En el Madariaga, uno de cada cuatro asistidos entra por un accidente de tránsito

ay una epidemia que es mucho más peligrosa que en dengue y otras enfermedades transmitidas por el mosquito. Los accidentes de tránsito matan más personas al año que cualquier otra enfermedad. Sin embargo, no hay un alerta amarilla ni la declaración de una emergencia. Desde hace años, Misiones se ubica entre las primeras cinco provincias con más muertes en accidentes de tránsito. El año pasado, según las estadísticas oficiales, fallecieron 371 y enero no muestra que nada haya mejorado, con más de un fallecido por día -en solo un fin de semana murieron diez personas- y según las estadísticas por cada fallecido hay cuatro heridos graves, que pueden quedar con secuelas permanentes.

Esto significa una gran demanda de atención al sistema sanitario público. ¿Cual es el impacto que tiene un accidente de tránsito?

Walter Villalba, ministro de Salud de Misiones consideró que es casi imposible determinar cuánto cuesta cada siniestro, ya que todos los casos son diferentes. No podría establecerse un patrón que permitiera generar datos generales a partir de casos particulares. Esto es imposible de hacer, porque no existe una forma clara de donde hacer el corte en el seguimiento de los casos.
Según un informe de la Dirección Nacional de Observatorio Vial (publicado con datos hasta el año 2014); de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, el costo oculto de un accidente de tránsito por cada herido grave es de 75 mil pesos, que debe invertir el sistema de salud pública. Cada herido traumatizado demanda entre una semana y hasta un año de internación dependiendo del grado de las lesiones.

Walter Villalba, ministro de Salud de Misiones. MisionesOnline

Si bien las estadísticas están focalizadas en la cantidad de fallecidos en las rutas, la dimensión del accidente de tránsito no se acaba allí. Todas las personas que mueren, se lesionan o quedan discapacitadas por un siniestro de tránsito tienen una red de personas allegadas, como familiares y amigos que resultan profundamente afectadas.
Sería imposible asignar un valor cuantitativo a cada caso de sacrificio y sufrimiento humano, sumarlos todos y obtener una cifra que refleje el costo social de los choques y las lesiones causadas por el tránsito. Las lesiones causadas por el tráfico representan una pesada carga no sólo para la economía mundial y de los países, sino también para la de las familias. La pérdida de quienes ganaban el sustento y el costo añadido de atender a los familiares discapacitados por dichas lesiones hunden a muchas familias en la pobreza.
La Asociación Luchemos por la Vida sostiene que los siniestros viales dejan más de 16.000 personas discapacitadas al año y 100 mil heridos por año en el país.

