Freno a las obras patagónicas: promoviendo la disolución nacional

Entre la variedad y gran relevancia de muchas obras públicas de infraestructura, objetivamente concretadas en el período del kirchnerismo (2003-2015), es indiscutible que se puso mucho énfasis en integrar efectivamente a La Patagonia, al resto del Territorio Continental Argentino, e incluso se puso el acento en unir a Tierra Del Fuego con el extremo sur continental nacional. Hay dos gasoductos construidos, uno en 1978 y otro en 2009/10; y una interconexión eléctrica recientemente comenzada, inconclusa, entre La Isla y el Continente.
Varias han sido las obras muy importantes terminadas, otras estaban en avanzado grado de concreción, y dos muy relevantes estaban en sus comienzos, en la muy estratégica provincia de Santa Cruz.
En breve e incompleta síntesis: obras terminadas. La Ruta Nacional Nº 40, la más extensa de Argentina que de sur a norte corre paralela a la majestuosa Cordillera de Los Andes. En épocas de gobiernos liberales, abundaban las excusas para justificar la dilación constante, o la descalificación como supuesta “obra faraónica”. Hoy nos une, totalmente pavimentada, desde el extremo sur patagónico hasta el norte del NEA, incluso con tramos de autovía.
El SADI (1) antes se componía de dos tramos de Alta Tensión, muy incompletos y desconectados entre si, el sistema eléctrico “central”, que excluía a muchas provincias y no cerraba necesarios anillados (2), y el subsistema patagónico, débil, separado del “sistema central” por cientos de kilómetros, y que ni rozaba el norte del Chubut. En sucesivos tramos de obra, el SADI pasó a ser un solo sistema eléctrico de alta tensión, y además de completar anillados en otras regiones del país, llegó al extremo sur continental argentino, pero además interconectó el extremo sur-este (Río Gallegos), y el extremo sur-oeste (Río Turbio).
Tuve el honor de haber sido invitado a disertar, por la Sede Río Turbio de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, cuando se inauguraron las ampliaciones y nuevos laboratorios, lo cual sucedió al mismo tiempo que se interconectó el extremo de línea de esa ciudad, con el SADI, y además se podía ver avanzar y ya casi terminada la nueva usina carbonífera de Río Turbio, ubicada prácticamente al pie de la mina.
Esa usina, casi terminada, con tecnología de última generación y muy bajas emisiones de gases, es muy importante, pues proveerá Potencia Firme de Base precisamente en el punto más alejado del nodo de carga principal, con lo cual estabilizará el servicio y reducirá costos operativos, además de economizar gas natural y/o petróleo, de los cuales nuestro país no se autoabastece.
Geopolíticamente, es elemental considerar que la ciudad de Río Turbio, ubicada frente a Chile, depende casi totalmente de la explotación minera, y de su actividad asociada, la usina carbonífera, además del rol multiplicador de la Universidad.
No solo esa pujante ciudad se autofinancia sin problemas con la actividad carbonífera, sino que contribuye al desarrollo nacional, y constituye un foco local de asentamiento poblacional muy importante, con varias otras localidades que indirectamente reciben su influjo positivo. Es decir que es de Interés Nacional facilitar el crecimiento y desarrollo económico, social y poblacional, en el extremo suroeste de nuestra Patagonia. Es básico y elemental…salvo que se opere abiertamente en contra de los Intereses Nacionales, como ocurre con los operadores del neoliberalismo apátrida, tal como los hechos y la historia reciente lo demuestran.
En el marco de los muy importantes acuerdos estratégicos con China y Rusia, rubricados en el último tramo del gobierno de C.F. de Kirchner, con la mega potencia asiática se acordó bajo la forma de financiación blanda (bajas tasas y amplias facilidades), construir el complejo hidroeléctrico Néstor Kirchner – Jorge Cepernic (antes llamadas Cóndor Cliff – La Barrancosa), obras muy importantes, largamente anheladas, y de gran importancia para proveer energía firme, de base y abundante, en el extremo sur continental del SADI. Ese complejo hidroeléctrico será el de mayor potencia ubicado en un río totalmente nacional, y proveerá múltiples efectos positivos, pues permitirá la industrialización y consecuente radicación de más población en una provincia muy despoblada (la de menor densidad de población), significará contar con dos grandes reservorios de agua dulce, aptos para consumo humano y para irrigación y cría de ovinos; y por supuesto, dos nuevas y poderosas atracciones turísticas adicionales a las bellezas patagónicas. Eso además de los miles de puestos de trabajo directos muy bien pagos, más los indirectos, durante la construcción.
