Reflexión del pastor Decena: Caminar con una visión II

Hoy vamos a ver las experiencias de la vida de David, basadas en 1° Samuel 16 y 17, porque esto nos va a ayudar a comprender mejor cuatro características de una persona visionaria, para así no solo quedarnos en la teoría, y poder pasar a la acción. Veamos lo que dice la Palabra de Dios.

 

Los principios de una persona visionaria:

  1. Una persona que busca la presencia de Dios

Debemos entender que la comunión con Dios nos hace poseedores de un corazón que agrada al Padre. Dice I Samuel 16:17 que Dios le advirtió a Samuel que no se dejara impresionar por lo externo, porque Él miraba el corazón.

¿Qué hace que tengamos un corazón agradable a Dios? La santidad, por supuesto, que es fruto de pasar tiempo buscando la presencia de Dios. David era un hombre que pasaba tiempo delante de la presencia de Dios. Todas sus composiciones, contenidas en los Salmos, nos muestran un hombre devoto y dependiente de Dios. El Salmo 23 es tan solo un hermoso ejemplo de eso, y fue escrito en sus tiempos de pastor de ovejas.

Él fue un antecesor del Nuevo Pacto, abierto con la sangre derramada por Jesús. Nuestro Señor mismo siguió su ejemplo en la tierra en cuanto a búsqueda. En más de 8 ocasiones los evangelios hablan de que Cristo se apartaba solo a buscar del Padre. Y él dejó claro que el método de la búsqueda y la insistencia es el que Dios espera (Mateo 7:7). No es casualidad de que Jesús haya salido de la casa de David. Entendamos que Dios recompensa a los que le buscan (Hebreos 11:6). Entonces, ser buscadores es esencial para caminar con una visión, porque nos alinea a la voluntad de Dios; nos da dirección; nos enfoca y nos reorienta si nos desenfocamos; nos da fuerza si estamos cansados de caminar.

 

  1. Una persona que sabe sobreponerse al rechazo

Nos damos cuenta desde I Samuel 16:10 y 11 que el papá de David, Isaí, ni siquiera lo tuvo en cuenta. Es más, por la actitud que su hermano tiene con él, en el capítulo 17:28 y 29, vemos también otro síntoma de que David en su casa estaba relegado.

El rechazo es algo con lo cual, en menor o mayor medida, todos hemos tenido que enfrentar. Y representa un escollo muy grande para muchos. Pero vemos que el futuro rey de Israel, a pesar del rechazo de su casa, estaba seguro del llamado que Dios le había dado.

Hoy también tenemos las herramientas, con la revelación que hay en Cristo Jesús, para poder ser sanos en nuestro ser interior, y es importante que no perdamos el tiempo si debemos buscar ayuda en quienes pueden ayudarnos.

Cuando hasta Saúl, su señor, lo rechazó y quiso matarlo, ¿qué hizo David? Se fue con Samuel a vivir a Nayot (I Samuel 19:18). Samuel representa al hombre o la mujer de Dios que te puede dar una mano, y Nayot es un lugar de sanidad, tal como la iglesia lo es hoy. Refugiémonos en el llamado, busquemos ayuda, y sobrepongámonos, porque debemos seguir adelante y alcanzar la visión.

 

III. Una persona que sabe esperar su hora

Vemos a partir de I Samuel 16:14 una situación que se dio en paralelo a que David fuera ungido: el Espíritu de Dios se apartó de Saúl y, como vimos antes, descansó sobre David. A partir de ahí el tormento de Saúl cada vez fue mayor.

Ahora bien, ¿a quién fueron a buscar para que ayudara al rey? al pastor de ovejas, David. Vemos que el versículo 18 lo describe como todo un líder, guerrero, valiente, y con la presencia de Dios. Y así David tuvo su primer acercamiento al lugar que algún día iba a ocupar: el de rey. Había recibido para eso una palabra, había sido ungido.

Pero, ¿hizo eso que matara a Saúl y tomara su lugar? No. David sabía que él debía descansar en Dios, y que en el tiempo de Dios él iba a ocupar el lugar que la visión indicaba. Por eso el versículo 21 dice que Saúl lo tomó a su servicio. Estar al servicio de alguien es estar bajo sujeción de esa persona. La obediencia es un concepto clave en la vida cristiano, que no todos los creyentes comprenden. Siempre están aquellos que se intentan auto promocionar y levantar a sí mismos, y no esperan que sea Dios el que los levante.

I Samuel 18  muestra como luego de que David matara a Goliat, Saúl comenzó a sentir envidia de él, y hasta algo más que envidia. Porque siempre que Dios levanta a alguien por su cuenta aquel que no puede hacer nada para frenarlo trata de hacerlo con su fuerza. Difamando, hablando mal, criticando, o, si es Saúl, intentando matarlo. Pero, ¿cuál fue la respuesta de David? Un ejemplo es I Samuel 24:6. Y como éste hay otros. ¿Por qué? Porque David sabía que su tiempo iba a llegar, y él hasta ese momento iba a respetar a quien Dios había ungido primero. Aprendamos y apliquemos este principio, porque en la sujeción y la honra a la persona que Dios puso sobre nuestras vidas, a pesar de sus errores de ser humano, está la promoción.

 

  1. Una persona que perdió el miedo a tomar riesgos

De pronto David se encontró ante una oportunidad increíble de acercarse más a su visión. Filistea e Israel estaban en guerra, y el gigante Goliat, en I Samuel 17:8 al 11, se presentó como un héroe imbatible al cual nadie se animaba a hacerle frente. Pero David sacó una característica y apareció en versículos anteriores: valentía.

Es lo mismo que Jesús dijo en Mateo 11:12. Los «violentos» (son los valientes), los que se atreven a ir a donde nadie se atreve. A hacer lo que nadie hace. Y el Reino de Dios necesita gente así. David fue ejemplo de eso. Pero también es importante ver que algo motivó a David.

El escuchó una vez la recompensa por matar a Goliat, y por las dudas preguntó dos veces más (capítulo 17:25 al 27 y 30). Casarse con la hija del rey, y que su padre no tuviera que pagar más impuestos, no era poca cosa. Así que en el versículo 32 él mismo se ofreció. Entendamos que nunca vamos a tomar un riesgo si sabemos que no hay una motivación en el fondo. El simple hecho de saber que iba a estar aún más cerca del rey era de por si una motivación que lo acercaba a su visión.

Por eso es importante que nosotros sepamos ver las oportunidades que tenemos. Ya que la visión que nos involucra a todos es extender el Reino, ¿nunca pensamos que sería de un tremendo beneficio arriesgarnos a predicar, a sanar y a liberar con tal de vernos más cerca del cumplimiento de la visión que Dios nos dio? ¡Seamos atrevidos! Salgamos a las calles y hospitales a sanar a los enfermos, y tomemos riesgos por el Reino. Porque Dios respalda a los valientes.

Para terminar leamos Salmo 78:70 al 72. Evidentemente los principios que condujeron a David a lograr la visión que Dios le había otorgado lo promocionaron. Busquemos también nosotros tomarlos y caminar con ellos en nuestra vida.

Que Dios los bendiga y tengan una semana de victoria!

Pastor David Decena, Centro Familiar Cristiano Eldorado.

Prédicas en vivo los miércoles y viernes 20 hrs y domingos 19.30 horas, a través de http://cfceldorado.org/

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