Hillary Clinton y Trump se afianzan tras conseguir victorias en siete estados

La demócrata y el republicano se afianzaron como los favoritos para la nominación de sus partidos a la Casa Blanca luego de alzarse con la mayoría de las victorias del supermartes, la jornada de votación en la que se reparte un mayor número de delegados.

 

Ambos candidatos consiguieron alzarse con la victoria en siete de los 11 estados en los que se votó ayer, aunque sus competidores de la interna partidaria también lograron algunos avances, por lo que aún no está del todo definido quienes serán los competidores de las elecciones presidenciales que se celebrarán en noviembre próximo.

 

En el lado republicano, y ante el creciente pánico del aparato del Partido Republicano, Trump ganó por una buena diferencia cuatro Estados, Alabama, Georgia, Massachusetts y Tennessee, mientras que sus victorias fueron más ajustadas fueron en Arkansas, Vermont y Virginia.

 

«Esta ha sido una noche increíble», fue el modo en que Trump condensó su sentir ante una multitud de simpatizantes.

 

El senador Ted Cruz, con el triunfo obligado en su estado (Texas) y la sorpresa de Oklahoma, pudo redefinir su marketing electoral y salir a enunciar que es el único que venció a Trump en tres ocasiones, las dos de hoy y la de Iowa.

 

La noche fue peor para Marco Rubio, la apuesta del establishment republicano para evitar que el controvertido Donald Trump sea el candidato del partido.

 

El senador se quedó a las puertas de lograr una victoria en Virginia, estado bisagra, que habría podido blandir como la prueba de que él es el candidato que puede atraer a votantes de más amplio espectro y recuperar la Casa Blanca para los republicanos.

 

Rubio, de 44 años y origen cubano, que tenía esperanzas en Virginia y Massachusetts, finalmente solo se impuso al polémico magnate en Minnesota, un estado del Medio Oeste donde el voto republicano es más moderado.

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El balance final del «Supermartes» para los republicanos confirmó el amplio favoritismo de Trump, quien ya suma en total 315 delegados, seguido por Ted Cruz, con 205 y Marco Rubio, con tan solo 106.

 

Se requiere un total de 1.237 delegados para ganar la nominación republicana.

 

A estos resultados deberá sumarse Alaska, donde Ted Cruz ganaba por un estrecho margen sobre Trump, quien contaba con el apoyo de la ex gobernadora republicana por ese estado, Sarah Palin.

 

Antes de emitir su voto en Houston, y cuando ya se vislumbraba el despegue de Trump, Cruz dijo que trataría de empujar a Rubio y al gobernador de Ohio, John Kasich, fuera de la carrera.

 

«Si quieres vencer a Donald Trump, tenemos que llegar a una carrera de uno contra uno», dijo Cruz y agregó que «Donald se está beneficiando de una oposición fracturada». Rubio no acusó recibo.

 

Del lado demócrata la ex secretaria de Estado consolidó su favoritismo tras imponerse con resultados de más del 60% frente al senador Bernie Sanders en Alabama, Arkansas, Georgia, Tennessee, Texas y Virginia, y obtuvo una victoria ajustada en Massachusetts.

 

Sanders superó las expectativas con sus triunfos en Oklahoma, Minnesota, Colorado y Vermont, que le otorgan argumentos suficientes para sostener que, pese a que Clinton lidera con ventaja considerable, nada está zanjado aún en las primarias demócratas.

 

Clinton, además de los siete estados, ganó los seis delegados de los «caucus» (asambleas) de la Samoa Americana, un territorio no incorporado de Estados Unidos en el océano Pacífico sur.

 

Con estos resultados, la también ex primera dama suma un total de 1055 delegados mientras Sanders llega a 418. Se necesitan 2.383 delegados para ganar la nominación demócrata.

 

El 15 de marzo es la siguiente gran cita electoral, cuando votarán cinco estados populosos: Florida, Illinois, Missouri, Carolina del Norte y Ohio.

 

Esa noche Rubio debe ganar en Florida y el gobernador John Kasich ha prometido que si no gana en su estado, Ohio, abandonará las primarias.

 

Los resultados de anoche, como se vislumbraba, despejaron el camino de dos candidatos opuestos en casi todos los sentidos y que -de continuar esta tendencia- serán los protagonistas de la gran pulseada por la Casa Blanca.

 

Por un lado Trump, inexperto en gestión política y con posiciones controvertidas en temas como la inmigración y el proteccionismo comercial.

 

Por otro Clinton, una de las candidatas presidenciales con más experiencia en la historia reciente, ya que fue senadora por Nueva York y secretaria de Estado con el presidente Barack Obama, que le había derrotado en las primarias.

 

El extenso y complejo proceso eleccionario estadounidense dirá finalmente si sus ciudadanos los ponen en la carrera final hacia la Casa Blanca.

 

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