Arauco Argentina afirma que destinó en 2015 más de 220 millones de pesos a la compra de chip, raleo y aserrín en Misiones

 

Desde Arauco Argentina se refirieron al pedido de productores y empresarios forestales de intervención del Estado (provincial y nacional) para regular los precios de subproductos forestales, como chip y raleo, en Misiones. Representantes de la Amayadap y de la Cooperativa Agrícola de Montecarlo pidieron formalmente al ministro del Agro y Producción de la Provincia el apoyo para avanzar en la creación de una instancia de negociación, tipo mesa de concertación, con participación de la industria, el Estado y los propios productores, en el marco de la cual se pueda discutir periódicamente los precios del raleo y los chips, materia prima que se usa para la elaboración de pasta celulósica y papel.

 

De esta manera, los forestales abrieron el debate sectorial sobre la necesidad de  avanzar con la intervención del Estado en el mercado forestal para fijar lo que consideran “precios justos” para el productor primario. “Proponemos que el gobierno nos apoye para la creación de una mesa de negociación para el sector forestal, tipo INYM, en el cual participemos las cámaras empresarias, los productores, las dos industrias que actualmente compran estos productos (raleos y chips), el gobierno provincial y nacional”, indicó en la entrevista con ArgentinaForestal.com el empresario Daniel Duran.

 

 

Respecto de la iniciativa, desde la compañía respondieron que “nos importa toda la cadena de valor del sector forestal y por tal razón hacemos un gran esfuerzo para poder comprar a productores primarios y aserraderos de toda la provincia, rollizos triturables, chip pulpa y una diversidad  de sub- productos de la industria forestal como aserrín, corteza y chip leña. La empresa mantiene una cartera de más de 100 proveedores locales y solo en el año 2015, el monto total destinado a la compra de estos productos, superó los 220 millones de pesos”, precisaron.

 

En cuanto a los cuestionamientos realizados por los bajos precios que se paga por la materia prima, explicaron que “estos productos tienen un valor de mercado que es determinado por su calidad y por su uso alternativo en otras industrias, como ser aserraderos, secaderos de yerba mate y te, plantas de pellets y plantas de energía. La empresa revisa y negocia periódicamente con sus proveedores los precios de toda esta gama de productos y durante los últimos años se han otorgado incrementos de precios que resultaron iguales e incluso mayores al porcentaje de inflación real registrado en la economía Argentina. Además, si se comparan los precios relativos de mercado de los rollizos pulpables con el de los rollizos de diámetros mayores destinados a abastecer a cientos de aserraderos distribuidos en la región, se observa que los mismos guardan una relación equivalente y sufrieron los mismos porcentajes de ajustes en el precio, durante los últimos años”, aseveraron en contacto con este medio.

 

Finalmente, desde Arauco Argentina agregaron que “esta situación de precios toma especial relevancia además en un momento como el actual, donde se enfrenta un fuerte deterioro del precio internacional de la celulosa”.

Por otra parte, remarcaron que también se debe considerar que “a nivel regional nos enfrentamos en la actualidad a desafíos competitivos muy fuertes por la entrada en producción de nuevas plantas; sumado esto al hecho de tener localmente una carga impositiva muy grande, que no existe en otras jurisdicciones ni en otros productos de la foresto industria de la provincia de Misiones”.

 

 

Piden mesa de diálogo y regulación

Representantes de la Asociación de Madereros, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (Amayadap) y de la Cooperativa Agrícola de Montecarlo (que nuclean a unos 400 productores forestales), se reunieron el martes con el ministro del Agro y la Producción de Misiones, José Luis Garay, para exponer su preocupación por los bajos precios que pagan las grandes industrias de celulosa y papel (Arauco Argentina y Papel Misionero) por los subproductos forestales y los problemas que existen en la actualidad en el tejido comercial que está afectando la rentabilidad de la actividad en la actualidad. “Solicitamos las intervenciones de las autoridades provinciales y  nacionales para ver,  si con ellos, nos podemos sentar en una mesa para tratar cuáles son las problemáticas de los diferentes sectores industriales y los abastecedores. Y de esta manera esperamos llegar a resultados un poco mejor para ver que la rentabilidad de nuestros bosques no sean negativas y que terminemos dejando toda la materia prima tirada en el suelo”, señalaron al concluir el encuentro oficial.

 

El propietario de Selva SRL y productor forestal, Daniel Duran, explicó en la entrevista que se trata de una situación que vienen soportando desde hace varios años por parte de ambas industrias celulósicas, “pero el escenario empeoró estos últimos años a raíz del proceso inflacionario, sobre todo a finales del 2015”.

Aseguró que durante este último año solo se logró una actualización de precios de un 18% en total. “En abril 2015 subieron un 10% ​el precio que nos pagaban, llegando a $195 la tonelada promedio, dado que varía los precios según la zona y la calidad. Luego de varios pedidos de aumentos subieron un 8% en el precio en agosto. Nuevamente, después de varias solicitudes de incremento, a lo cual ellos contestaban que estaban estudiando el pedido de aumento, finalmente otorgaron un aumento de un 7% el 25 de diciembre, después de la devaluación y de la quita de retenciones que a ellos les mejoró el precio en un 45% apróximadamente​. Esta situación para los proveedores fue tomada como una burla”, comentó Duran.

 

Detalló que las industrias pagan hoy entre 250 y 300 pesos por tonelada de materia prima y que son necesarias alrededor de cinco toneladas de fragmentos de madera para elaborar una tonelada de pasta celulósica, cuyo precio en los mercados externos es de 792 dólares, casi 10.000 pesos. “Esos números nos indican que el costo en materia prima representa un 15 por ciento del precio de venta del producto elaborado”; dijo.

 

“Para los productores, el precio del producto debiera ser de $400 la tonelada para que la que la actividad tenga rentabilidad, pero de todas maneras hay que buscar un mecanismo para actualizar mensualmente los precios ya que hoy un determinado valor te puede cerrar, pero luego de algunos meses queda desactualizado por el incremento de los precios y nuevamente se ve afectada la rentabilidad”, remarcó.

Esta situación se presentó sistemáticamente en el último año y es lo que demanda urgente una revisión. “Las industrias nos han otorgado el nuevo precio, pero luego de meses de negociaciones cuando el productor ya no da más y tomó la decisión de dejar tirado en el suelo el raleo​. Por otro lado, el industrial con la misma situación ​económica debido a la inflación,​ no tiene donde almacenar sus chips, por lo que lo entrega finalmente a las plantas industriales al precio que sea”, admitió Duran.

 

Frente a este escenario, pidieron formalmente al gobierno de Misiones la intervención del Estado ante el fracaso del diálogo con las industrias. “Nosotros negociamos siempre a nivel local, con mucho respeto hacia los representantes de las empresas, pero vemos que ellos no nos pueden dar respuestas; y a los directivos que están en Buenos Aires (que seguramente toman las decisiones finales) no los vemos nunca. Por eso, decidimos pedir a las autoridades provinciales y nacionales que intercedan y así podamos discutir frente a frente entre todas las partes,​de manera que el negocio forestal también sea para los productores e industriales ​Pymes ​y así podamos percibir algo de las enormes ganancias que se llevan las celulósicas de nuestra provincia. De lo contrario, el negocio forestal termina siendo solo para los grandes”, cuestionó el empresario.

 

Por Patricia Escobar 

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