El detrás de escena de la vuelta de D’Alessandro a River: los motivos de su regreso y el dinero que resignó

De la cláusula en su contrato en Brasil a la presión de San Lorenzo, factores claves que llevaron al capitán e ídolo de Internacional de Porto Alegre a regresar al club de sus amores.

«No descarto volver… allá está mi familia, mis amigos. El país es mi casa», la frase de Andrés D’Alessandro  a principios de año, abrió la puerta y la ilusión de River La respuesta negativa, característica años atrás, ya no era tal. Incluso, el propio presidente millonario cumplió con su palabra: no habló de él en un año y medio. Ahora, los planetas se alinearon y el propio jugador entendió que era el momento de volver. Claro, detrás de escena se movieron muchos protagonistas para que el cabezón se ponga una vez más la banda roja.

El primer paso lo dio él. En su última renovación de contrato con Internacional, decidió colocar una cláusula que no existió en los años anteriores. Era clara: si River le hacía una oferta, el club brasileño debía analizarla y facilitar, en caso que seduzca, la liberación del jugador.

Otro dato clave fue el dinero que decidió resignar. Primero, la bronca del jugador la manifestó contra el nuevo presidente de Inter, Vitorio Piffero, que le renegoció una deuda del club cercana al millón y medio de dólares, por un valor menor al que debían cotizarle la moneda estadounidense. Otro factor determinante para el club brasileño, el sueldo: cobraba cerca de tres millones de dólares por año.

El malestar con la dirigencia llegó también por algunas quejas del jugador que derivaron en una frase que dejó esa relación muy distante: «Es empleado del club, no tiene que hablar tanto», le reprocharon.

Claro que ese dinero era imposible de pagar por parte de River; por eso ,en las negociaciones, D´Alessandro aceptó reducir el salario de manera considerable. Llegará a préstamo por un año, cobrando alrededor del 30% del dinero que percibía en Brasil, una cifra muy buena para el fútbol argentino.

Pero la clave estuvo en la cautela inicial que mantuvo la dirigencia de River y en la posterior presión que ejerció San Lorenzo. Todo empezó en esa reunión cumbre entre D´Alessandro y Francescoli en Punta del Este. «Es el momento para que vuelva», le dijo.

Con el visto bueno del jugador, fue Gallardo quien dio un paso más con su llamado. El entrenador de River tiene una manera particular de elegir los refuerzos. Más allá de lo que pueda negociar la Comisión Directiva, él quiere charlar con ellos, es su método.

Con el ‘OK’ de todas las partes, el silencio se mantuvo hasta el final. Incluso, cuando la dirigencia de Matías Lammens buscó alguna manera de que vuelva a Boedo, el cabezón prefirió hacerse el desentendido.

El camino estaba allanado y la meta muy cerca. Ayer, la cruzó cuando se sentó con la dirigencia de Inter y acordó su salida del club. Y hoy, llegará a la Argentina. Con una firma más, volverá a vestir la camiseta que lo llevó a Primera.

(Cancha llena)

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