2014 Clasificación de Victimas

Desde el servicio de traumatología del hospital Madariaga explicaron que de cada diez heridos graves en accidente de tránsito, tres quedan con secuelas permanentes.
El doctor Villalba, actual ministro de Salud de Misiones explicó que “es difícil hacer un estudio de costos que significan los accidentes de tránsito. Porque es difícil decidir donde terminás de medir el gasto, desde el accidente”.
Ejemplificó que “si tenemos un accidente de tránsito con un muerto y tres heridos, dos heridos graves que van a terapia intensiva y un herido leve. El herido leve se retira a los siete días. De los dos heridos graves uno queda con graves secuelas para toda la vida; el otro quedó internado por tres meses con por lo menos cuatro o cinco cirugías ortopédicas y mucho tiempo de terapia intensiva”.
“Esta persona que quedó con lesiones para toda la vida, te genera un gasto en una pensión. Pero esa persona hasta ayer era sostén de familia y a partir de mañana pasa a ser una carga, porque necesita varias internaciones. El paciente si quedó postrado necesita cama ortopédica, puede requerir internación domiciliaria. Dejó de trabajar y quizás a los diez años fallece por las secuelas. Todo esto hace difícil de mensurar los accidentes”, explicó el funcionario.
Comentó que las actuales estadísticas cuentan entre los fallecidos en accidentes de tránsito solo a las que perdieron la vida en el lugar del hecho. Si fue trasladado a un centro asistencial, y el deceso se produce a las horas o a los días no se registra en el conteo. Consideró que esto es debatible y quizás deba reverse, pero reconoció que es difícil saber hasta que momento debe hacerse el seguimiento.
Sobre la incidencia de los accidentes de tránsito en la atención del hospital de Agudos Ramón Madariaga, Villalba explicó que la morbilidad, o sea las causas de atención que no te matan sino que causan algún daño, está arriba del 23/24 por ciento en lo que corresponde a accidentes de tránsito.
Desde el año 2009 la Unidad Central de Emergencias y Traslados (UCET) utiliza un análisis de casos para determinar las zonas de mayor riesgo y como anticiparse a los hechos.
En los diez primeros meses del año 2015 se habian producido 236 víctimas fatales en accidentes de tránsito. Las estadísticas muestran que el 46 por ciento de los accidentes ocurren de 14 a 22 horas y el 39 por ciento de 22 a 6 horas.
El 72 por ciento de los hechos involucra a motociclistas. Si bien las colisiones que incluyen a dos autos son las más numerosas llegando al 44 por ciento y los restantes son colisiones moto-moto (cinco por ciento) y despistes de moto (23 por ciento). En cuanto a las víctimas, el 73 por ciento son varones.
De cada cinco accidentados, cuatro han consumido bebidas alcohólicas. Las mujeres implicadas en los accidentes en su mayor parte son acompañantes. El grupo de mayor riesgo son los jóvenes de 15 a 30 años y lo siguen los adultos de 30 a 45 años.

20 07 15 Eldorado
La Unidad Central de Emergencias y Traslados (UCET) de Salud Pública dispone de una ambulancia cada 20 kilómetros en la provincia.
Estimar los costos de los choques y los traumatismos causados por el tráfico puede ayudar a los países a comprender la gravedad del problema que plantean y las ventajas de invertir en medidas para prevenirlos. La evaluación debería tener en cuenta los costos tanto directos como indirectos.
Como mínimo, en los costos directos debería incluirse la prestación de atención sanitaria y rehabilitación, y en los indirectos el valor de las pérdidas en servicios domésticos y en ingresos para los supervivientes, los cuidadores y las familias.
La provincia de Buenos Aires es la única que ha intentado cuantificar el valor que demanda cada traumatizado grave en un siniestro vehicular. Con datos del año 2010 descubrieron que cada herido grave demandaba una inversión de 75.000 pesos, y un herido leve, obliga a erogar 1000. A ello se le suma el operativo policial con un costo de 2.000 pesos. Durante los cuatro primeros meses del año 2010 se produjeron 432 siniestros viales en rutas que le acarrearon a la Provincia de Buenos Aires un costo global de 14.089.320 pesos.
Este estudio elaborado por la jefatura de gabinete de Buenos Aires, planteaba que el costo total de un operativo médico para socorrer y recuperar a un paciente politraumatizado grave en un siniestro de tránsito asciende a los 75 mil. Dicho monto incluye dos cirugías (una común y una neurocirugía) y aproximadamente 30 días de internación en terapia intensiva con asistencia respiratoria y demás aparatología médica de apoyo.
Cada jornada de internación tiene un costo de 1.500 pesos. Debe incluirse también el costo de una tomografía computada de cerebro y cervicales, radiografía de pelvis, tórax y cervicales, una ecografía abdominal y la medición de la presión intracraneala. Sólo el primer traslado hospitalario implica para el Estado una erogación de 200 pesos, mientras que el traslado a un centro de alta complejidad cuesta 4.000.
En tanto, un herido leve implica un costo de 1.000 que deriva de la puesta en marcha de un protocolo médico que incluye tres placas radiográficas, análisis de laboratorio, terapéutica (suero y analgésicos) además de la asistencia y la observación en la guardia hospitalaria. En el momento posterior al siniestro, deben sumarse también los gastos que asume el Estado referidos al accionar de la Policía de Seguridad Vial. Los costos aumentan progresivamente cuando además de policías en el lugar se requiere la presencia de Bomberos y personal de la Dirección de Vialidad.
Todos estos ítems indefectiblemente terminan afrontando el Estado provincial frente a siniestros en la vía pública. De acuerdo a las distancias en ruta, los valores aumentan. Si como producto del siniestro se generan personas con lesiones psicofísicas se le deben sumar los que posteriormente se dan al momento de iniciada la causa. Incluso siempre se debe tener en cuenta que en cualquier causa actúan, como mínimo: Fiscalía; Correccional; Juzgado y todos los gastos administrativos que se devienen.

