Central venció a Newell’s en el Gigante de Arroyito y se quedó con el clásico

Rosario Central le ganó 2 a 0 a Newell’s y se quedó con el clásico rosarino. El equipo del Chacho Coudet obtuvo el triunfo en el Gigante de Arroyito ante una multitud que colmó el estadio y festejó bajo el intenso calor que azotó a la ciudad de Rosario durante la tarde.
Central tuvo un mejor tiempo porque logró manejar la pelota y buscar, con mayor claridad, llegar al arco de Luis Unsain. Intentó con Lo Celso tirándose por los costados y tratando de generar juego con los laterales. Y también lo hizo buscando habilitar a Larrondo y Rubén con pases largos o centros cruzados.
Newell’s pudo neutralizar a Central en la mitad de cancha. Le colocó una barrera de volantes que trató de cubrir las subidas de Álvarez y Villagra. El mayor desafío del conjunto de Bernardi durante la primera mitad fue entorpecer el juego de su rival y tratar de cortar la subida de los volantes antes de que llegaran al área.
A los 18′ Larrondo tuvo una buena oportunidad para Central luego de un centro preciso de Pinola. El delantero ganó en el área y sacó un cabezazo de pique al suelo que Unsain logró detener volando hacia su derecha. Pocos minutos después, Montoya buscó quebrar el cero con un remate de media distancia pero la pelota se fue lejos.
El encuentro no tuvo la fricción de los últimos clásicos. Patricio Loustau logró manejar el partido y llevarlo con riendas cortas para evitar que se desmadre. Hubo pocos choques y los roces no pasaron de los habituales que tiene un clásico de este estilo.
En el complemento, Central recogió los frutos de haber sido superior durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Arrancó el segundo tiempo con mayor intensidad y buscó, con mucho empuje del medio campo, jugar en los alrededores del área de Newell’s.
A los 10′ Fernández escaló por la banda izquierda y sacó un centro cruzado directo al corazón del área. Domínguez falló cuando quiso despejarla y pifió. La pelota siguió su curso y por el segundo palo ingresó Marcelo Larrondo para empujarla, y hacer estallar el Gigante de Arroyito con el primer gol de la tarde.
Después del 1 a 0, Newell’s quedó desconcertado. Bernardi trató de ordenar a sus jugadores y apostó al ingresó de Ignacio Scocco, que reemplazó a Advíncula, para buscar mayor peso ofensivo e ir en búsqueda del empate. Hasta ese momento, el clásico era un monólogo de Central. El juego y el ritmo del partido lo manejaba el conjunto del Chacho Coudet.
Larrondo tuvo una participación clave en el encuentro. Además de convertir el gol de la victoria, ayudó en la marca y siempre fue una referencia en el área para recibir los pases largos.
A los 29′ Central pudo ampliar el marcador con la jugada más clara del partido. Luego de un córner, Larrondo metió un cabezazo de pique al suelo que pegó en el palo izquierdo de Unsain. La pelota salió despedida al área chica y Ruben volvió a cabecearla. La pelota impactó en el travesaño y salió del área. El equipo de Coudet estuvo cerca de marcar el segundo gol pero no lo pudo hacer solo por la buena actuación que tuvo durante toda la tarde el arquero de Newell’s.
Newell’s se descontroló y desordenó ante la superioridad de Central. A los 30′ se quedó con un menos por la expulsión de Escobar y el partido quedó servido para que el equipo de Coudet pudiera ampliar el marcador. Lo logró en el tercer minuto de descuento y con una definición de inmensa calidad de Marco Ruben.
El delantero de Central recibió una habilitación precisa de Colman que dejó parada a la última línea de Newell’s. Ruben esperó el momento justo y cuando Unsain salió a achicar, definió por encima de él y convirtió el 2 a 0 que desató la locura en el Gigante de Arroyito.
En el último minuto, Central pudo haber concretado la goleada con un remate desde la mitad de cancha de Lo Celso. El volante sacó un potente remate que el arquero de Newell’s, que estaba adelantado, alcanzó a tocar para que impactara en el travesaño y le diera, posteriormente, la posibilidad de controlar la pelota.
Con algunos jugadores discutiendo adentro de la cancha y el clima tenso por el absoluto dominio que tenía Central, Loustau pitó el final del encuentro y dio por terminado el clásico de Rosario. El equipo de Coudet se quedó con un triunfo que hoy festejarán la mitad de los rosarinos.

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