Un hombre de 35 años fue detenido a principios de semana acusado de haber abusado sexualmente de sus dos hijas. En uno de los casos, de acuerdo con lo que admitió la víctima, los ultrajes llevaban ya ocho años.
La historia se conoció cuando Sonia, de 34 años, tomó la decisión de acudir a la Comisaría de la Mujer del barrio de Fátima para denunciar a su pareja. Lo hizo luego de escuchar el relato de su propia madre, quien le contó que había sido testigo de una violación puertas adentro de la residencia familiar.
Testigo clave
El domingo por la noche, la abuela, de 57 años, detalló que después de escuchar ruidos que le llamaron la atención, acudió hasta una de las habitaciones de la casa del barrio Norte de Garupá y sorprendió a su yerno, Luis, de 35, sometiendo carnalmente a su propia hija, una adolescente de 16.
En medio del escándalo, llegó la madre de la chica, quien de inmediato se enteró de la novedad. Sonia interrogó a la muchacha y ella le contó que los abusos habían empezado a registrarse desde que tenía apenas ocho años. Le confesó que su padre la amenazaba para que no contara nada.
Pero la adolescente no se quedó allí con su relato. También reveló que su hermana, que actualmente tiene 13 años, fue otra víctima de su padre; aunque en el caso de esa nena, el abuso se habría cometido una sola vez.
La Comisaría de la Mujer dio intervención a la seccional de Garupá, cuyos efectivos, con la orden judicial correspondiente, arrestaron a Luis.
Pericias y Cámara Gesell
Las dos chicas serán sometidas a una serie de pericias y declararían en breve en Cámara Gesell. El arrestado, por su parte, será indagado por el juez de Instrucción en turno en las próximas horas.
Hace unos días, una denuncia similar fue radicada en Candelaria contra un hombre de 42 años, al que acusaron de haber violado a su hija de 19.
La acusación, en principio, fue por abuso sexual con acceso carnal. La chica aseguró el pasado 4 de febrero en momentos que fue a visitar a su padre en la antigua capital de Misiones, fue abusada sexualmente por su padre, Carlos S.
Sin embargo, a diferencia del caso de Luis, donde los indicios serían contundentes, Carlos continuó en libertad, aunque supeditado a la causa.
