Klusener mete goles decisivos para Guaraní y quiere crecer y consagrarse en su provincia

Alvaro Klusener, el delantero de 25 años oriundo de Santa Rita, salvó con sus goles decisivos a Guaraní A. Franco de una crisis futbolística.

Klusener marcó en el empate 1 a 1 ante Sportivo Patria en un partido disputado en Formosa hace 12 días y el domingo pasado metió el primer tanto del 2 a 0 de Guaraní en su primer triunfo del año ante Chaco For Ever. Fue con un cabezazo en el área chica que mandó al fondo de la red un rebote que había dejado Martín Perelman tras un derechazo de Barinaga.

Klusener, que no es un centrodelantero, estaba ahí, casi abajo de los palos, esperando el rebote con el olfato goleador que caracteriza al «9».

«Como él (por Barinaga) le pega siempre fuerte, el arquero dio el rebote y lo pude cambiar por gol», contó de su jugada y luego relató a Misiones Online cómo se las ingenian con Barinaga para hacer -alternadamente- la función de centrodelantero.

«Cuando uno de los dos está afuera, el otro tiene que estar adentro (del área), es algo mecánico, la verdad me gusta jugar adentro del área, si está él yo tengo que dar un paso afuera, le toca al que le toca, siempre uno tiene que estar adentro del área», relató Klusener sobre el rol que comparte con el Barigol, la figura y goleador del equipo franjeado. El otro día, ante For Ever, Barinaga iba a terminar metiendo el 2 a 0 con un gol olímpico.

Klusener, que tiene el apodo de «Toti», nació hace 25 años en Santa Rita, localidad cercana a 8 kilómetros de Alba Posse, sobre el río Uruguay. Vivió su carrera futbolística a la sombra de su hermano mayor, Gonzalo, quien fue goleador de la B Nacional en Talleres de Córdoba, y tras un paso por Olimpo de Bahía Blanca, en Primera División, volvió a la «T» donde es muy querido por la gran hinchada del equipo más grande de esa provincia.

Surgido en Estudiantes de la Plata, donde llegó a debutar en Primera en 2011, «Toti» emigró a otros clubes buscando su destino. Pasó por Unión de Mar del Plata, donde hizo su anterior experiencia en el Federal A y también estuvo en Ferro y en Central Córdoba de Santiago del Estero, el año pasado, ambos clubes del Nacional B.

Ahora volvió a su provincia y si bien bajó de categoría, en Misiones tiene la esperanza de «explotar» y consagrarse nada menos que ante su gente. Si lo logra, podría convertirse en el jugador misionero que el fútbol profesional de la tierra colorada necesita. Por distintos motivos, ni en Crucero ni en Guaraní pudo consolidarse en futbolista nacido en Misiones en estos años de participación en las categorías de elite.

Por lesiones, bajo rendimiento o transferencias, jugadores como Jorge de Olivera, Enzo Bruno, Pablo Ostrowski en Guaraní, o Caito Fileppi, Horacio Ramírez y Dardo Romero, no pudieron convertirse en el símbolo de estos últimos dos años en que la provincia llegó a tener dos equipos disputando las máximas categorías del fútbol argentino. Quizás Romero, recientemente retirado, haya sido la excepción.

El juego de «Toti»

Klusener, que no es goleador, está amigado con la red en Guaraní. Apenas 24 horas después de haber arribado al club, metió su primer gol en un amistoso con Petirossi disputado en Encarnación. Ya en los primeros entrenamientos se ganó la titularidad en el equipo. Pero además de su vocación por llegar al gol, demostró una gran entrega.

El otro día ante For Ever, además del gol, fue uno de los puntos altos del equipo. Incluso un sondeo en twitter realizado por la cuenta oficial de Guaraní lo dio como la figura del partido, por sobre Barinaga y Bruno.

«Pude hacer el gol con un rebote del arquero, el fútbol no es solamente jugar, hay que correr, meter, lo más importante acá es la victoria, porque costaba y hoy se pudo concretar», explicó en la sala de prensa de Guaraní, a donde arribó para hablar el domingo a la noche. Hombre de pocas palabras, este jugador del Alto Uruguay es de los que le gustan hacerse escuchar en la cancha.

«Estoy contento en jugar en un club de la provincia como Guaraní, después de 13 años de estar en Buenos Aires, muy contento de estar acá y tener a mi familia cerca», explicó sobre su primer gol en el Clemente Argentino.

Klusener, además, demuestra en sus afirmaciones el compromiso que tiene con el equipo. Lejos de ponerse muy contento por la victoria, el gol y el buen partido, traza un panorama donde lo más importante es mejorar de cara a lo que viene.

«Necesitábamos la victoria, más que nada por el rumbo, por la gente, una victoria es muy importante porque no veníamos ganando, nos sirve para tener dos semanas de trabajo de la mejor manera», contó, en referencia al parate que tiene el club misionero este fin de semana por tener fecha libre. No lo dice, pero gracias a sus goles, estos 15 días en Villa Sarita se viven con bastante tranquilidad para pensar en mejorar y levantar cabeza en la segunda rueda en la zona 6 del Federal A.

«Con el plantel que tenemos, tendriamos que estar mejor, pero creo que esta victoria nos da confianza por la racha que necesitamos, ahora tenemos que entrenar y mejorar», cierra el punta de Guaraní, y se va confiando en que su equipo tiene todo para levantar cabeza, para mejorar. Seguramente también sueña con que Guaraní sea el club para el despegue definitivo de su carrera, nada menos que en su provincia, ante su gente.

MB

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