, escuchas y entrecruzamiento de llamadas telefónicas son los elementos que comprometen a todos.

Muy cerca
“Pocas veces como ahora se ha tenido tanta certeza de que estamos a punto de lograr el total esclarecimiento del caso”, sostuvo un detective.
Los informantes ratificaron que una “mejicaneada”, como se conoce en la jerga delictiva al hecho de quedarse con parte o con el todo de una carga de mercancía ilegal (en este caso droga) que es propiedad de otra banda, habría sido el motivo por el que una mafia decidió acabar con la vida de Ibarra y Vega.
Para lograr que ambos cayeran en una trampa, el 16 de diciembre del año pasado, el ideólogo se habría valido de Vázquez quien citó a Vega diciéndole “ya tengo lo tuyo”, presuntamente aludiendo a un arma. Una vez en el lugar de encuentro, cerca del hiper Libertad, Vega e Ibarra fueron capturados por los sicarios, quienes los ejecutaron a balazos (con una pistola calibre nueve milímetros y un revólver calibre 38) dentro del Agile de la hermana de Ibarra, en el barrio Tacurú.
La familia de Vega niega que el muchacho haya tenido vínculos con el narcotráfico, aunque admite que declaró en una causa y que apuntó a supuestos traficantes ante la Justicia. El joven era investigado por el Juzgado Federal de Zárate-Campana (Buenos Aires), que buscaba determinar si tenía relación con un cargamento de marihuana decomisado en Virasoro, Corrientes, a mediados del año pasado. Precisamente, escuchando su línea telefónica dio con quienes serían los verdugos del posadeño. Esas escuchas, remitidas al juzgado de Verón, fueron clave para la captura de todos los sospechosos que hoy tiene el caso.
Vega habría traído a Ibarra (paraguayo que estaba radicado en Buenos Aires) presuntamente para sumarlo a sus negocios. Y esos negocios les habría costado la vida a ambos.

 

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