Tanto las dos grandes hidroeléctricas, como la usina carbonífera, fueron objeto de arteros, falaces y constantes ataques, por parte de las ONGs “ecologistas” británicas, principalmente de Greenpeace y Fundación Vida Silvestre, esta última “capítulo” argentino de WWF. En todos los casos, falseando o incluso inventando datos mentirosos, los activistas del pseudo ecologismo británico, afirmaron que esas hidroeléctricas y la central carbonífera, “afectarán” a los glaciares, lo cual es falso y no resiste ningún análisis serio. Y un argumento remanido, es la supuesta “conveniencia” de reemplazar esas tres eficientes centrales eléctricas, aptas para funcionar como usinas de base del Sistema Eléctrico, por “renovables sesgadas” (3), como eólicas y solares, las cuales no solo son mucho menos eficientes, mucho más costosas por KWh, sino que son inútiles como proveedores de energía de base, por sus insalvables oscilaciones en sus nada constantes generaciones eléctricas.
Desde el nuevo gobierno nacional, son constantes los ataques mediáticos y el freno presupuestario total a las obras santacruceñas.
Macri afirmó, sin dar ninguna precisión técnica, porque evidentemente carece de las mismas, que –supuestamente- existen “19 formas más eficientes que la hidroeléctrica para generar energía eléctrica”. Su Ministro de Energía, Aranguren, alabó desmesuradamente a las “renovables sesgadas” (eólicas, solares, etc.), afirmando que incluso son más convenientes para invertir que el mega yacimiento hidrocarburífero de Vaca Muerta, lo cual es falso, pues el grueso de los hidrocarburos mueve a los motores de combustión interna y similares, no siendo reemplazables por energía eléctrica, menos aun la mera generación complementaria, costosa e ineficiente como son las renovables sesgadas.
Aranguren, hombre del riñón de la petrolera británica Shell, atacó a las dos hidroeléctricas de Santa Cruz y a la central carbonífera, en base a rebuscadas y falaces argumentaciones. Lo que no dijo, es que constituyen excelentes alternativas de generación, que nos harán ahorrar grandes cantidades de petróleo y gas…que casualmente nos vende Shell…todo cierra, hasta la buena sintonía de Aranguren con las ONGs “ecologistas” británicas.
Pero el trasfondo es mucho peor y más preocupante aun. Toda La Patagonia Argentina se encuentra bajo concretas amenazas geopolíticas de segregación territorial con pérdida de soberanía argentina, lo cual incluso fue afirmado por el reconocido analista geopolítico ruso Daniel Estulin (4).
Unos párrafos del analista ruso son categóricos: (5) “En particular, Estulin señala al empresario Eduardo Elzstain, principal terrateniente del país, como operador en las sombras de varios actores externos interesados en un paulatino proceso de abandono y entrega de este territorio.”
“La venta masiva de terrenos productivos a extranjeros no tiene parangón en el mundo moderno” afirma Estulin. “Esta entrega se hace sin invasiones militares, sino a través de adquisiciones de tierras a precio de saldo y tiene implicaciones no solo en lo económico, sino también en lo que tiene que ver a posicionamiento geoestratégico. Eso explica la creciente militarización del archipiélago de Malvinas”.
“Esta macabra operación contra el país tiene al empresario Eduardo Elzstain como uno de sus máximos responsables. “Elzstain es el operador local del megaespeculador George Soros, miembro del Club Bilderberg, que ha encontrado un país que no defiende sus recursos naturales ni su territorio frente a un tipo de invasión no convencional”. “Argentina está en riesgo de que su conflicto con los fondos buitre se resuelva con una entrega en silencio de sus recursos en la Patagonia” “.