Los costos familiares

Estadísticamente más de la mitad de las víctimas mortales del tráfico tienen entre 15 y 44 años, y el 73% son varones. Las personas de esta edad se encuentran en la época económicamente más productiva de su vida, por lo que al morir o quedar discapacitadas, sus familias sufren pérdida de ingresos.
Las familias que pierden la capacidad de ganar dinero de los miembros que han quedado discapacitados a raíz de traumatismos causados por el tráfico y que, además, soportan la carga del costo de atender a estos familiares pueden terminar vendiendo la mayoría de sus bienes y quedar atrapados en un endeudamiento prolongado.

 

Accidente 2

Los motociclistas, en riesgo

El especialista en seguridad vial, Luis Di Falco consideró que a pesar de contar con una de las mejores redes de atención a emergencias, debido a la cantidad de accidentes que ocurren cada fin de semana, el sistema trabaja al límite.
Di Falco afirmó que las estadísticas de accidentes de transito en Misiones arrojan un muerto por día, y que por cada fallecido hay un promedio de 4 personas heridas. Explicó que como mucho el seguimiento de un herido en accidente de tránsito se hace hasta los 30 días posteriores al hecho, por ello es imposible cuantificar el costo que demanda su recuperación.
Comentó que los motociclistas son los que requieren cada vez mayores atenciones, porque son los que ante una caída o colisión pueden perder dedos, requerir injertos de piel. Esto además es una de las mayores causas de discapacidad, o reducción de las posibilidades laborales.

 

El celular: un peligro creciente para conductores y peatones

La asociación Luchemos por la Vida (LxV) midió el uso de teléfonos celulares por parte de conductores y de peatones, estos últimos, mientras cruzaban las calles. La distracción, al volante o a pie, agrega más peligro al tránsito cotidiano.
Esta cifra resulta alarmante, ya que significa que entre los vehículos particulares que circulan por Buenos Aires, diariamente (unos 1.400.000), hay aproximadamente 151.000 usando un celular mientras conduce, simultáneamente y constantemente, pese a la expresa prohibición de los art. 5.2.4, “e” de la Ley 2148 y 6.1.26 de la Ley 451 de la Ciudad de Buenos Aires, con el consecuente descuento de 5 puntos de la licencia y del art. 48, inc. “x” de la Ley Nacional de Tránsito 24.449. Hace años que la ciencia estudia las importantes limitaciones que nuestro cerebro tiene para realizar dos tareas que demanden atención al mismo tiempo, y los investigadores han probado hasta qué punto es peligroso conducir mientras se habla o mensajea por celular, aún con el sistema de manos libres. Recientes investigaciones internacionales han concluido que caminar hablando por teléfono celular es muy riesgoso ya que las personas observadas despliegan comportamientos tales como cruzar más despacio, sin mirar al tránsito circundante y no esperar a que los vehículos se detengan para comenzar a cruzar, en una proporción muchísimo mayor que los no usuarios de celular.
Para los peatones el problema real principal parece ser la distracción, así como les sucede a los conductores. Y en el tránsito caótico de nuestro país, este nuevo hábito compartido por peatones y conductores no hace más que empeorar la seguridad de todos en la vía.

 

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