No es ningún secreto que la soberanía argentina en La Patagonia, está seriamente amenazada. El secular expansionismo chileno y su constante agresividad latente con sus tres vecinos, solo puede ser un secreto para muy desinformados. La vieja “entente” chileno-británica data desde la independencia del país trasandino, y el respaldo militar y estratégico británico a sus guerras y operaciones expansionistas ha sido una constante, devolviendo favores Chile en la Guerra del Atlántico Sur (1982), incluso amenazando invadir La Patagonia Argentina. Sectores políticos y militares trasandinos siguen imbuidos del mismo espíritu expansionista. La Fortaleza Militar Malvinas, no solo resulta lesiva en si misma a los Intereses Argentinos, sino que se yergue como amenaza latente pero muy concreta sobre toda La Patagonia. Por otra parte, la OTAN y sobre todo las tres potencias más agresivas de esa alianza (las potencias neocolonialistas: EEUU, Francia, Gran Bretaña) han demostrado una gran afinidad al uso de la fuerza militar como herramienta de agresión, complementando las agresiones políticas, culturales y económicas. Sus acciones en la ex Yugoeslavia, el África Sud Sahariana, en Libia, Iraq, Siria, Ucrania, etc., prueban categóricamente esa afirmación.
Y los accionares paralelos, de diversas ONGs transnacionales “ecologistas”, ultra indigenistas, derecho humanistas, británicas o europeas o estadounidenses, actúan persistentemente para minar el Poder Real del Estado Argentino, y preparar el terreno para acciones separatistas que prefabriquen inexistentes “Estados” del tipo de los trasandinos mapuches, entre otros grupos pseudo indigenistas que promueven un proceso de “racismo invertido” de odios irracionales a pobladores blancos, al cristianismo y a las burdas tergiversaciones históricas como las fogoneadas por agentes pseudo culturales al estilo del germano argentino Osvaldo Bayer, personero del o funcional al anarquismo apátrida.
En ese innegable contexto, que “muy orondo” el presidente Macri haya anunciado el freno total y la intención de paralizar definitivamente las dos grandes hidroeléctricas santacruceñas, la central carbonífera de Río Turbio, diversas obras de tipo social-sanitario-educativo en esa misma localidad, e incluso amenazado con el cierre de la única mina de carbón en explotación en Argentina; es de hecho una actitud totalmente funcional a los que quieren debilitar la posición geopolítica argentina en nuestro extremo sur continental.
Ya en 2000/2001, el experto energético neoliberal (y uno de los ideólogos de las privatizaciones salvajes de YPF y todo el patrimonio energético argentino, Daniel Montamat, había realizado presiones para cerrar definitivamente la mina carbonífera de Río Turbio, operando de hecho para favorecer los intereses petroleros y para debilitar la posición geopolítica argentina en el extremo sur patagónico.
Y de esos años de desmadre total socio económico, con los mismos economistas que hoy rodean a Macri, es la peregrina y antinacional propuesta de canjear deuda externa por territorios patagónicos. Esos mismos actores hoy nos están endeudando innecesaria y acentuadamente.
Los frenos a las obras públicas, incluso esparciendo “sospechas” que el propio embajador de China tiró por tierra habida cuenta de sus inconsistencias y total irresponsabilidad diplomática por parte del verborrágico presidente neoliberal argentino, todo ello es muy funcional a las acciones que hacen peligrar el territorio nacional e incluso nuestras fundadas pretensiones soberanas sobre Antártida, Malvinas y los otros dos archipiélagos australes.
Ante las mordazas mediáticas, tan preocupantes hechos han tenido muy poca repercusión en la opinión pública. ¡Preocupante, en línea con otras acciones de destrucción socio económica implementadas con tanta premura como dudosa responsabilidad y evidente nulo patriotismo! Son los hechos, los que lo demuestran. El detalle de esas acciones de sistemática destrucción social, económica, tecnológica y estratégica del neoliberalismo, amerita al menos un artículo separado.
(1) SADI – Sistema Argentino de Interconexión. Antes Sistema Interconectado Nacional.
(2) Anillados muy necesarios, como el del NEA-NOA, y el de Comahue-Cuyo. En La Patagonia, el trazado es lineal, por las enormes distancias y baja densidad poblacional, pero en el extremo sur el sistema hace una suerte de anillado, con puntos focales en Esperanza, Río Turbio, Río Gallegos y El Calafate.
(3) Llámase “renovables sesgadas” a las energías promocionadas por el ultra ecologismo, que amañadamente excluye de las renovables a las hidroeléctricas de 30 MW en más.
(4) Entre varias publicaciones electrónicas especializadas, “Resumen”, “Agaton”, etc.
(5) En cursiva, textuales frases de Estulin.

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